El PSG tiene el mejor plantel de Europa, pero no es el lugar ideal si quieres convertirte en leyenda del fútbol.
El Paris Saint-Germain (PSG) es un equipo que ha intentado comprar el prestigio y que, muy a mi pesar, lo acabará logrando. El plantel masculino de este año en el PSG parece armado en un videojuego (quizá porque el equipo francés parece jugar con otras reglas financieras) y es sin duda alguna el favorito a ganar la Champions. Por eso sorprende, por lo menos de entrada, que Kylian Mbappé no quiera renovar con el equipo parisino a un año de acabar contrato.
El joven francés ganó a sus 19 años la Copa del Mundo (Rusia 2018) y desde entonces su objetivo es levantar el título europeo. Fichó en 2017 por el PSG con dicha ambición. Sin embargo, el mejor desempeño del club fue en 2020, cuando perdió la final contra Bayern Múnich. Tras casi cinco años en el equipo y un Real Madrid que desde hace tiempo le ofrece una camiseta blanca, Mbappé ha decidido que es hora de hacer maletas esta o la siguiente temporada.
El PSG presiona y le presenta argumentos para que renueve. Con un fondo de dinero infinito, trajo este año a los capitanes del Real Madrid (Sergio Ramos) y del Barcelona (Lionel Messi) para ponerse un peldaño por encima de sus rivales y convencer a Mbappé. La posibilidad de jugar con el mejor futbolista de la historia y con uno de los mejores defensas de las últimas décadas es muy difícil de rechazar. Pero eso no parece cambiar la intención de Mbappé, que entrena con las dos leyendas por la mañana y pelea con el club por la tarde para que le deje ir.
El Real Madrid observa, con impaciencia silenciosa, a ver si el teléfono suena antes de que llegue el 31 de agosto, fecha límite para inscribir nuevos jugadores en Europa. Florentino Pérez, presidente del club blanco, antes habría resuelto el negocio con unos millones más en el cheque, pero el Madrid ya no es el de antes y el PSG tiene todo el dinero que necesita (y más). Los españoles ya no tienen a Cristiano Ronaldo, ni a Sergio Ramos, solo a un Gareth Bale que busca recuperar su nivel desde hace tres años, y a un Benzema, que con golazos y buen juego mantiene a flote el barco.
¿Por qué Mbappé prefiere tirar paredes con Bale que con Messi? ¿No quiere ganar la Champions? Por lo menos, en la previa, no hay plantilla con más capacidades que la del PSG para llevarse el trofeo. Algo tiene ese club que no enamora a una mente con la ambición de Kylian.
Quizá, la respuesta es que, a diferencia de Messi, Ramos, Di Maria, Neymar y otros grandes de los últimos años que juegan en el PSG, Mbappé tiene toda una carrera por delante y su club, incluso con un equipo de gala, se le queda pequeño a una promesa de ese nivel. Mientras varios de sus compañeros, que han hecho historia en el fútbol, escogen el club parisino como retiro millonario de la élite europea, Kylian lo necesita para escribir esa historia que lo ponga en lo más alto de la narrativa.
Para ganarse un espacio ahí, debe competir contra los mejores. Francia tiene una liga decente, pero la domina el PSG al que, esporádicamente, le aparece un rival. En Inglaterra o España hay más competencia. Los jugadores no solo comparten camerinos con estrellas, sino que también se enfrentan a ellas. El PSG, así tenga la mejor plantilla del mundo, es un equipo de retiro para futbolistas del nivel de Messi o Ramos. Eso no cambiará mientras la liga francesa no crezca al nivel del club parisino. Mbappé acierta en querer partir.
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