Es común desesperarse un poco durante la crisis de los 18 meses de tu bebé. Sin embargo, lo mejor es mantenerte informada y conocer algunas herramientas que pueden ayudarte a sobrellevar esta etapa o “brote de crecimiento” de una mejor manera.
Bien es cierto que la mayoría de las personas solo hablan de lo bonito que es la maternidad. Pero también debes conocer las crisis por las que atraviesa el niño durante su crecimiento y cómo ayudarlo a superarlas satisfactoriamente.
¿Qué es la crisis de los 18 meses o autoafirmación?
En primer lugar, debes saber que, durante este periodo, tu hijo deja de ser un bebé y se convierte en un niño. Sin embargo, es una fase complicada para él y, en ocasiones, puede actuar nuevamente como un bebé, confundiéndote o haciéndote pensar que simplemente tu hijo es caprichoso.
Ahora bien, durante esta etapa aparece el reconocido “no”. La verdad es que cuando tu hijo dice “no”, está dejando clara su opinión y reafirmándote que ya no es un bebé, por lo que no desea que tomes todas las decisiones por él.
Un ejemplo claro de tal situación es cuando el niño desea elegir la ropa que quiere ponerse. De este modo, él puede indicar que ya tiene la capacidad de decidir lo que le gusta y en muchas ocasiones de vestirse solo. Por ende, lo mejor es permitirle elegir, darle las opciones y dejar que lo haga solo si así lo desea.
Para ti esta situación no debe suponer demasiado esfuerzo; sin embargo, para él es una manera de sentirse autosuficiente, capaz de hacer nuevas cosas y asegurarse de que es escuchado y atendido. Es muy importante que acompañes al niño durante esta etapa en todo momento, ya que está creando la confianza en sí mismo.
Acciones comunes del bebé durante esta etapa
Ahora bien, para poder identificar que tu hijo está atravesando esta crisis vas a observar algunas acciones que comienza a hacer repetitivamente, tales como:
- Comienza a darte cosas en forma de juego. Por ejemplo, te da juguetes, llaves o ropa en repetidas ocasiones durante el día para que le agradezcas.
- Señala las cosas que le parecen interesantes para que también las veas.
- Inician las demostraciones de afecto a las personas que conoce.
- Sacude la cabeza con negación cuando dice “no”.
- Aprende para qué sirven cosas como el teléfono, la cuchara, el cepillo de dientes.
- Hace “dibujos” o garabatos por sí solo.
Por otra parte, también son comunes las rabietas o que notes que se siente frustrado frente algunas situaciones que no logra realizar. En estos casos lo mejor es evitar regañarlos duramente o ignorarlos, opta por acercarte a él y entender lo que desea. De este modo, puedes ayudarle a realizar tareas básicas, como comer solo, aunque aún para él son complicadas.
Finalmente, una gran ayuda para ti durante esta etapa es seguir un blog de maternidad y crianza donde continuamente consigues información de parte de profesionales en pediatría, psicología o psicopedagogía. De esta manera, siempre tienes a mano nuevas herramientas y profesionales que te orienten.
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