«El concepto de democracia sólo tendrá un significado verdadero y dinámico cuando las políticas y la legislación nacional sean decididas conjuntamente por hombres y mujeres y presten una atención equitativa a los intereses y las aptitudes de las dos mitades de la población.»
Declaración de la Unión Interparlamentaria – ONU 1992
Una lectura obligada del proceso electoral y el escenario de segunda vuelta para la elección presidencial en Colombia, nos lleva a reparar sobre la trayectoria, hoja de vida y por supuesto las propuestas de los candidatos Iván Duque y Gustavo Petro para gobernar el país, de tal manera que podamos tomar una decisión acertada en las urnas el próximo 17 de junio. Sin embargo, en esta ocasión quiero que centremos el análisis en sus fórmulas vicepresidenciales Marta Lucía Ramírez y Ángela María Robledo.
Es común oír en la opinión pública debates en torno a las bondades de tener una mujer en la Vicepresidencia, y en contraste, la experiencia internacional evidencia que las mujeres en el poder ayudan con la austeridad en el gasto, combaten la corrupción con contundencia, son buenas administradoras de los recursos públicos y luchan por la equidad, entre otras cualidades probadas de las lideresas mundiales.
No obstante, despues de ver los debates electorales y revisar los documentos programáticos de las dos campañas, se puede establecer cuán preponderante será el papel de la futura vicepresidenta y el empoderamiento de las mujeres en sus eventuales mandatos, toda vez que mientras Gustavo Petro ha encomendado a Ángela Robledo sólo asuntos del postconflicto y mujer, por su parte, Iván Duque deposita en Marta Lucía la confianza para fortalecer cuatro sectores vitales: economía, lucha contra la corrupción, empoderamiento de la mujer y la seguridad y defensa del país.
Con la experiencia probada que tiene Marta Lucía en estos cuatro sectores, luego de ser directora de Incomex, ministra de Comercio Exterior, ministra de la Defensa y ex Senadora, sus misiones según ha manifestado Iván duque en la opinión pública son: 1) la economía, en materia de emprendimiento, productividad y reindustrialización; 2) la lucha contra la corrupción, acogiendo sus propuestas desde que fue ministra de Defensa y centralizó la contratación en las Fuerzas Militares, hasta las del pacto por la transparencia que promivió en 2014 cuando 2 millones de colombianos la respaldaron en las urnas; 3) el empoderamiento de la mujer en el ambito social, economico y político, aprovechando su experiencia con el programa “1 millón de mujeres empoderadas” donde recorrió Colombia en compañía de Ángela Orozco, María Antonieta Solorzano e Isabel Londoño, empoderando colombianas a lo largo y ancho del territorio, la cual desde la Vicepresidencia quiere promover para las 25 millones de colombianas, sumado a que promovió al interior del Ejercito la posibilidad de ascender por primera vez a las mujeres al cargo de General; y por último, 4) la seguridad y defensa del territorio, recogiendo los avances de la seguridad democrática.
En suma, a riesgo de ser impopular entre los lectores, sí necesitamos más mujeres en el poder, pero no mujeres per se, no una vicepresidenta porque sí, sino con propuestas viables y cualidades probadas. En efecto, resulta pertinente mencionar lideresas como la dama de hierro Margaret Thatcher, Ángela Merkel, Hillary Clinton y Theresa May, entre muchas mujeres cuyos aportes están trascendiendo en la política global.
NOTA: Iván Duque anunción que de ser presidente, su gabinete estaría conformado en su mayoría por mujeres y líderes jóvenes. En horabuena!
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