Una persona llega a un restaurante de barrio de esos donde la comida es económica y donde almuerzan muchos oficinistas, se sienta solo en una mesa de 4 puestos, llueve. Un mesero se acerca y le pregunta si le importa compartir la mesa con alguien más. Él acepta… Minutos más tarde salen del restaurante el hombre y la mujer compartiendo sombrilla bajo la lluvia, sonriendo.
A los 6 meses se fueron a vivir juntos y hoy están casados y convencidos de estar con el amor de la vida.
Y fue sencillo, solo le bastó aceptar compartir la mesa.
TODOS. Y aunque muchos lo nieguen porque la soberbia no les permite abrir el corazón, estamos buscando ese amor que nos complemente, que nos alimente el alma y que nos acepte tal y como somos. El amor de la vida.
Y muchos dirán: ¡ESTE AMOR PERFECTO NO EXISTE! pero si es así, ¿por qué hay gente que lo encontró?
La mayoría de las veces somos nosotros los que cerramos la puerta y no dejamos que llegue quien nos quiere ya sea por nuestras mismas experiencias pasadas que nos impiden abrir el corazón, porque a TODOS, por más rudos que nos consideremos nos han partido el corazón.
Ella estaba sentada en una banca del parque, lloraba porque había sido despedida injustamente, se quejaba ante el universo por su ‘Mala suerte’ y de repente un balonazo la golpeó en su pierna; y cuando iba a dejar salir su furia un hombre se acercó a pedir disculpas por el golpe… más tarde ellos estaban tomando café. Tienen ya 5 años de casados. Están seguros que son el amor de la vida.
Y no se trata de situaciones fortuitas, pero es que la vida es muy bonita, llena de caminos y además le encanta hacernos girar dramáticamente (A veces de forma muy extrema) con la intención de que aprendamos, crezcamos y vivamos felices.
Y mientras más nos rebelemos ante ella, pues más nos va a revolcar hasta encontrar la armonía que necesitamos para encontrar el final del camino felices. Y esto incluye al amor.
Por eso en vez de estar buscando como desesperados o cerrando las puertas por prevención, hay que estar es ATENTOS. Y sobretodo afinar los sentidos para no creer que CUALQUIERA puede ocupar ese lugar en nuestro corazón; y tener claro que sabremos ELEGIR bien.
Un hombre fue a visitar a su Mamá al hospital, ella está muy enferma, su visita es prácticamente una despedida triste. Sale llorando tratando de enfrentar una pérdida tan grande y ese inmenso dolor y se sienta en una silla desconsolado… Al lado una mujer llora también… Ellos se miran por cosas del destino y en medio del dolor y como consecuencia de la situación de tristeza, aflora lo humano en ellos y se funden en un abrazo.
Dos años más tarde están en el mismo hospital… Viendo nacer a su primer hijo.
Enamorados y felices.
Sé que este texto les podrá parecer rosa e inspiracional, y me parece muy bien, sin embargo lo que quiero que vean es que el amor está en todas partes, incluso en los peores momentos, y muchas veces le ponemos barreras que el amor puede superar con facilidad dentro de las proporciones como el dinero, la edad, el rechazo familiar, la condición sexual, etc.
Y eso es lo que necesita este mundo, gente que se ame, porque TODOS lo merecemos y para todos hay. Dejemos de cerrar el corazón y los ojos. Y mejor pongamos en función estos sentidos a nuestro favor. Dejémonos querer seamos honestos con nosotros mismos y sobretodo sepamos elegir, decir no si no estamos seguros, escucharnos y entender que siempre habrá alguien ahí afuera que nos quiera justo como nosotros esperamos.
Necesitamos amor como un hijueputa en este mundo hermoso pero triste porque todos estamos cerrando nuestros corazones.
Feliz semana
Por
Pineda.
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