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-“¿Estás viendo la serie de ‘Narcos’ en Netflix?” Una de las preguntas que más me hacen mis amigos en Inglaterra cuando les llamo.

-“Claro que sí,” les digo.

Pero lo que ellos no saben es que la estamos viendo desde dos perspectivas muy diferentes.

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Crédito: http://www.ligadoemserie.com.br

Después de oír mil recomendaciones de mis amigos, decidí empezar a ver la serie por pura curiosidad. En cuanto a mis conocimientos del país, antes de llegar sabía lo básico. Por una razón u otra, nunca había estudiado la historia de Colombia, ni es un tema que abunde entre los historiadores ingleses.

Rodeada por mil cosas completamente nuevas: una nueva cultura, un nuevo idioma, una nueva ciudad; me sentí muy “forastera” por no entender completamente la historia del país. Entonces, ver ‘Narcos’ me pareció una manera conveniente (léase ‘fácil’) de conocer más la historia.

Little did I know: qué equivocada estaba.

A pesar de no ser colombiana, me di cuenta de inmediato que la mayoría de los actores no son colombianos. Esto se nota muchísimo por los acentos y por el problema del vocabulario particular y único del español colombiano.

Los directores intentan remediar esto en lo posible, al poner un montón de “maricas”, “güevones” y diminutivos (entre otros dichos típicos colombianos) en el diálogo de los personajes. Es algo que suena, por lo menos, raro.

Por ejemplo, el papel de Pablo Escobar le toca a un brasileño, Wagner Moura. Él habla con un tono que, desafortunadamente, resalta bastante. De hecho, para todos los personajes principales hay un solo actor colombiano: Juan Pablo Raba. Los demás tienen papeles secundarios.

Bueno, al menos decidieron filmarla en Colombia.

Por supuesto el motivo del director José Padilha al crear la serie fue dramatizar la historia de Colombia para una audiencia global. Pero este motivo, con razón, no siempre cae bien entre los colombianos.

Mientras veía la serie (lo confieso: lentamente) a lo largo de mis tres meses en Colombia, sin darme cuenta, estaba empezando a entender este país. Con este nuevo conocimiento, con cada capítulo empezaba poco a poco a dudar de la imagen que ‘Narcos’ transmite.

Obviamente, no hay mejor forma de aprender sobre la verdadera historia de un país que hablar con sus ciudadanos. Entonces, después de hablar con varios colombianos, conocí la opinión, en general, negativa sobre la serie. Esto no me sorprendió. A muchos les parece que los americanos están explotando una historia que básicamente arruinó a Colombia por más de una década y obteniendo beneficios al dramatizar lo que realmente pasó en los 80. Irónicamente, ‘Narcos’ representa otro ejemplo de la intervención estadounidense –para muchos, indeseada- en asuntos de Colombia.

Volviendo a mis pensamientos personales, no pude evitar notar la representación equivocada de la toma del Palacio de Justicia, de la que recientemente se cumplieron treinta años. Es un tema del que aprendí preparando el especial del Túnel de EL TIEMPO y del que quisiera saber más, pero en la serie semejante episodio tan doloroso, que dejó tantos muertos, se ve reducido en a un ‘mandado’ en el que el M19 se toma el Palacio porque había allí documentos que probaban las actividades ilegales de Pablo Escobar. Las causas y los hechos del Palacio están lejos de haberse revelado y hay razones detrás de la toma que ‘Narcos’ ni siquiera menciona.

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Crédito: EL TIEMPO archivo

Otra queja más, y en esta no estoy sola: Me parece que el equipo de ‘Narcos’ glorifica a Pablo Escobar. De nuevo, es una dramatización pero se logra a costa de tomar a la ligera asuntos que tuvieron graves implicaciones para este país. Por ejemplo, si echas un vistazo a la cuenta de ‘Narcos’ en Instagram, se puede ver esta foto, con la leyenda «Pablo’s #WisdomWednesday»

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Crédito: Usuario de Instagram ‘Narcos’

A pesar de todos mis reparos, no quiero dar una falsa impresión: Disfruté mucho la serie. Queda claro que es MUY entretenida. Mejor dicho: uno no se queda aburrido con lo que está viendo. También, la manera de contar la historia es cautivadora, aún si faltan muchos detalles importantes.

Sin embargo, me pregunto si el equipo de dirección sabía el efecto que la serie tendría en Colombia antes de filmarla. Usando esa expresión tan colombiana, a mis amigos en Inglaterra, les diría que ‘ojo’. La historia que se presenta en esta serie, aunque basada en hechos, no es necesariamente una verdadera representación de lo que pasó. De hecho, está bastante lejos de la versión colombiana y, por supuesto, hay mucho más acerca de este país de lo que cabe en 10 episodios.

Mi semana en cinco puntos

  1. Algo nuevo que aprendí sobre Colombia: La semana pasada aprendí más de lo que he aprendido durante todo mi tiempo acá en EL TIEMPO. Ser parte del proyecto ‘TuneldeELTIEMPO’ que salió tan exitoso en un momento muy importante de la historia de este país, fue una experiencia muy especial.
  2. Algo que extraño de Inglaterra: El roast dinner. Todos los domingos tengo ganas de cocinar y comerlo, con toda la familia.
  3. Nueva palabra colombiana: ‘Bostezar’: un suceso frecuente, en mi caso.
  4. Momento difícil de la semana: Darme cuenta del montón de trabajo que falta para este semestre de mi universidad en Inglaterra. eek. 
  5. Mejor momento de la semana: Dando la vuelta bien, por fin, en las clases de salsa.

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