En la consulta anticorrupción hay, a mi juicio, dos puntos que deben ser revisados con lupa, siendo el primero el más curioso. Dicen los grandes promotores de la consulta que para “acabar la corrupción” se le deben bajar los “salarios” a los senadores y representantes a la cámara. De ahí, varios líderes de opinión jóvenes que fomentan la consulta afirman que si bien eso no acaba la corrupción, da un “fresquito” saber que les bajaron el salario a los congresistas.
Primero, es de resaltar que el primer punto de la consulta es mero y absoluto populismo, un gancho para que la gente vaya a votar por resentimiento. Pero esto no es lo peor, sino que por ese “fresquito” tendríamos una hipotermia difícil de curar. La norma ISO (Organización Internacional para la Normalización) 37001 sobre en sistemas de gestión antisoborno recomienda hacer auditoria y preguntar a sus empleados si se sienten bien pagados. Igualmente, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito afirmó que uno de los factores que aumenta el riesgo de corrupción es el mal pago a los empleados (públicos o privados).
No, no se trata de afirmar que les deban pagar más a los congresistas, ellos igual van a ganar (si gana el punto 1 de la consulta) la suma de 25 salarios mínimos. Eso igual es mucho, el problema es que de ese salario dependen muchos otros funcionarios públicos, y no hablo de los ministros, sino de muchos funcionarios de rango medio y bajo que están ahí por concurso de mérito, que no ganan tanto por que llegaron sin “rosca”. Mucho se ha dicho de los paros en la justicia, uno de sus argumentos por los cuales casi siempre marchan son los malos salarios, no jueces sino auxiliares, secretarios, oficiales mayores etc. Los profesores, los policías, y todas las profesiones que estén laborando en el sector público.
Esto significa una perdida en la competitividad de los servidores públicos. Queremos tener muy buena educación pública, pero con esto les reduciremos los salarios a los maestros. Queremos tener jueces preparados, pero les reduciremos el salario, nos gustaría atraer profesionales del sector privado para que ayuden en las áreas de sus conocimientos en el sector público, pero hacemos que el ultimo sea menos atractivo. Todo por el “fresquito” de bajarle el salario a los más poderosos.
Este no es el único punto de la consulta que me genera duda razonable. El punto 4 de la consulta anticorrupción, en el cual los presupuestos públicos deben tener audiencia con participación ciudadana, ¿quiénes participarán? Si la población en general no conoce el plan de desarrollo también hablará libremente de cómo quieren organizar el presupuesto los que no tengan conocimiento en administración pública, economía, o algo por el estilo. Pedirán priorizar en seguridad cuando el plan de desarrollo dice que debe priorizar en salud. No sabemos qué pueda pasar cuando por populismo un alcalde quiera cambiar el presupuesto por gusto de la audiencia. Hoy el presupuesto es público, cualquier persona puede conocer el presupuesto de la nación, su departamento o municipio, pero si ni siquiera el concejo o la asamblea departamental pueden cambiarlo una vez se envía el proyecto cual es el interés de que lo haga el “pueblo”.
Dicen que es por las partidas generales presupuestales (mermelada) pero igual se puede conocer hoy y quien no conozca los términos se puede aumentar este rublo diciéndole que así cumplirán con la construcción de la carretera por pavimentar o algo por el estilo.
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