Por qué nos debería importar el Foro Económico Mundial para América Latina
Podría asegurar que muy pocos latinoamericanos lo saben, pero esta semana se llevó a cabo el Foro Económico Mundial para América Latina en Panamá. Este evento es una oportunidad para que los líderes políticos y económicos de la región discutan la situación económica y política de nuestro continente y hagan recomendaciones acerca del rumbo que Latinoamérica debe seguir para avanzar en un cambiante entorno económico y político mundial. Es realmente importante. De hecho es mucho más importante y productivo que cualquier reunión de UNASUR o el ALBA o la CELAC.
Sin embargo, es de alguna manera desalentador observar como los medios de la región le dan tan poca importancia a estos eventos. Cualquier reunión inútil de UNASUR o la CELAC tiene mucho mayor cubrimiento que un foro donde están los que tienen el poder de decidir el camino del desarrollo político y económico de América Latina. Si bien puede verse como una reunión de la élite política y económica de la región, son ellos los que toman las decisiones que afectan el rumbo del continente y sus pueblos. Los latinoamericanos no solo deberíamos estar interesados en lo que tienen que decir, e informados sobre sus pensamientos, políticas y conclusiones. Deberíamos, como ocurre con el Foro Económico en Davos, Suiza, que es el padre de todos estos foros regionales, tener una presencia más activa como sociedad y promover políticas y decisiones que ayuden a solucionar muchos de los problemas que aquejan a las naciones del continente. Estos foros no se pueden quedar en simples conversatorios. Es la sociedad civil la que puede presionar para que las ideas que allí se expongan sean implementadas o por lo menos tengan avances que se transformen luego en políticas de estado.
Así que para que nos informemos sobre lo que ocurrió en este foro, los temas que más sobresalieron son críticos para la región. Las mayores discusiones se centraron en cómo reducir la desigualdad en el continente, y para ello que se debe hacer para mejorar el nivel educativo de los países, la calidad de esa educación y la cobertura, especialmente frente a los resultados tan lamentables de la región en las pruebas PISA. Se discutió el efecto destructivo de la corrupción en el desarrollo de la región y como este flagelo aumenta la falta de confianza en el estado y debilita la democracia. También se analizó con detalle cómo abrir las economías de la región a un nuevo modelo económico centrado ya no solo en los Estados Unidos o la Unión Europea sino en la China y el este asiático, y para ello debemos promover la integración regional como una necesidad para poder competir frente a esos bloques económicos mundiales. La falta de infraestructura capaz de abrir mercados y promover desarrollo es otro de los aspectos donde la región tiene serios problemas y aunque algunos países han avanzado dramáticamente para mejorar estas falencias, otros tienen niveles de infraestructura con 50 y 60 años de atraso. Líderes políticos y económicos mostraron ejemplos de casos exitosos en la región donde políticas y acciones, privadas y estatales, han contribuido a solucionar algunos de estos problemas.
En general, muchas ideas y recomendaciones se hicieron en torno a cómo Latinoamérica puede convertir sus economías, modernizarlas, promover la innovación y el desarrollo, para no llegar a convertirse en un continente irrelevante en la economía mundial. Los latinoamericanos nos deberíamos interesar más en estos temas y en estos eventos. Es aquí donde el futuro de la región se discute y quienes asisten son los que tienen el poder de implementar los cambios necesarios para que ese futuro sea mejor. Nuestro poder esta en presionar a nuestros líderes para que estas ideas se encaminen y se implementen no para el beneficio de unos pocos, sino para el mejoramiento de las condiciones de vida de todos, en cada uno de nuestros países.
Esto es con seguridad mucho más importante que la reunión de la CELAC para darle palmaditas de felicitación a los Castro y a Maduro por su “gran labor” en sus naciones o las innumerables cumbres regionales donde poco se discute y poco se acuerda. Nos tenemos que enfocar como región en nuestro futuro y es en foros como este, donde ese futuro se decide y está tomando forma, y no podemos perder la oportunidad como sociedad civil de tener una voz en la manera como la región se transforma.
Comentarios