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Diego PérezPor: Diego Pérez

El Colegio Policarpa Salavarrieta es un lugar que concentra arte y conocimiento al lado del Museo Nacional en el centro de Bogotá. El inmenso talento de sus estudiantes se evidencia en una diversidad de grupos artísticos y científicos entre los que se encuentran la Orquesta Filarmónica Policarpa dirigida por maestros de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, un Club de Astronomía premiado por la NASA y  bajo la orientación del Planetario Distrital, un coro, un grupo de diseño gráfico y fotografía, un grupo de danzas, un grupo de arte dramático, entre otros. Es de admirar y valorar semejante despliegue conseguido gracias al esfuerzo de su comunidad académica, especialmente, con el escaso presupuesto para educación pública por parte del Distrito y del País.

La historia de uno de los colegios más emblemáticos de la ciudad amenaza con llegar a su fin. Por el proyecto de ampliación del Museo Nacional, un juez le ordenó a Secretaría de Educación iniciar la construcción de una nueva sede en el año 2014, pero ni la alcaldía anterior, ni esta ha dado inicio las labores de la obra. Y además, recientemente los terrenos donde funciona la institución desde 1948 resultaron pertenecer a la Lotería de Cundinamarca y, de repente, hay un posible detrimento patrimonial dado que el predio no está pagando arriendo.

La comunidad policarpista y muchos ciudadanos consideramos que el colegio debe mantenerse en sus instalaciones actuales, hasta tanto no haya un nuevo colegio construido, con condiciones e infraestructura adecuada donde puedan reubicar a los estudiantes. Sin embargo, la posición del Alcalde Peñalosa es totalmente contraria: no ha construido la nueva sede ni se ha reunido con la Gobernación de Cundinamarca para resolver la situación; su propósito es ahorrarse el dinero de ese colegio y “distribuir” a los estudiantes en otros colegios de la localidad, poniendo arandelas al cumplimiento del fallo que ya le ordena construir la nueva sede y causándole un daño inmenso a los estudiantes.

Esta preocupación le quita el sueño a toda la comunidad. Las familias , el personal administrativo, docentes y estudiantes desean continuar con el proyecto del Policarpa, pero se han enfrentado a propuestas por parte de la Secretaría de Educación como, por ejemplo, arrinconar a la comunidad policarpista en algún espacio que tenga el Colegio Camilo Torres, dejándola hacinada, sin instalaciones propias, con problemas de estabilidad, dificultades inmensas de convivencia y sin espacios adecuados para sus diversos grupos de formación, recortando la oportunidad de surgir en los grupos  que les ofrece el Policarpa.

El pasado viernes 29 de septiembre se realizó una audiencia pública en el colegio, donde las respuestas de las Secretarías de la Alcaldía no pasaron de ser un mar de excusas por no haber logrado comenzar la construcción del nuevo colegio en los cerca de dos años que llevan, aun cuando ya tienen los predios.  Pero para su desdicha, se encontraron con una comunidad unida y que concluyó seguir luchando en defensa de un colegio con instalaciones propias e historia.

El Policarpa es una excelente institución y lo es muy a pesar los gobiernos como el de Peñalosa y Santos que privilegian sus negocios por encima de la educación y de los derechos de las mayorías. Invito a toda ciudadanía bogotana a defender la educación pública y la dignidad de quienes han puesto todo su esmero para darle la mejor formación a decenas de generaciones de bachilleres.

Defendamos el Colegio Policarpa Salavarrieta de Peñalosa.

Twitter: @DiegoMPerezB

 

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