La tendencia mundial en seguridad digital es el uso de la biometría como método de autenticación en internet. Nuestro cerebro humano es tan poderoso pero a la vez tan limitado que es muy fácil olvidar una contraseña que hicimos hace algunos años para abrir una cuenta de correo o una cuenta bancaria. Nuestra información y nuestros datos están expuestos constantemente y todos podemos ser víctimas del robo de nuestra identidad.
Y es que si se pone a pensar es mucho más difícil robar o copiar la identidad y las huellas dactilares de una persona que su contraseña de inicio de sesión. La empresa de tecnología Samsung, ya está utilizando el escaneo del iris y de huellas dactilares en sus teléfonos inteligentes lo cual ayuda a que la información almacenada en el dispositivo pueda ser utilizada únicamente por el propietario del teléfono.
También los gobiernos están evidenciando los beneficios de la biometría para la gestión y el control de las fronteras. Imaginen poder agilizar todos esos procesos que implican llenar formularios larguísimos y que en vez de eso sólo tengan que escanear nuestras huellas dactilares; y que de manera inmediata toda nuestra información aparezca en una pantalla. Eso ya ocurre pero es necesario que pase más.
Por lo tanto, ya es hora de que los reguladores se centren en el uso de los datos biométricos y se aseguren de proteger los principios claves, como el anonimato, el consentimiento y el propósito.
Es necesario que todos los países del mundo se unan a la causa y sigan el ejemplo de lugares como el Reino Unido que en su más reciente Regulación General de Protección de datos incluyó el uso de datos biométricos con lo cual se alineó a las políticas de la UE.
Por su parte, en Estados Unidos donde el entorno regulatorio es más fragmentado, Washington se convirtió en el tercer estado en aprobar una ley de protección biométrica que abarca cualquier entidad comercial que recoja información con fines comerciales.
Y eso no es todo, en la India hace poco en el Tribunal Superior de ese país se declaró la privacidad como “derecho fundamental”. Todo esto evidencia que la protección de datos biométricos es una prioridad en la agenda mundial. Todos están de acuerdo con que hay que castigar a todos los entes y las empresas que no protejan adecuadamente los datos y la información de sus clientes; ojalá el castigo sean grandes multas de dinero.
Las empresas necesitan un asesoramiento independiente cuando se trata de proteger la información personal. En Gemalto trabajamos en más de 200 proyectos de seguridad civil y de aplicación de la ley que incorpora la biometría. Podemos actuar como una autoridad independiente para recomendar la solución más adecuada para cada aplicación. Sinceramente prefiero los datos biométricos y recomiendo lo mismo.
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