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Por: Gisella Matamoros

Lo que ha sucedido en Colombia desde hace días, parece una película de terror. Desde la muerte de Javier Ordoñez, quien fue interceptado, maltratado y asesinado por 2 funcionarios de la Policía Nacional, se generó una gran indignación en la ciudadanía, quienes de inmediato salieron a alzar su voz, rechazando el asesinato de Ordóñez. Hasta aquí todo va bien. El problema radica en la manera en que se llevaron a cabo estas protestas, puesto que no fueron pacíficas, sino que estuvieron cargadas de vandalismo. Los manifestantes no se dedicaron a pedir y lograr que los funcionarios pagaran por lo que hicieron, sino que les pareció mejor incendiar el país. 

No he logrado salir de mi asombro. El ver que la ciudadanía salió a protestar en contra de la violencia con más violencia es algo lamentable. Acabaron con media Bogotá y otras ciudades también se vieron afectadas. Alcanzando como único resultado, más muertes, heridos y un país destruido. Claramente se ve la similitud con lo sucedido en Estados Unidos, cuando dos policías agredieron y asfixiaron a Floyd.

Informes de inteligencia y la Unidad Investigativa de El Tiempo indican que las jornadas de manifestaciones violentas fueron inducidas, manipuladas y financiadas por células o ‘grupos barriales’, cuyo propósito es causar el caos en la ciudad. Dichas actuaciones estarían siendo coordinadas por ELN y disidencias de las Farc.

Las «protestas» no son espontáneas, y es que es muy obvio que hay grupos organizados detrás de todo, ya que ni las Farc en sus mejores tiempos lograron destruir casi 80 CAI en una noche (sin importar si los policías estaban adentro). Hasta quemaron vivos a algunos de los perritos que siempre acompañan a los funcionarios…. lo insólito es que son las mismas personas que normalmente «luchan» por los derechos de los animales. Que tristeza. En días pasados, el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, denunció presencia de Farc y ELN (entre otros grupos terroristas) en las «protestas».

Ya han sido capturadas varias personas por financiar el vandalismo en Bogotá. Se incautaron prendas alusivas al Eln, propaganda de Farc y manual de elaboración de explosivos.

También, se ha confirmado la presencia de grupos de venezolanos enviados y pagados por la dictadura de Nicolás Maduro, para generar caos. No es algo nuevo, y finalmente, deja de ser un secreto a voces. Por  ejemplo, un grupito de venezolanos desadaptados robaron un autobús y le pasaron por encima a una señora que intentaba llegar a su casa.

Unidad Investigativa de El Tiempo: «En menos de 10 meses, las autoridades colombianas, incluidas inteligencia militar y Migración Colombia, han ubicado y expulsado a al menos 20 miembros de las temibles Fuerzas de Acciones Especiales del régimen de Maduro (Faes) y del Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebín). Según fuentes oficiales, ingresaron para atentar contra opositores, espiar o realizar acciones de desestabilización».

Desde Vente Venezuela (Partido al que represento en Colombia, liderado por María Corina Machado), con el apoyo de valiosos aliados como los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, la Senadora María Fernanda Cabal y la vicepresidente, Marta Lucía Ramírez, llevamos años advirtiendo a Colombia del peligro que representa la dictadura criminal de Maduro para el hemisferio, pero nos han llamado exagerados. Gran parte de lo que sucede actualmente en Colombia es consecuencia directa de la inacción de la Comunidad Internacional para neutralizar al que se ha convertido en el mayor protector de terroristas, narcotraficantes y asesinos.  

La paz de Colombia depende de la libertad de Venezuela

@GiselaMatamoros


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