En un sistema donde la salud es un derecho fundamental y donde sus beneficiarios tienen derecho a un todo con un límite -porque los recursos de la salud no son infinitos- el ministerio de salud ha dejado conocer los 44 servicios y tecnologías que serán excluidas de la financiación con recursos públicos, proceso al que se llegó escuchando la opinión de asociaciones de profesionales, expertos y pacientes bajo la premisa de que no se podía seguir pagando servicios con finalidad cosmética, sin evidencia científica de seguridad, confianza y efectividad clínica, o que se encuentren sin un aval de autoridad competente en el país o en proceso de experimentación.
En definitiva, estas exclusiones frenan el abuso de algunos pacientes, la poca autoregulación por parte del personal médico a la hora de formular y la feria de fallos por parte de jueces con escasez de hechos fácticos.
Una ardua tarea, donde pacientes durante estos 24 años de ley 100 llevan accediendo a varios servicios dentro ese listado como por ejemplo: toallas húmedas, emulsiones hidratantes, gel antibacterial, por parte de sus aseguradores por vías como el antiguo comité técnico científico (CTC), tutelas, desacatos o simplemente por un proceso de autorizaciones en donde era necesario por transparencia colocar las cartas sobre la mesa y analizar la evidencia para tomar la decisión de frenar el abuso de algunos pacientes, la poca auto-regulación por parte del personal médico a la hora de formular y la feria de fallos por parte de jueces con escasez de hechos fácticos.
Sin duda un logro para ayudar a la transparencia del sistema de salud donde se necesitaba con urgencia conocer a qué se tiene y a que no se tiene derecho. Así lo reconoció Dennis Silva, vocero de Pacientes Colombia a este blog, y para quien en esta lista de exclusiones las personas en condición de discapacidad son las grandes afectadas, quedando el interrogante de saber si luego de estas medidas, el acceso a algunas exclusiones ganadas vía tutela pudieran presentar dificultades en la continuidad en los servicios. Aunque a su vez se muestra positivo al reconocer que quienes bajo tutela o desacato tienen un derecho ganado vía judicial, ninguna norma en la teoría debe hacerlo regresivo.
Aunque el proyecto resolución que contempla las 44 exclusiones al momento de publicar esta entrada de blog está abierto a comentarios hasta las siguientes 48 horas, lo cierto es que se debe aplaudir que en buena hora el ministerio de salud cambió en esta crucial tarea el paradigma de socialización por el de participación, donde estuvo el colectivo, la ciudadanía (potencialmente afectados) proponiendo en Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Medellín, Mitú, San Juan de Pasto, Santiago de Cali, Valledupar y Pereira, en los cuales se contó con un total de cuatrocientos veinticuatro (424) personas participantes.
En definitiva, exclusiones que ponen un alto a los excesos y a la idea de que con los recursos de la salud algunos colombianos coman langosta.
Proyecto Resolución de Exclusiones
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