La maldición de las niñas Disney

Quienes tenemos hijos pequeños sintonizamos frecuentemente dos canales. Uno de ellos es Discovery Kids, un canal que ofrece a los niños en edad preescolar las herramientas esenciales para descubrir y explorar el mundo que lo rodea. Es por ello que encontramos programas como «Pocoyo», «Backyardigans» (mi favorito), «Lazy Town», «Velozmente», entre otros, que nos dan una mano en la educación de nuestros hijos, aunque tengo mis dudas con «Matemonstruos» porque los personajes no es que tengan unos modales muy educados que digamos…

El otro canal es Disney que se ha segmentado en diferentes versiones de acuerdo con la edad del público objetivo. Sin embargo, en cualquiera de ellos es posible encontrar en su programación la participación de unas angelicales niñas que nos llevan por divertidas situaciones. Esas niñas, con cara tierna y voz dulce, son actrices y cantantes, quienes se convierten en los modelos de nuestras hijas, en un referente, en ejemplo.

Y no está mal. Todos tenemos algún referente en la vida. Pero en el caso de las niñas Disney, como por ejemplo Britney Spears, Lindsay Lohan, Demi Lovato, Miley Cyrus y hasta Cristina Aguilera, han encontrado la fama y la fortuna como estrellas infantiles del emporio mundial del entretenimiento pero pagando un precio muy alto.

Veámos solamente algunos casos para que nos animemos a preguntarnos si realmente vale la pena que las niñas Disney, las «princesas», sean referentes de nuestras hijas:

Una de ellas es Britney Spears, quien era estrella de los musicales de Disney y de repente se convirtió en una niña divorciada, rapada, descontrolada, con adicciones, peleas familiares y demás.

Cristina Aguilera, del exitoso programa «Mickey Mouse Club«. En su momento era una angelical niña rubia pero con el paso de los años comenzó a presentar problemas alimenticios, romances turbios y hasta separaciones muy desagradables.

Demi Lovato del programa «Camp Rock» presenta desórdenes alimenticios, auto mutilación  acusaciones de abuso de drogas y problemas emocionales y físicos.

Lindsay Lohan, la inocente niña pelirroja de la película «Parent Trap«, noticia por sus múltiples escándalos, borracheras, abuso de drogas y hasta la cárcel.

Miley Cyrus, la famosa «Hannah Montana«, cuyos padres se divorciaron y pelean por quedarse con la fortuna de su hija, su mamá estaba saliendo con el vocalista de una banda de rock reconocido por su pasión por las prostitutas y sus frecuentes peleas con su novio.

Vanessa Hudgens, la estrella de «High School Musical‘, la pasó bastante mal cuando filtraron sus fotos de ella desnudas en internet.

Tratando de comprender la situación, se podría alegar que tanta fama, dinero, atención de los medios de comunicación y demás, pueden conducir a que cualquiera se salga del camino. Pero es claro que la ausencia de unas fuertes estructuras familiares, basadas en la moral, el amor, la auto trascendencia, el respeto y la vida, es la causante que las hasta ayer angelicales niñas se conviertan en unas jovencitas que a diario luchan contra sus propios demonios.

Para cualquier padre de familia sus hijas son unas princesas. Trabajemos para que sean las princesas de la casa y nunca una imitación de las princesas de la televisión. Por eso es fundamental explicarles que lo que pantalla muestra es una representación de la realidad, que esas «princesas» son de carne y hueso.

El trabajo que tenemos por delante es muy duro. Pero esa es la labor que todo papá y mamá tiene.