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¿Se esperaba otro resultado?

Por FritzFratz

Se perdió nuevamente
y se está volviendo costumbre en la era Páez. Hace mucho tiempo los estadios de
Colombia son una pesadilla para Millos, incluído el Campín, y por supuesto
jugar en la frontera no podía ser la excepción.

Muchos se
quejan de la nómina y en algo tienen razón, pero siendo honestos la nómina del
Cúcuta es tan rencauchada y tan floja como la del equipo azul. Entonces ¿en
dónde está la diferencia?, simplemente cometen menos errores que los nuestros.

Cúcuta llegó
en 4 ocasiones y marcó  2, Millos llegó
en 5 y marcó 1, pero el problema no es solo de nómina, es en gran parte de
técnico y el día que enfrentemos a un equipo que ataque, ese día salimos
goleados como ya hemos salido en otras ocasiones recientes con Quindío en
Armenia y con el Chicó en Bogotá cuando el rival se animó y nos pintó la cara.

Digo que el
problema es de técnico porque el Sr. Páez tiene una forma de ver el fútbol como
sólo los técnicos lo ven y él en particular sigue sin conocer a su equipo, con
el que lleva trabajando 60 días y parece que su ojo de técnico está sufriendo
de miopía y astigmatismo, porque a pesar de ser casi obvio cuál debe ser el
equipo titular, sigue insistiendo en jugadores que poco aportan y con un
planteamiento táctico que no sirvió de nada. Hoy se paró el equipo con 5
jugadores en el medio campo, con Amaya, Ulloque, Vásquez, Robayo y Blanco, con
Arrechea como único delantero neto.

En teoría es
un buen medio campo, pero en la cancha no se vio como tal, especialmente cuando
al minuto 4 ya se perdía. Robayo terminó jugando tirado en punta, a manera de
falso delantero, pero el Sr. Páez no puede pretender que Robayo sea delantero
por más ganas y por más empuje que le meta este jugador. De esta manera vimos
como los siguientes 40 minutos Millonarios dominó generando un par de ataques
que Robayo no pudo capitalizar. 5 mediocampistas terminaron estorbándose unos a
otros y Blanco especialmente estorbando a todo el equipo. Para el segundo
tiempo entra Pajoy por Blanco y antes del cuarto de hora se empató el partido y
el panorama era inmejorable para ganar, especialmente por el jugador de menos del
local que cuando se animó, capitalizó otra jugada bien armada para sellar el
2-1 definitivo.

Páez decide
cambiar a Henriquez por Cichero (defensa por defensa) y en la primera jugada
Carpintero deja botado al venezolano en el camino y Obelar (por fin una) nos
salvó del 3er gol. Esos cambios, además de inoficiosos dejan mal sabor,
especialmente cuando el reemplazo no hace diferencia alguna con su presencia.

Luego vino
Estrada, que jugó como solo él lo hace y su presencia pudo ser tan intrascendente
como la de Blanco pero su falta de técnica para rematar el gol que le quedó a
boca de jarro nos reafirmó una vez más por qué pasó sin pena ni gloria por la
real Sociedad.

Páez me
recuerda a Osorio, llegan con buena hoja de vida, vienen de afuera, libres de
toda aparente contaminación, pero cuando plantean los partidos como lo hacen, a
uno como hincha le queda esa infinita duda si realmente estos señores están
entendiendo el fútbol local, pero especialmente si están entendiendo que es lo que
tienen de nómina y cómo deben parar a su equipo para que gane, que es lo único
que sirve en cualquier torneo del mundo y por ahora el promedio de Páez es muy
flojo: 1 triunfo y 3 derrotas en línea.

 

Pd, Alguien que le diga al Sr. Obelar (Páez, por ejemplo) que
cuando saque lo haga con seguridad. Ayer en el primer tiempo hizo 3 saques de
arco, uno afuera de la cancha (tiene 60 mts. de ancho y sin embargo la tira
para un costado) y los otros 2 saques de mano, dejó a los defensas comprometidos
con la presión de los delanteros rivales que casi terminan en gol. Con todo
respeto, a mi este Sr. Sigue sin convencerme como portero.

¡Saludo Albiazul!

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