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En medio de hechos tan comentados por estos días como el nobel de paz, el encuentro entre Santos y Uribe, la pérdida del Sí en el plebiscito por la paz y la disposición del ELN para iniciar acuerdos en Ecuador, está haciendo fila el tema de la reforma tributaria que en el sector económico, en los medios y la sociedad ya es tendencia.

Para unos, es el coco, para otros es la solución, lo que quiere decir que para esto también hay personas a favor y en contra, unos van por el Sí y otros por el No. Este tipo de cambios estructurales al sistema tributario en Colombia ya se venía cantando meses atrás, inclusive se acuñó con gran fuerza esta reforma a favor de la paz y oficialmente mañana miércoles será radicada por el gobierno ante el congreso de la república quienes a pesar del momento tan efervescente que se respira por estos días en el país, tendrán el reto de sacarla en lo que queda del 2016, así que muy seguramente ese será “el regalo de navidad” para los colombianos.

Sin embargo no deja de sorprender que este gobierno diga una cosa y después resulte con otra y esto se debe decir, porque antes de estos cambios hubo promesas. Santos en su segunda campaña presidencial afirmó: “Puedo firmar sobre piedra o mármol que no voy a incrementar las tarifas de los impuestos durante mi Gobierno”, o que tal lo dicho en 2014: “El 4 X 1000 no será eterno”, afirmaciones que hoy se caen, porque más allá del incremento al  IVA de 19% este mico se nos vino encima.

Frente a esto, el ambiente en el pueblo trabajador, no es el mejor. Bien lo diría Juan Carlos Vélez, la gente está “verraca”, y es comprensible, en un país donde el 54,28%* de los ocupados ganan menos de un salario mínimo y donde pareciera que el gobierno no pujara igual cuando se tiene que hablar del incremento a este salario. Aunque se ha dicho que con esta reforma los que más ganan, más pagan, bueno es preguntarse, ¿por qué estos temas no se discuten con la gente de a pie a quien le impacta tanto el bolsillo? Ahora, han dicho que esta reforma no tendrá mayor impacto en la canasta familiar, en el consumo diario. Pero, ¿cómo creer? Ante las afirmaciones que este gobierno ha incumplido como los ejemplos mencionados anteriormente.

 

Por ahora, Colombia está a la expectativa de lo que se viene, no sólo con las FARC y ahora con el ELN, sino también con el bolsillo. Ojalá la reforma tributaria pudiera ir a un plebiscito, ahora que esta “tan de moda”, porque la cifra de vació fiscal por 34 billones de pesos asusta y lo que queda es “disfrutar” la recta final del 16% de IVA y adelantarse a hacer las compras de navidad y si se puede pagar colegios y universidades antes mucho mejor, porque en reforma tributaria no hay pero que valga, esto se vino y con toda!. Ya veremos la reforma tributaria del nobel de paz.

 

 

 

* Cifra del documento “Trabajadores colombianos: pobres por ingresos”. Octavo Informe Nacional de Trabajo Decente. Escuela Nacional Sindical (ENS), 2015

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