Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Harmónica nace en el año 2018, como una necesidad de Valentina Jaramillo – Ingeniera Ambiental y Couch en Nutrición Holística- de buscar snacks saludables que no fueran fritos, quien encontró en los chips de col rizada una propuesta distinta, deliciosa y saludable pero con el gran problema de no conseguir este tipo de productos en Colombia, por lo que creó su propio centro de producción y sacó adelante su propuesta hasta el año 2020, donde la  pandemia y todo lo que trajo consigo, obligó al cierre de su centro de producción para posteriormente evolucionar y convertirse en lo que hoy es Harmónica, que más que un restaurante es una propuesta de alimentación consciente en Barranquilla, que resalta «que somos lo que comemos» y que nuestra vitalidad y poder de transformación viene desde el consumo responsable de nuestros alimentos.

La materia prima que utilizan en su gran mayoría es local y su menú está pensado para toda la familia, pues está basada en platos deliciosos pero saludables y que beneficien tanto a adultos contemporáneos de nuestra generación que salen un domingo a brunchear, así como a adultos mayores que buscan una propuesta que satisfaga sus necesidades sin tanto y también a niños, para evitar los famosos nuggets con papas fritas del “menú infantil”.

Reutilizan las mermas -aquellos residuos orgánicos de su cocina-, sus envases son pensados en evitar impactar el planeta, y a modo de plus, su personal está altamente capacitado en temas de alimentación holística y consciente, lo que hace que la experiencia en el restaurante sea mucho más personalizada e integral.

La alimentación va mucho más allá de lo que comes, es tu relación con quienes te nutres, por lo que tienen bebidas alcohólicas libres de azúcar. “Una copa de vino compartiendo amigos, será mucho mejor que una ensalada sola encerrada en tu casa, vas a nutrir otros aspectos de tu vida que son importantes” -expresa Valentina-. Cuentan también con bebidas a base de plantas y verduras como el betaglow, que da un shot de energía para comenzar el día.

Desde un Spread de remolacha, un Gravlax de salmón hasta unos taquitos capresse, pasando por una pizza de pavo y dátiles, un té matcha, unos chicharrones horneados o un lomo con brocollinis a la parrilla o los huevos de desayuno para finalizar con un banana Split saludable, que están pensados no sólo en la experiencia culinaria sino en la calidad de sus productos y en el aporte de nutrientes para el cuerpo y la mente.

La propuesta busca expandirse en otras ciudades del país y me hace pensar en la sostenibilidad desde el liderazgo, pero también desde la responsabilidad como seres humanos, conscientes de nuestras elecciones, la más importante: nuestra forma de nutrir cuerpo y el poder que tienen los alimentos sobre nosotros.

Compartir post