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Por: PanzaVidela

La Frase: “Aquí necesito la ayuda de ustedes: ¿Oscar Iván Zuluaga tiene maquinarias que lo apoyan?” Ingrid Betancourt.

Parafraseando a la señora Ingrid Betancourt, que nos da el gusto de verla en nuestro país cada cuatro años en épocas electorales, pregunto: ¿El técnico Reinaldo Rueda tiene maquinarias que lo apoyan? Porque de lo contrario, su salida de la selección Colombia es inminente.

Capítulo Reinaldo Rueda:

Con la derrota de ayer en Argentina la Selección Colombia completó 7 partidos sin anotar gol (643 minutos). Colombia, de la mano de Rueda, iguala la peor racha sin marcar (siete partidos consecutivos) en toda la historia de las eliminatorias suramericanas. El antirécord lo tenía Venezuela desde el año 2000. Dato de MisterChip @2010MisterChip.

Ayer, frente a Argentina, Rueda volvió a mostrar el mismo equipo sin variantes de los últimos 6 partidos. De nuevo, jugó Cuadrado por derecha, Luís Díaz por izquierda, James por el centro, dos volantes de marca y un hombre en punta. Ni siquiera para este partido, en donde estábamos obligados a ganar, Rueda intentó algún cambio de módulo. Murió, como el capitán de un barco que está naufragando, aferrado a un timón y a unos manuales que ya no funcionan, que definitivamente no dieron resultado. Qué triste ver la imagen de una Selección Colombia confundida, impotente, insegura, timorata. Fiel imagen de su timonel.

Timonel: persona que gobierna el timón de la nave.

Lo de Rueda en este -amargo- capítulo de la selección es indefendible. Perder ayer en Argentina, contra la selección que probablemente estará peleando el título en Qatar a final de año, era perfectamente aceptable. La eliminación se firmó en los empates en casa contra Paraguay y Ecuador y en la derrota en casa contra Perú. Así como en el empate en la Paz contra Bolivia, donde la mayoría de equipos sacaron los tres puntos.

El balance de esta selección es demasiado pobre -sumado lo de Rueda y lo de Queiroz- son 16 partidos con 17 puntos obtenidos. Un rendimiento del 35%. La eliminación, bajo la fría óptica de los números, es justa y merecida.

Ya lo había dicho en mi post anterior. Siento profunda decepción de Reinaldo Rueda. Hoy, tras lo mostrado desde que asumió como director técnico, puedo asegurar que no es un técnico “triple A” como necesita nuestra selección. Es un buen técnico, una buena persona. Pero no es un técnico de primera categoría, ni su cuerpo técnico lo es. Sigo creyendo que de los colombianos era el mejor. El problema es que en Colombia no tenemos un solo técnico “triple A”. No tenemos un solo técnico que dirija en la Premier League. No tenemos un solo técnico que dirija en España, en Italia, en Alemania. Ni siquiera en Argentina. A nivel de técnicos solamente hemos “colonizado” Centro América y los países vecinos Perú y Ecuador. Solamente en Argentina hay por lo menos 10 técnicos mejores que Rueda. Y tendrá que ser un extranjero el que venga a reemplazarlo.

Para terminar el capítulo Reinaldo Rueda vale la pena preguntar, al mejor estilo de Ingrid Betancourt ¿si tiene maquinarias que lo apoyan? En mi opinión debe salir de la selección ya mismo. No tiene presentación ni con el país ni con los mismos jugadores enfrentar los últimos dos partidos con el mismo módulo táctico –tan horriblemente predecible– de los 7 –¡SIETE! – juegos anteriores.

Gracias Rueda, como diría él: “por todo y por nada”.

Capítulo Jugadores:

En una debacle de este tamaño sería imposible no hablar de los jugadores. Qué falta de carácter, de jerarquía, de personalidad. Hay un detalle que habla por sí mismo: el señor Yerry Mina (un tipo de casi 2 metros de altura) se hizo sacar amarilla en el primer tiempo contra Perú para no viajar a Argentina. ¿Alguien me explica cómo le sacan amarilla a un defensa central frente a un equipo donde los 11 jugadores están metidos debajo de su propio arco? Yerry estaba “cagado del susto” de verle la cara al Dibu Martínez, el mismo que “se lo comió” en los penaltis de la Copa América. “Dale que te como, hermano”. Increíble que un tipo con su altura, con su experiencia, le haya sacado “el que sabemos” a este juego crucial en Argentina.

El caso de Yerry Mina sólo es representativo de la gran mayoría de jugadores de la Selección. Qué triste imagen la de James Rodríguez “puteando” a la hinchada porque lo silbaron. Un tipo de 30 años de edad, que juega fútbol desde los 5 años, ¿sorprendido y “emberracado” porque los hinchas lo siflan tras una derrota? ¡No Jodás James! ¿Qué esperabas, que los hinchas te aplaudieran tras el horrible partido que hicieron todos contra Perú? El futbolista, así como el artista, sabe que el aplauso se gana. ¡Qué pataleta de niño malcriado a la entrada del camerino! De nuevo, ¡De no creer!

El punto clave para cerrar este capítulo de los jugadores es el de los 2 partidos que perdieron para sacar a Queiroz. No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas, de que los jugadores le hicieron el cajón a Queiroz. Todos los que me conocen saben que odio los jugadores “cajoneros”. Son malas personas, son deshonestos. Y se merecen no ir al Mundial. El único que se salva de ese grupo de Quito es David Ospina, el único que tuvo “los cojones” para no entrarle a ese juego deshonesto. Prefirió no jugar, cuando ya sabía lo que sus compañeros habían decidido. No quiero decir nada más sobre ese tema, sólo dejo la lista de los once titulares en Quito. Y de esos once al único que salvo es a Camilo Vargas, el gran sacrificado. El resto tiene bien merecido no ir a disfrutar de la gloria de un Mundial. Aquí la lista de los que perdieron 1-6 en Quito contra Ecuador: Vargas, Orejuela, Sánchez, Murillo, Mojica, Cuadrado, Uribe, Lerma, James Rodríguez, Zapata, Díaz.

Capítulo Directivos:

Los directivos, en cabeza de Jesurún, son los principales responsables. Todo comenzó el día que Jesurún no le renovó el contrato a Pékerman al finalizar el Mundial de Rusia 2018. Porque “supuestamente” era muy costoso. De fuentes directas del interior de la Federación sé que a Pékerman no lo renovaron porque consideraron alto el costo de su contrato. Y de la misma fuente sé que a Queiroz lo contrataron por “barato”, su contrato era tres veces más económico que el de Pékerman.

Lo más triste de todo es que la Federación sí tuvo el dinero para pagar 15 mil millones de pesos en una multa por un escándalo de corrupción. Es increíble que frente al país y frente a los demás miembros de la Federación el Señor Jesurún siguiera tan campante como presidente tras tremendo escándalo de corrupción. Claro, en nuestro país, sólo era un escándalo más, entre tantos y tantos otros.

El gran pecado de Jesurún fue escuchar a su amigo Carlos Antonio Vélez. Es increíble que durante los siete años que duró Pékerman en Colombia, el señor Vélez le diera “palo” día y noche, sin tregua. Increíble que al único técnico de nivel “triple A” que hemos tenido en Colombia -en toda la historia- le dieran tan duro, todo por un odio personal. Pero aún más triste es que el señor Jesurún haya escuchado a su amigo y se haya dejado influenciar para tomar la decisión de no renovarle el contrato.  La continuidad de Jesurún es un absurdo. Tan absurdo como la continuidad de Rueda. Ojalá ambos se vayan pronto por el bien de la Selección y por el bien de la misma Federación.

Espero que para el próximo partido contra Bolivia tengamos nuevo técnico y ojalá sea un técnico de primer nivel. Repito: en Colombia no tenemos ningún técnico de primer nivel. Si lo tuviéramos estaría dirigiendo en Europa o habría dirigido selecciones de primer nivel. Ojalá no se vuelvan a equivocar.

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