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La salud se ha convertido en un dolor de cabeza para los colombianos por la esquina donde se vea. Más allá de la falta de autorización en servicios y las tutelas para defender un derecho por parte de pacientes, también están los prestadores de servicios que se han visto obligados al cierre de servicios ante la difícil situación económica y Entidades Promotoras de Salud (EPS) a quienes su cartera en vez de mejorar, empeora. Así lo demostró el reciente informe de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) con corte a 30 de junio del 2017 donde en régimen contributivo el gran deudor continúa siendo Nueva EPS con $874. 634 millones y en el subsidiado Savia Salud EPS con $626. 893 millones. Estos valores, sin tener en cuenta la deuda de Nueva EPS y Savia Salud con la red de hospitales públicos y con el grupo de clínicas y hospitales que no hacen parte de la ACHC por dar solo un ejemplo.

Aun así, todos los caminos conducen al sector de la salud a algo que no se puede ni negar, ni esconder: una crisis. Una crisis en la que se han escuchado distintas fórmulas desde distintos sectores que abarcan desde cambiar nombres y funciones a las EPS, hasta acabarlas junto con la ley 100 de 1993 para dar oxigeno con otro modelo de salud. En últimas todos tratando de dar en el blanco o de hacer que el barco no se hunda a pesar de la tormenta.

En medio de tantas formulas, este blog encontró a Fabio Aristizabal, el especialista que asesora el proyecto de ley 090 de 2017 liderado por el expresidente y senador Álvaro Uribe que busca ser propuesta para el alivio de esta crisis. Para Aristizabal, profesional de odontología que ha sido asegurador, secretario de salud, gerente de hospital, empresario, docente, asesor legal y paciente “la salud en Colombia es un problema de actores y no del modelo”.

Coincide al igual que muchos en el sector salud al considerar que existe una crisis, pero también destaca que “a pesar de la crisis el sistema ha crecido. Es una crisis difícil de entender porque en crisis hemos estado hace 24 años, pero las clínicas siguen creciendo, se multiplican. Las EPS aún se mantienen. La crisis lleva 24 años, todos los años es la misma crisis, ¿pero por qué todo el mundo se mete en el sector salud? la gente sigue estudiando medicina, odontología, bacteriología. Sigue siendo un sector atractivo”.

Bajo esa óptica tiene claro que en Colombia el problema no es la ley 100 del 93, porque “a pesar de que las deudas aumentan, no se debe desconocer que el sistema es líder en la región y la cobertura es casi universal”. Destaca que el lunar se centra en reconocer que “el país atraviesa una crisis en el flujo de recursos” y que “el problema va más allá que la ley 100 y en realidad se trata de un problema de los actores de esa ley donde ven un sistema colapsado y donde nadie quiere ceder. A ninguno le gusta reconocer que ha abusado del sistema”.

Este proyecto de ley no es una reforma, son unos ajustes a la ley. El modelo de aseguramiento es perfecto.

Su discurso inmediatamente lleva a recordar los resultados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2015 donde reconoce que el país ha mejorado significativamente su sistema de salud, pero para mantener la ambición de proveer un servicio de salud universal y de alta calidad, Colombia ahora debe enfocarse en mejorar la eficiencia y fortalecer la sostenibilidad financiera del sistema de salud. Sin embargo, para Aristizabal esta recomendación lleva a que en el proyecto de ley 090 se plasme el reto de entender que esta crisis financiera no requiere de aplicar más porcentaje del PIB al sector y correr el riesgo de que se siga perdiendo la plata, sino de primero identificar dónde está la hemorragia de recursos para poder organizar la casa y saber si se la plata alcanza o no, porque entre otras cosas reconoce que a hoy nadie sabe en realidad cuál es la deuda a las instituciones de salud, ya que cada sector presenta una cifra distinta.

“No entendemos las cifras de la deuda y el control de recursos financieros que tiene en su control la Supersalud. No lo entendemos. No existe rigor por parte de la Supersalud, la gente ya no le cree. Nada más el superintendente está sancionado”. Reconoce que en este sistema todos son deudores, inclusive el Estado en la demora en el flujo de recursos con las EPS y de estas con los prestadores y por ello desde este proyecto de ley hace un llamado a una cultura donde “quien que deba, pague y evite el circulo vicioso”, pero para ello, su propuesta es que la Supersalud se quede solo con las labores técnicas del sistema de salud, guías de atención y habilitación y se le de paso a la Superintendencia financiera para que vigile y controle los recursos financieros de la salud, porque considera que “históricamente es la superintendencia con más rigor, más dientes y tiene experiencia”.

En ultimas, darle competencia técnica e idónea de la Superintendencia Financiera para ejercer su competencia de control, vigilancia e inspección a las entidades promotoras de salud en lo que corresponde a su patrimonio, reservas, inversiones y manejo financiero.

Fabio Aristizabal es optimista en esta nueva propuesta, creer que con ella se alivia la crisis y dentro de las muchas propuestas de sectores cree que el proyecto de Ley 090 va más allá, porque en ultimas le apunta a un modelo de salud netamente preventivo y de autocuidado, más no curativo y de atención a la enfermedad que finalmente también tiene que ver con el desangre del sistema.

Este proyecto de ley, ya paso hace unas semanas por la comisión VII y ante sus propuestas fue bien recibido. En la socialización con todos los actores, el expresidente Álvaro Uribe no tuvo oposición, pues hubo unánime respaldo con cero votos en contra. De esta manera comienza la carrera de esta propuesta, que a su vez espera en plenaria de Senado y Cámara también tener eco.

Recuerden, «este proyecto no es una reforma, son unos ajustes a la ley. El modelo de aseguramiento es perfecto».

La pregunta frente a la aprobación de esta propuesta es: ¿quedaremos con EPS fortalecidas, reguladas, con patrimonio, responsables y con solvencia económica?

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