Según La Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol (IFFHS), Colombia es la quinta mejor liga del mundo, y en número de contagiados del covid-19 ocupamos el décimo séptimo puesto.
En un país donde varios alcaldes y funcionarios públicos han sido capturados o investigados por corrupción en medio de la pandemia por desviar recursos públicos destinados a ayudar a los habitantes, y con un alto número de contagiados diariamente, ¿qué tan necesario es que regrese el fútbol profesional a nuestro país, en medio de esta crisis?
Recordemos ese capítulo de nuestra historia ocurrido en 1985. En el que el Palacio de Justicia era incinerado por las llamas, producto de los combates entre el Ejército y un grupo armado que se había tomado sus instalaciones. En ese momento el Gobierno Nacional autorizó la transmisión del partido de fútbol entre Millonarios y el Unión Magdalena por la segunda fecha del octagonal final. Esas transmisiones eran algo poco habituales para esa época.
¿Quieren las autoridades desviar la atención de los colombianos con un posible retorno del fútbol? Estamos en medio de una pandemia y aún no llegamos al pico de contagio, como diariamente lo informan las autoridades en los diferentes espacios televisivos y en medios de comunicación.
¿La Dimayor y el Gobierno Nacional quieren poner en riesgo la vida de los jugadores, cuerpo técnico y demás personas que estarían en un eventual partido de fútbol, así fuese a puerta cerrada, por intereses ocultos? El pasado 13 de Julio varios medios de comunicación y periodistas deportivos publicaron el alto número de jugadores contagiados por covid-19 en los diferentes equipos participantes en el rentado nacional.
Hace algunos meses la Confederación Sudamericana de Futbol entregó cerca de 2 millones de dólares (unos 7 mil millones de pesos) para ser distribuidos entre los equipos de la liga colombiana, y ayudar a solventar la carga laboral generada por la suspensión del campeonato. Aún así la Dimayor le solicitó ayuda al Gobierno Nacional para sobrellevar la crisis generada por la suspensión.
Muchas empresas han tenido que despedir empleados o, inclusive, cerrar por no tener recursos para sus nóminas y sus obligaciones. Todo esto generado por el cierre decretado en medio de la pandemia, y como es bien sabido por todos, los créditos no han sido tan fáciles de gestionar para ellas. La Dimayor tiene varios contratos publicitarios de derechos televisivos que le han generado a lo largo de los años entradas económicas para poder soportar esta situación.
Es cierto que el fútbol nos ha dado muchas alegrías, campeonatos continentales, grandes actuaciones a nivel de selecciones, pero eran otras épocas y no estábamos en medio de una situación tan delicada. ¿Es este el momento de pensar en reanudar el campeonato de fútbol en Colombia? No dejemos que las cortinas de humo nos nublen la vista sobre lo realmente importante. Ya vendrá el tiempo de volver a gritar los goles de nuestro equipo favorito con la pasión que nos caracteriza. Pero por ahora concentrémonos en salir al otro lado.
Estudios en Alemania y Dinamarca concluyeron que la posibilidad de contagio durante un partido de fútbol es mínima, debido la movilidad de los jugadores y a que se hace al aire libre. Con éstos estudios se aceptó el comienzo de las ligas en Europa y los hechos han mostrado que estaban en lo cierto, nadie se contagio ni entrenando ni jugando. Los contagios de deportistas se ha dado por asistir a fiestas, eventos familiares,etc, no por hacer deporte. Hay muchas más posibilidades de contagio en un centro comercial, en un supermercado, aunque se use tapabocas. El deporte debe estar en la lista inicial de actividades que se podrían recomenzar, obviamente con protocolos claros.
Si se han dado protocolos para el regreso presencial a clase, donde aunque se disminuya el número de estudiantes en un salón, hay muchas más posibilidades de contagio por ser espacios cerrados y pequeños, porque no hacerlo para los deportes al aire libre?
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