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Por: Ana María Gardeazabal

De antemano me disculpo por el realismo de mi corto artículo, con quienes han guardado la esperanza de que la Senadora Claudia López o algún sector político obtenga los votos de la consulta anticorrupción.

Después de la consulta anticorrupción han surgido varios análisis, cada partido político lo ha evaluado desde su perspectiva, para los promotores fue un triunfo, para los detractores un innecesario despilfarro de dinero. La revista Semana en uno de sus artículos del domingo se atrevió a dar un balance acerca de los ganadores y perdedores de la jornada, sin embargo dentro de los perdedores no incluyo a la ciudadanía, siendo francos, la ciudadanía fue la gran perdedora de la jornada.

De manera que no hay nada que celebrar, ha sido muy importante la participación de esos más de once millones de colombianos, pero la realidad es que no se alcanzó el umbral de participación. La pregunta es, ¿por qué hay regocijo? Tengo la sensación que los promotores de la consulta se han querido adjudicar los once millones como un apoyo a ellos como figuras políticas, lo cual no es del todo cierto y hay que evaluar con más detalle.

Aunque hay que reconocer el liderazgo que mantuvo Claudia López para llevar estas siete propuestas a las urnas y así mismo hay que reconocerle a ella y su partido la representación de los intereses de un sector de la población, eso no quiere decir que quienes hayan votado a favor de la consulta anticorrupción vayan a votar por Claudia López para otros cargos de elección popular. Es más, ni siquiera quiere decir que esos más de once millones se identifiquen con ella. Lo único que muestra es que esas personas están de acuerdo con la consulta anticorrupción, por obvio que parezca esa afirmación hay que tener claridad en ello puesto que tanto los promotores como los detractores han querido adjudicarle la consulta anticorrupción a un partido y un grupo de personas en específico.

No obstante, no sé por qué muchos líderes de opinión, incluso líderes políticos han optado por hacer un análisis alrededor de la favorabilidad de Claudia López, del partido Verde y otros partidos quienes promovieron la consulta, asumiendo que cada vez son más quienes votan por cierta corriente política, en términos de análisis electoral no hay nada más equivocado, ya que quienes votaron por la consulta anticorrupción no lo hicieron en términos políticos o partidistas lo hicieron por que se sentían comprometidos con el tema. Así que es más bien es un llamado de atención a los analistas serios y principalmente a los medios, no hay que generalizar y más allá de las superficialidades, las elecciones hay que evaluarlas con imparcialidad y realismo, porque una cosa es Claudia López y otra es la consulta anticorrupción.

Ahora bien, la ciudadanía fue la gran perdedora de la jornada, la consulta Anticorrupción a lo que apuntaba era a reformar los mecanismos para evitar y reducir la corrupción, en términos prácticos a quienes afecta es a los ciudadanos que contribuimos mediante impuestos al sistema y queremos ver los proyectos y las políticas públicas bien hechas.

Quienes apoyaron la consulta afirman que, “esto ha sido un gran golpe para la clase política”, que “ha sido un mensaje contundente de los ciudadanos”, hablando más apegados a la realidad, a la clase política y altos cargos en la justicia no les interesa el mensaje de los ciudadanos, ni tampoco les parecerá un golpe contundente, como bien lo han demostrado todos los proyectos anticorrupción que se han hundido en el congreso en varias ocasiones. ¿Qué haría de estas siete propuestas algo distinto? ¿Qué más de once millones de ciudadanos votamos por ellas? Francamente no, si no se ganó la consulta, nada las hace distintas a el mecanismo de legislación por el cual se han venido proponiendo estas leyes, lo cual me hace pensar que estos siete puntos, como todos los proyectos anteriores, se van a hundir en el congreso. Ojalá no suceda de esa manera, ojalá yo esté equivocada y realmente los políticos se puedan auto-regular. Sin embargo, esa responsabilidad terminará siendo de todos nosotros como ciudadanos, la corrupción trasciende líneas partidistas, la lucha anticorrupción no es de un político en específico, aunque así nos lo hayan querido mostrar, ojalá respecto a lo que sigue frente a la lucha anticorrupción no nos equivoquemos como lo hicimos el domingo en las urnas.

Twitter: @anamgardeazabal

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