Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Una de las grandes preocupaciones en la actualidad  a nivel mundial es sobre cómo tratar de  reducir al mínimo posible las importantes y numerosas fuentes de contaminación que afectan en el presente nuestro entorno natural.

 

Gran parte de la responsabilidad sobre el daño que se le hace a la madre naturaleza proviene de nuestros útiles y queridos vehículos. Por esto desde hace varios años la mayoría de fabricantes invierten millones de dólares en investigación y desarrollo, para proporcionar nuevas fuentes de energía  provenientes de elementos  renovables y fáciles de obtener  -es el caso del hidrógeno por ejemplo-  tratando día a día en lo posible,  de dejar a un lado la dependencia por los combustibles fósiles. Objetivo: reducir de manera casi obsesiva las emisiones de CO2.

 

Por ejemplo, en España desde hace un tiempo, se está impulsando la adquisición de vehículos con motores pequeños    -algunos turbo inyección directa de gasolina, muy eficientes-   los cuales quedarán  eximidos  del impuesto a la matrícula si sus emisiones de CO2 son menores a 120 gramos por kilómetro recorrido.

 

En ésta dura batalla técnica aparece en el horizonte Suecia, exactamente Gotenburgo ubicada al occidente del país, la que se erige como  un perfecto ejemplo sobre cómo obtener un combustible viable y limpio, de algo que a muchos no se les ocurriría: la basura. Tal cual.

Resulta que esa ciudad con una población de 480000 habitantes, tiene funcionando con gas metano o bio gas  -que en el 95% de los casos o más compone el gas natural-  nada menos que 3000 carros!

 

Éste gas lo obtienen procesando los desperdicios orgánicos, la misma  biomasa, la cual produce la ciudad en su diario vivir como los desechos de comida en los hogares, de los hospitales, restaurantes, de la materia fecal producida por los animales, los humanos, de la descomposición de las plantas etc.

Obviamente los carros son bi fuel como algunos utilizados en Brasil; queman gasolina-gas, o Diesel-gas al unísono (etanol al tiempo con gasolina se usa en Brasil), y a pesar de ser algo más costosos los autos, incentivan el uso de estos basándose en 3 aspectos principales:

 

Permiten el estacionamiento gratis todo el tiempo, en cualquiera de las numerosas bahías existentes en toda la ciudad.

El costo del gas con respecto a la gasolina es un  30% menor.

No existen disculpas para no tanquear por la ausencia de estaciones pues existen 20, para una ciudad con poca población como lo es Gotenburgo

 

La ciudad es un modelo excelente para todo el mundo, un punto de referencia, pues los mismos Japoneses y las autoridades del estado de California  -sino el más, una de las regiones del mundo más exigentes en materia de emisiones-  tienen sus ojos puestos en la ejemplar ciudad en aras de poder implementar el uso de estos combustibles en el futuro.

 

Y mientras acá nos toca importar gran parte del petróleo para producir un Diesel que hasta ahora está llegando a niveles medio decentes con la reciente  -mas no suficiente-  reducción de los niveles de azufre, ellos usan su “basurita” para economizar combustibles y ayudar a que nuestro planeta envejezca menos rápido.

 

Vaya si lo hacen eficazmente: se ahorran la bicoca de Un Millón de litros de gasolina y Diesel mensuales, emitiendo 1200 toneladas menos de gases efecto invernadero en ese lapso de tiempo.

 

Por ahora mientras algún día llegamos a una solución medio parecida a la de Gotenburgo, conformémonos con circular detrás de algunas chimeneas Diesel, y tratar de protegernos  -sobretodo a  los pequeños-  de las graves enfermedades respiratorias que aumentan y nos atacan a todos año tras año.

 

 

Compartir post