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Dominguez herido.jpgFuerte castigo para los hinchas de Millonarios que hirieron a Juan Guillermo Domínguez debe ser la petición general de los seguidores del fútbol en Colombia sin importar la camiseta que se pongan cada domingo. Lo ocurrido ayer en El Campín estuvo a punto de sentar un precedente ante los actos violentos en los estadios, lastima que no se dio y el partido se jugó.

bus cali.jpg«Nos enviaron un autobús en malas condiciones, no tenía las normas de seguridad, los vidrios no poseían película de seguridad y del hotel al estadio únicamente nos custodió un patrullero. Absolutamente insuficiente frente a unas barras tan agresivas como las de Millonarios», dijo el lateral caleño luego de salir de la clínica en donde fue atendido.

Domínguez relató que el autobús se encontró con los fanáticos, a menos de 200 metros del estadio, y éstos lanzaron botellas y piedras. Uno de los proyectiles rompió el cristal frontal y lo alcanzó. El jugador estuvo inconsciente durante unos cinco minutos.

«No se debió haber jugado el partido entre Millos y Cali, este domingo en Bogotá. ¿Qué se necesitaba entonces? ¿Qué le sacaran el ojo a Juan Guillermo Domínguez? ¿Qué lo mataran?» dijo Gabriel Meluk en su columna del Lunes Deportivo, y tenía razón.

Lastimosamente, en esta caso, justos debían pagar por pecadores. Los bándalos desadaptados que se hacen pasar por hinchas están acabando con los hinchas de bien que van al estadio domingo tras domingo a ver 90 minutos de fútbol (es más, ayer, por lo menos en la tribuna de occidental general de El Campín, hinchas de Millonarios y Cali se mezclaron sin ningún problema… como debe ser).cali estadio.jpg

Algunas de las personas que estaban en contra de que se cancelara el juego justificaron el hecho diciendo que no es la primera vez que pasa, pues, según ellos, ya ha pasado en otros estadios y a otros equipos y han jugado sin problema. NO IMPORTA, el que ya haya ocurrido no significa que debamos seguir dejándolo pasar como si nada. La intención de Cali de no jugar (que no pudo por los problemas legales, futbolísticos y económicos que eso causaría, además de la falta de solidaridad de los jugadores de Millonarios que salieron a la cancha con porristas y todo -excepto Óscar Córdoba que se quedó hablando con la gente de Cali y Gerardo Bedoya que entró a la cancha de último y con un fastidio evidente-) estuvo a punto de sentar un precedente importante en el fútbol colombiano.

El juego no debió haberse realizado, no solo por la desventaja deportiva de tener un equipo en la cabeza (porque en la formación titular del ‘Che Ché’ Hernández estaba Domínguez como lateral izquierdo), sino porque es necesario entender que los futbolistas no son una extensión de un equipo, sino que son seres humanos que deben ser tratados como cualquier otro trabajador. Ustedes creen que un juicio se realizaría si uno de los abogados es atacado con una pierda a la entrada del juzgado, yo no.

JuanSQ

PD: En la cancha Millonarios ganó bien, eso si, le ganó a un Cali golpeado, que no quede duda de eso.

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