Le hago una pregunta: ¿Se ha levantado usted con ganas de mandar todo a la mierda y arrancar de cero?
Levantarse y decidir que este momento de su vida se acabó, cerrar ciclos y salir corriendo no para huír, sino para comenzar de nuevo.
Esa necesidad de cambiar las calles que camina y cambiar su panorama para abrir los ojos a nuevas oportunidades, ver otras caras, otros cielos y amaneceres desde una ventana diferente.
Mandar al carajo a los «amigos» chimbos, a los jefes groseros que no saben nada y no volver a gastar su energía en pendejadas que usted considera no valen la pena.
Dejar de luchar por un país que no deja progresar, por ciudades que se caen a pedazos y donde lo roban en la jeta de todos mientras viven cagados de risa…
¿No ha deseado levantarse una mañana y tomarse un café que pueda disfrutar tranquilo y no sea para quitarse la pereza como el que se tomó esta mañana?
Agarrar sus chécheres y mandarlos a la basura para estrenar todo en un lugar que le guste. Cambiar su vida, darle otra dirección.
Sepa que todo eso es posible, hay que mandarse de jeta por el barranco pero no para apagar su vida, no me lo tome a mal. Cuando digo que hay que «mandarse» me refiero a tener el valor para hacer cambios radicales en su vida.
Mandar a su novia o novio al carajo si es que siente que está viviendo en una costumbre, por ejemplo.
Hágase un examen de conciencia sincero, encuentre lo que está mal y lo que quiere cambiar y una vez lo tenga claro… ¡CÁMBIELO!
Sí, así de simple. Cambie lo que quiera, remodele su vida sin pensarlo mucho. No piense en plata, la simple intención sincera de su parte para cambiar, ya es un cambio. ¿Sí ve?… Sencillo.
Métase en la cabeza que nunca es tarde para arrancar de ceros y que mientras amanezca cada día, usted tiene una nueva oportunidad para cambiar o para seguir su vida entre los trancones soñando con estar donde no está.
Siempre dependerá de usted, de la mentalidad con la que vea las cosas, y de la valentía con la que las enfrente.
Recuerde… No es huir, es comenzar otra vez, y esta vez hacerlo bien, con el aprendizaje de lo vivido y la visión de una nueva vida.
Échele cabeza y verá.
Gracias por leer.
Le deseo un excelente vuelo.
Por
Pineda.
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