En tiempos de vacaciones y festivos (tres, para ser más exactos, en el paso del 2017 al 2018), que son tan escasos en nuestros país, las lindas carreteras 4G y las cuaternarias que siguen igual y cada vez peor, acogen millones de automóviles. Este año, el descanso navideño coincidió con la inscripción de listas a Cámara y Senado, para las elecciones de marzo de 2018. Con el fin de precaver a los conductores sobre las señales y avisos que encontrarán en las carreteras, esta columna presta el servicio público de resumir algunas de ellas:
- Peligro: caída de roscas. Nuestro país es un territorio mañoso y roscoso. Hay roscas políticas, gubernamentales, empresariales, legales, ilegales, familiares. Hay roscas para contratos, nóminas, programas, presupuesto. Las roscas, cuando caen, aplastan lo que sea. Se precipitan sobre las esperanzas de renovación y la movilidad social y las pulverizan, y hacen trizas las promesas de cambio, convierten en añicos la meritocracia. Cómo será de poderosa la caída de roscas sobre la carretera Colombia, que traspasan los muros de contención (léase, cárceles), e inscriben a sus herederos políticos para no perder escaños y curules. Hay que atender esta señal para entender porqué Colombia recorre muchos caminos pero no avanza y vive trancada.
- Precaución: zona inestable, falla geológica. La inestabilidad de la zona la sufre sobre todo la inversión nacional y extranjera, que hoy depende de tantos factores que no hay forma de pararse en firme. Para los ciudadanos, la inestabilidad está representada en la cantidad de reformas: las tributarias de cada gobierno y a las que este gobierno les sacó el cuerpo: la laboral, la pensional. En cuanto a la falla geológica, esta tiene que ver con la lógica particular de nuestra tierra. Algunos axiomas de esta son: el interés individual siempre tumbará el bien común, cada cual hace lo que se le da la gana, a todo se le aplica el cvy, etc.
- Atención: cruce de animales. Varios son los que se atraviesan en la geografía nacional. Imposible enumerarlos todos, pues constituyen una fauna muy diversa. Pasan de día y de noche, y no los paralizan ni siquiera las plenas. Sapos, lagartos, hienas (no se despegan del presupuesto nacional) y lobos a granel son algunos especímenes. Todos ellos patrullados desde el cielo gubernamental por una bandada de gallinazos, que descienden con ansia carroñera sobre todo lo que tenga el signo $. Los conductores deben atender esta señal con especial cuidado, pues muchas veces de anuncia un animal y sale otro.
- Entrada y salida de maquinaria pesada: este anuncio se cumple en los tramos electorales de la carretera Colombia. Conlleva altísimos costos. Por ejemplo, el de las próximas elecciones al Congreso representa la bicoca de 1,3 billones de pesos. No importa. La maquinaria funciona en lo grande y en lo absurdo, como los 40.000 millones de la “consulta” liberal. La maquinaria cuenta con contratistas, líderes comunales y registradores provinciales. La maquinaria de los contratistas incluye todo tipo de transportes para movilizar a los electores. La maquinaria usufructúa las concesiones. La maquinaria entra y sale. La maquinaria…
Hay muchas más señales en la carretera Colombia. Pero nadie las atiende ni respeta. Esa falla geo – lógica es el verdadero hundimiento.
VER
http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/movilizacion-de-vehiculos-en-temporada-de-fin-de-ano-164666
Descripcion de una forma muy simpatica de unas cuantas anomalias colombianas. Anomalias que nunca veran el cartel «PARE» pero siempre veran «DIFICULTADES EN LA VIA».
Un feliz fin de año, Carlos Gustavo y esperamos que siga deleitandonos con su blog. Me permite un beso de fin de año ?
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