La gracia es no creer en nada de lo que lees, seguir tu camino por las redes sociales dando «likes» a fotos que no te gustan aunque lo hagas solo por ser amigo, al fin y al cabo no te cuesta nada.
Despertar cada mañana haciendo el mismo movimiento, a la derecha o izquierda dependiendo de a qué lado esté la mesita de noche donde está tu teléfono, para quedarte esos cinco minutos más leyendo noticias que sabes que no son ciertas, pero como todos las comparten pues no debes quedarte atrás.
Además unos cuantos «Likes» para comenzar el día no caen mal.
Y lo cierto es que recibir «Me gusta» se ha convertido en una especie de tributo que necesitamos cada día para estar bien y de alguna manera sentirnos parte de algo que no sabemos muy bien qué es pero sin lo cuál podríamos vivir.
La vida diaria se convirtió en una mezcla de realidades que necesitan aprobaciones virtuales de desconocidos que no les importa pero que están pendientes de nosotros y nosotros pendientes de ellos.
Una vía de ida y vuelta.
Pero… ¿Por qué hacemos tantas cosas por likes? es fácil responder a eso; porque LOS NECESITAMOS para saber que estamos bien con todos y estamos engranados con nuestra realidad.
Yo les pregunto, y quiero que sean sinceros con ustedes mismos ¿Qué pasaría si un día no tuvieran ni un «me gusta» de nadie en ninguna red social?
¿Qué pasaría si publicaran lo mismo de cada día y no recibieran ni una respuesta?
En mi caso pensaría que las redes «Están molestando» y así lo haría saber. Luego, al ver que nadie me responde imaginaría que nadie me está leyendo, estaría levemente preocupado y para comprobar esto escribiría un sincero…. «¿Me leen?»
Al ver que no recibo respuesta alguna mi grado de estrés subiría y pensaría que no estoy «en línea», revisaría mis datos, reinstalaría las aplicaciones y al ver que nada funciona me preguntaría si hice algo malo o si la gente está brava conmigo.
Estaría muy triste, debo aceptarlo y no me da pena.
Y solo ahí tomaría la decisión de llamar a cualquier amigo a preguntarle si ve mis mensajes, mis memes, mis comentarios y mis ocurrencias para comprobar si existo.
Recibir «Me gusta» se ha convertido en una especie de tributo que necesitamos cada día para estar bien y de alguna manera sentirnos parte de algo
Y de nuevo pregunto. ¿Qué pasaría si diera la respuesta simple de. No te he dado «like» porque no me gustó lo que publicaste»?
Afortunadamente eso no va a pasar, siempre habrá alguien que esté de acuerdo con tus mensajes, que se ría de tus memes y que le dé «me gusta» a tus fotos.
Porque eso hace parte de la vida de hoy, de nuestro universo. Por eso es tan importante y por eso nos preocupa.
Yo nací y viví en un mundo sin «likes» mucho tiempo hasta que un día alguien me enseñó que en internet había una página donde había un acuario «virtual» y la gente te regalaba pescados.
En ese momento y para mi… Ahí comenzó todo.
A lo que quiero llegar es a que entiendo la importancia de recibir «Likes» en nuestra vida, soy conciente de lo que producen y lo que generan aunque no sean del todo sinceros.
Porque lo que nos importa es ser escuchados, leídos y vistos sin que nos importe mucho la honestidad de quien nos dé ese «Me gusta» que tanto amamos.
Así es el mundo ahora y así hay que vivirlo.
Gracias por leer
Por
Diego Mauricio Pineda R.
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