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La producción de Sony Channel protagonizada por doctores reales con especialidades diferentes, acercó a la audiencia a casos médicos reales, desafiantes y sorprendentes que se viven en el día a día de la ‘Clínica X’. 

 Combinando géneros como la ficción, el documental y la realidad, ‘Clínica X’, docudrama médico en formato scripted reality siguió durante 30 episodios a siete doctores con diferentes especialidades en su día a día en esta clínica de Ciudad de México.

En cada uno de los episodios que estuvieron al aire en Sony Channel vimos a los médicos enfrentar casos reales, inesperados e insólitos que pusieron en peligro la vida de los pacientes que llegaban buscando el diagnóstico adecuado a sus dolencias.

Hablé con el médico Federico Von Son, quién en la serie interpretó a Ruben Marín, el neurocirujano de la clínica, sobre su llegada al proyecto, los retos de estar ante las cámaras y la experiencia como actor.

¿Qué fue lo que te llevó a participar de esta serie?

Federico Von Son: Creo que fueron dos cosas. Primero la curiosidad por vivir este tipo de experiencias, siempre me ha interesado saber que pasa detrás de cámaras en el set de una película o una serie. Por otro lado, yo creo en la transmisión de conocimiento, que es una de mis áreas más fuertes. He tenido la fortuna de participar en congresos médicos internacionales demostrando lo que hago en el área de investigación frente a un público conocedor que entienden los términos técnicos, pero tener la oportunidad de compartir lo que hacemos como médicos de forma masiva con personas que probablemente no conocen de medicina fue lo que en verdad me motivó a ser parte de este proyecto.

Federico Von Son, médico de Clínica X. Imagen suministrada por Sony

¿Cómo fue la experiencia siendo parte de Clínica X?

F.V.S: Retadora jajaja. Porque tuvimos que plasmar a través de un personaje que no tenía por lo general nuestra especialidad todo nuestro conocimiento médico, entonces fue un reto porque tuvimos que preparar el tema para atender bien los casos y transmitirlo ante las cámaras de la mejor manera para que la audiencia se compenetrara con las situaciones que está viendo en pantalla y eso es lo que hace de ‘Clínica X’ un formato interesante, porque la gente va a ver lo que sabemos de diferentes áreas de la medicina plasmadas en diferentes casos que salen en la serie. Otro de los retos grandes fue la improvisación, porque no tuvimos guion. Lo que vieron en el programa fue real, la llegada de un paciente al que teníamos que tratar y darle un diagnóstico es completamente cierto, y como médicos teníamos que dar un diagnóstico hablando en nuestro lenguaje con toda la experiencia que tenemos como doctores y que la gente vea de primera mano cómo es ese día a día en una clínica, creo que es lo que hizo interesante y enriquecedor el programa.

En ‘Clínica X’ interpretaste al neurocirujano Rubén Marín, ¿cómo fue trabajar con una especialidad diferente a la tuya?

F.V.S: Bueno, eso sí fue complicado. Como lo dices en el programa soy el neurocirujano Rubén Marín. A mí me encanta toda la parte de neuro, pero no es mi área de expertis, entonces en los primeros casos me estresé bastante. Te puedo decir que todos los casos los preparaba, en las noches me quedaba en la terraza estudiando cada caso, tratando de poder llevar lo mejor de mí para que todo saliera bien y pensando en los pacientes, pero sí, fue difícil, porque al final de cuentas, el no estar dentro de tu especialidad o área de conocimiento es un reto doble, pero lo más importante es que logramos resolverlo bien y se pudo plasmar lo que se necesitaba, que era sobre todo esta espontaneidad en el tratamiento de los casos.

Conociendo los retos, ¿podrías hablarnos de qué fue lo más fácil para ti durante las grabaciones?

F.V.S: La parte más fácil fue que pude ser yo mismo.  El hecho de que nos permitieran plasmar nuestra esencia en el personaje simplificó todo, porque no tuvimos que pensar qué haremos en la siguiente escena, eso nos ayudó mucho a decir “bueno, voy a llevar este caso como lo llevaría en mi cotidianidad”. Eso lo simplificó todo, claro, con retos en medio, como que el director diga que tu paciente, quien ya tenía cierto diagnóstico caiga en paro cardiaco y ya no era el mismo diagnóstico, pero fueron retos que íbamos encontrando en el camino y superando.

 ¿Cómo combinaste tu vida de médico real con las grabaciones de la serie, tuviste alguna situación parecida entre tu cotidianidad y los casos de Clínica X?

F.V.S: Sí, lo que se nos pidió desde un inicio fue que, si bien ustedes miran al doctor Ruben Marín y no a Federico Von Son, la esencia del doctor Ruben Marín es la de Federico Von Son, porque a pesar de que en la serie tengamos un nombre y especialidad diferente, todo lo que ven en la pantalla está basado en nosotros, en nuestra personalidad. Nos pidieron incluso que tuviéramos en algunas ocasiones en el set cosas que tuviéramos en nuestros consultorios o en nuestras casas, ovejitos que nos identificaran. En mi caso yo soy y fui futbolista, entonces en algunas escenas ves un baloncito de futbol que tengo siempre en mi oficina y con eso trataron de que realmente se plasmara nuestra esencia en los personajes

 ¿Alguna vez te imaginaste participando en una serie?

F.V.S: Desde niño siempre he visto series y he sido muy fan de las series médicas y las de Sony me las he visto todas jajajaja. Además, desde pequeño siempre tuve curiosidad sobre cómo sería hacer parte de un elenco y participar en una serie, pero nunca me imaginé que lo haría siendo médico, bueno, nunca pensé en ser actor pero tampoco en que siendo doctor tendría la oportunidad de hacer parte de un programa de televisión. Para mí fue una experiencia muy emocionante que estoy dispuesto a hacer de nuevo jajajaja.

¿Por qué crees que a la gente le gustó tanto Clínica X y por qué la hace diferente a las demás producciones médicas que hemos visto?

F.V.S: Creo que a la gente le gustó mucho Clínica X porque nunca se había visto un formato como este. Ver en televisión un grupo de médicos reales tratando casos que están sucediendo en tiempo real es realmente innovador, además que es muy diferente a las series médicas que hemos visto, porque no es el típico programa médico con historias de amor, si no que hay todo un drama detrás de lo que pasa en la vida del médico y la conexión emocional entre los doctores, los pacientes y el público.

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