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La obsesión por la belleza, un ideal de belleza bastante aburrido y uniforme, lleva a millones de mujeres a someterse a cirugías plásticas, que no sólo son costosas, sino que atentan contra sus vidas.

Por tener una talla de sostén talla 36 D lo arriesgan todo. Me parece que no se tiene conciencia de los peligros que conlleva una cirugía. Y por otra parte, es triste que para la mujer sea tan importante verse de cierta manera, que se someta al dolor físico, las semanas de movilidad limitada, los riesgos de infección e incluso muerte, que representa una cirugía, solo por lucir de acuerdo a un estándar de belleza inventado.

La apariencia física no debería ser lo más importante en la vida de nadie, sea mujer, hombre, niño, perro o gato. Si es una obsesión hay un problema. La belleza viene en muchas formas, tamaños y colores. No todas tenemos que tener un busto exageradamente grande, la nariz recta, el pelo rubio, los ojos claros, los labios carnosos, las nalgas protuberantes.

El problema empieza desde la infancia, el mejor halago para una niña es que es linda, que va a ser reina de belleza. Mientras a los niños los alabamos por ser fuertes e inteligentes.

La publicidad, los medios y las redes sociales nos bombardean con imágenes de mujeres imposiblemente hermosas que aparentan tenerlo todo. Aunque sabemos que las fotos son retocadas, representan un ideal, por supuesto inalcanzable.

El reinado de belleza nacional y una cantidad de reinados de belleza de todas las hortalizas y vegetales existentes acaparan la atención de todos. Estos concursos incluyen mujeres jóvenes e incluso niñas de menos de 10 años. Esto refuerza la idea de que la belleza de la mujer debe ser su máxima aspiración.

¿No sería mejor hacer concursos de ajedrez o competencias de deportes o de lenguaje de código para niñas? ¿Por qué no mejor incentivarlas desde temprano a ser independientes, a estudiar y a encontrar su vocación?

Es triste ver la cantidad de mujeres gastando gran parte de su tiempo y dinero en transformarse para verse como alguien más. En lugar de desarrollarse interiormente y ser felices consigo mismas.

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