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Hoy no pienso contar una historia, hoy voy a dar mi opinión muy respetuosa sobre un tema que me tiene preocupado.

El feminismo radical y sin contemplación.

Sin ánimo de recibir amenazas, groserías ni vituperios de las señoritas feministas acérrimas, de esas que no se dejan hablar y que usan el hashtag #Misógino como agresión pero que no saben siquiera lo que significa la palabra, les voy a decir lo que pienso y lo que siento.

Primero, quiero decir que RESPETO PROFUNDAMENTE a las mujeres y me siento muy orgulloso de todo lo que han logrado a través de los años, las amo desde la cama hasta como compañeras de trabajo, vuelo dichoso y tranquilo cuando sé que la piloto es una mujer y prefiero siempre que me atienda una doctora cuando estoy enfermo.

Me encanta como hablan, como sonríen y cuando están felices, amo tener el honor de su compañía y tomarlas de la mano para caminar, estoy convencido de que TODOS los hombres necesitamos de mujeres para ser mejores porque ellas logran que seamos nuestra mejor versión.

Mi vida está rodeada de mujeres, son el centro de mi vida, tengo 6 tías, abuela, hermana y 2 sobrinas

Adoro cuando una mujer está de mi lado apoyándome y organizando mi vida, porque ellas siempre saben qué hacer, cómo reaccionar y qué decir.

Amo cuando una mujer me invita a salir, cuando habla de frente y expresa lo que quiere, me encanta debatir con ellas, beber vino hasta perder la conciencia; sé cocinar y lo hago para ellas pero amo y valoro cuando una mujer se esmera en cocinar para mí.

Me duele el alma cuando me entero que las maltratan y me dan ganas de darle en la jeta al monstruo capaz de eso.

Me han hecho llorar y muchas veces me han partido el corazón, me han tratado mal y algunas se han aprovechado de mis sentimientos para darme la puñalada por la espalda.

Hay unas mujeres que no quisiera encontrarme de nuevo y les deseo que la vida les dé justo lo que merecen.

Hay otras a las que no olvido.

Pero hay un tipo de mujer a la que aunque respete no puedo estar de acuerdo con ella.

Y es a esa a la que el feminismo radical la convirtió en resentida social, la que por todo se ofende y reacciona con grosería pero sin fundamento, a esa que cree que todos los hombres la atacan y la agreden.

La que se siente golpeada y violada por las opiniones y los desacuerdos normales de todos los seres humanos, la que escribe misógino por mostrar conocimiento de una causa que se volvió una agresión, la que no entiende razones.

La que está desesperada por llamar la atención en medio de su soledad de corazón, la que siempre quiere tener la razón a las malas.

A esa mujer están dedicadas estas letras, no para que cambien, porque no lo harán; sino para que sepan lo que opino.

Porque también tengo derecho a dar mi punto de vista y me tienen cansado sus agresiones a las que de verdad he tratado de darles forma pero no he logrado hacerlo.

Y no estoy de acuerdo porque simplemente no tengo cómo convencerla de lo contrario a sus ideas, no estoy de acuerdo porque no tengo tema donde podamos tener algo en común.

Y aunque como mujeres tienen mi respeto… Como feministas tienen todo mi desacuerdo.

Por eso le pido a usted, señorita feminista de pura cepa, que trate de ser más condescendiente cuando use el término «Misógino» y antes de hacerlo tómese el tiempo de buscar su significado en un diccionario para que sepa de lo que habla.

Por mi parte le deseo toda la felicidad que se merece y que la alegría llegue a su corazón en concordancia con sus ideas.

Un abrazo

Pineda.

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