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Decir que un auto está rodando al límite de su agarre en una curva
deslizandose sobre sus cuatro ruedas llevado por un entusiasta del
automóvil, tal vez no sea la mejor forma de presentar un vehículo de
carácter familiar. Pero se hizo y se hablará de esto, pues alguna vez
en la vida sus conductores o dueños tendrán que llegar al límite de
agarre por el motivo que sea: una maniobra evasiva o una curva ciega y
desconocida tomada a buen ritmo por ejemplo, nos llevarán siempre a
enfrentar una situación de emergencia.

Por esto siempre se
buscarán sus límites, para saber que sorpresas nos depararán.Analizo su
comportamiento no sólo en esas eventuales circunstancias, sino en todas
las otras en las cuales se ve involucrado el conductor común y
corriente.

Entremos en materia. Gracias a la cordial invitación
de Fanalca el representante de Honda en Colombia, pudimos testear la
segunda generación de la Honda Fit  (la pueden conocer en
http://www.pensenewfit.com.br/#/intro), un monovolumen o minivan que
con sus 3,90 metros de longitud, se ubica en la nutrida categoría de
los subcompactos. Crece con respecto a la anterior 5,5 centímetros a lo
largo algo similar a lo ancho, dejando la altura prácticamente igual.

Hace
un excelente aprovechamiento del espacio empezando por su baúl que
crece hasta unos respetables 426 litros una cifra nada lejana de la
capacidad que tiene su hermano el Civic.
Su plano de carga es bajo,
por lo tanto al ocuparlo con objetos pesados no se necesitará de mayor
esfuerzo para levantar lo que sea a la altura de este para cargarlo. En
el habitáculo es destacable cómo, tanto en los puestos delanteros como
en los traseros, aloja con gran holgura a personas de considerable
estatura.

De hecho para probar esto estaba entre la
concurrencia una persona de 1,96 mts de estatura la cual amablemente
hizo el papel de «maniquí» y se ubicó perfectamente en el puesto del
conductor, así como en la parte trasera, donde la silla del chofer con
el espaldar vertical y el cojín al tope hacia atrás, hicieron que no
hubiera ningún problema para que le sobraran un par de cms tanto en el
espacio para las piernas como para su cabeza;  sobresaliente.

La
versatilidad de ésta minivan para transportar al tiempo pasajeros con
cargas de considerables tamaños, pareciera no tener límites por las
ingeniosas y múltiples formas que pueden adoptar las sillas traseras.
No sólo se abate el espaldar para lograr un plano y considerable
volumen, sino que los cojines de manera independiente se pueden subir y
recostar contra el espaldar, dejando el piso totalmente libre.

Es
como si se quitaran las sillas, en cuanto a la capacidad que dejan para
llevar cargas altas. La matera de su señora, casi de cualquier altura,
la podrá llevar sin inconvenientes eso sí, mientras no le ensucie la
alfombrita…….

Por dentro el diseño es avanzado, individual,
y deportivo. Como ocurre en los Civic, el tamaño e inclinación del
parabrisas, y lo que se extiende el tablero en su parte superior desde
los indicadores hacia adelante, hacen que se perciba una buena y
agradable sensación de espacio. El paral A lógicamente igual de
inclinado que el panorámico sería un obstáculo para la visibilidad al
mirar hacia cualquier lado por ejemplo en carreteras de montaña, de no
ser por la ventanilla ubicada a su lado la cual elimina de raíz el
problema.

Los instrumentos de rigor los ubica en 3 grupos
redondos, los de los extremos encerrados por un círculo que les da ese
toque deportivo  -a lo Alfa Romeo 149-Mazda 3-,  ubicándose en el
centro el velocímetro y a la izquierda y derecha el tacómetro y los
indicadores de temperatura y gasolina respectivamente. En el centro del
cuadro de velocidad tenemos la pantalla del computador   -ésta
encendida en azul, con los instrumentos en luz ámbar-,  donde entre las
cosas de siempre, incorpora un novedoso indicador de consumo
instantáneo de combustible, para saber que tanto estamos pisando el
acelerador en función de lo que necesitemos en el momento.

La
visibilidad en general es muy buena   -la superficie acristalada
aumentó-,  ayudada por las mencionadas ventanillas que acompañan los
parales delanteros, así como las que se ubican en la zona trasera.Las
sillas son muy cómodas, uno siente como lo acogen en todos y cada uno
de los 5 puestos. Dispone de varios alojamientos porta mapas, algunos
para bebidas, así como una interesante guantera «secreta» ubicada
debajo del cojín trasero izquierdo a la cual sólo sepuede acceder
levantando el mismo.

A la derecha del conductor están ubicados
en posición casi vertical los mandos de la ventilación-calefacción los
cuales contrastan con el buen tacto de todos los mandos de la cabina
como los interruptores de los vidrios, mandos de direccionales,luces,
etcétera, por la percepción de poca calidad que transmiten al
accionarlos y ese color gris que desentona en calidad visual.Igual
sucede con el mando de recirculación de aire: pequeños detalles que nos
recuerdan un auto de los ochentas……….

Los plásticos del
tablero, aunque duros en su totalidad, se ven muy bien combinando el
gris oscuro que lo ocupa casi todo, con el color estaño del centro y la
derecha. El timón lo comparte con el Civic: buen agarre y atractivo 
diseño destacándose el aluminio en sus 3 radios. Tapizados de puertas
oscuros con mezcla de tela, los cuales terminan de ambientar  una muy
buena cabina. Buena posición de manejo con volante graduable tanto en
altura y profundidad; lo mismo para la silla con los habituales
reglajes de espaldar y cojín, mas la posibilidad de regular la altura
de éste.

Su diseño externo es bien moderno y atractivo. El capó
como en muchos autos actuales, forma prácticamente un sólo plano con
el  panorámico y se destaca por lo pequeño, e inclinado. Esto es de
agradecer pues abrirlo es cosa de niños y a pesar de que la compañía le
dé más importancia al espacio cabina-baúl «comprimiendo» al máximo el
conjunto motor-caja, esto no es obstáculo para que con gran comodidad
se puedan verificar los respectivos niveles de agua del motor, aceite,
líquido de frenos,etc.

Las luces son grandísimas, estiradas al
máximo, y en proporción prácticamente ocupan el largo del capó. Es una
«desproporción» bien agradable. A los lados una línea limpia donde se
pueden observar las ruedas y sus respectivos guardabarros ubicados lo
más al extremo posible en sus respectivas esquinas. Por esto es que su
distancia entre ejes que aumenta 5 centímetros es tan amplia en
proporción a la longitud total.

Ésta, y la muy curiosa e
innovadora ubicación del tanque de gasolina, debajo de las sillas
delanteras en la parte exterior del piso, son los grandes
protagonistas, culpables de generar el tan alabado espacio interior.
Las ventanillas traseras laterales, con la lámina debajo de ellas, en
cuanto a diseño, dejan un aire de Mercedes Clase A en esa zona
posterior. La puerta del baúl tiene una buena ventanilla, y los stops,
grandes, que finalizan en los costados, tienen unas prominencias muy
originales ya vistas en los actuales Accord y Toyotas Camry y Corolla.

Pocos
motores de éste tamaño (1339 cc) y aspiración natural (sin turbo o
súpercargador), son capaces de generar 100 caballos de potencia, pero
la Fit lo logra con creces, pues a pesar de su potencia máxima, no
sacrifica para nada el torque, respondiendo bien en bajas y medias
revoluciones: para adelantar con rapidez en nuestro tráfico pesado o
iniciar alguna cuesta. En altas rpm es algo intrusivo el ruido del
motor, cuando nos dirigimos a su tope, en las 6500 rpm.

Su
aceleración es sobresaliente, teniendo en cuenta que viajábamos 4
personas; sabemos que entre más pequeña sea la máquina, más sensible
será al peso adicional que tenga que llevar. A diferencia del anterior
motor de idéntico tamaño instala el sistema I-VTEC inaugurado hace 8
años en los motores 2 litros vendidos en otros mercados: un mando
electromagnético se encarga según la posición del acelerador y las
revoluciones, de adelantar o retroceder el eje de levas de admisión.

Esa
es la magia de Honda: 100 caballos en un motor de 1339 centímetros, y
13 kgm de torque  -logra 10 kgm por litro lo que separa a los motores
buenos, de los muy buenos-,  con unas emisiones que siempre van
adelante en el tiempo y un consumo irrisorio, alrededor de 55 kms o
algo más por galón en la ciudad.

Tanto las versiones con caja
automática como mecánica son de 5 velocidades. Es para destacar lo de
la automática, pues 5 velocidades en autos de éste segmento es una
novedad que se aprovecha muy bien pues su funcionamiento no tiene
reproches, no es brusca al descender los cambios, la diferencia en
rendimiento con respecto a la caja mecánica es muy poca y se tiene la
comodidad en los trancones de nuestras ciudades.Las relaciones son
adecuadas e inclusive tirando a largas en la mecánica   -lo que no
afecta para nada al eficaz motor-,  pues en primera y segunda se
superan los 40 y 80 kilómetros respectivamente a 6000 rpm.

La
automática no ofrece la posibilidad de manejo pseudo-manual, pues se
recurre al habitual recorrido de la palanca, a «lo antiguo», en una
sola dirección como cuando la moda secuencial no estaba en furor.La
caja mecánica cuenta con un control de cambios excelente  -algo
habitual en la marca, pues son modelos en esto a nivel mundial-,  de
recorridos cortos, exactos, precisos, el cual funciona en armonía con
el pedal del embrague.

La unidad probada a pesar de no contar
con frenos ABS, tenía un buen tacto en el pedal, con buen control el
cual permitía dosificar la frenada al milímetro logrando detenerla lo
más rápido y en la menor distancia posible,  justo en el momento en que
se iban a bloquear las llantas.

Las suspensiones independientes
al frente, y semi independientes atrás logran un muy buen equilibrio en
la pareja confort-estabilidad. Tuvimos la oportunidad de transitar por
un camino destapado el cual dejó una grata sensación, pues se nota que
los espirales tienen recoridos tirando a largos con unos amortiguadores
para nada firmes en sus movimientos iniciales, lo cual nos proporcionó
un gran comodidad aislándonos muy bien de las irregularidades, sin
presentar ruidos de ningún tipo.

En el apartado de
estabilidad-comportamiento es donde se empieza a notar cuando los
amortiguadores se tornan más firmes a medida que se incrementa la
inclinación de la carrocería, no sólo en las curvas, sino en la
agradable prueba de «eslalom» que superamos, al pasar de un lado a otro
en medio de una hilera de conos espaciados a igual distancia: se pudo
comprobar el efectivo control de la inclinación, y una notable agilidad
al pasar alterna y contínuamente de derecha a izquierda y viceversa.

En
las curvas a buen ritmo, al límite, no tiende a irse pronunciadamente
ni de adelante ni de atrás, es muy neutra; si entramos más allá del
limite, presenta una obvia tendencia subviradora (se va de adelante),
eso sí, a muy buen ritmo.La dirección eléctrica tiene el tacto suave
típico de estos recientes sistemas mostrando una notable suavidad a
bajas velocidades  -como para estacionar fácilmente-,   endureciendose
con el aumento de ésta, y transmitiendo una información adecuada sobre
lo que sucede entre las ruedas y el pavimento.

Lo sentimos cuando las llantas delanteras «araron» el pavimento en las curvas pasaditos del límite de agarre.
Su
adecuado tamaño y su visibilidad le permitirán desplazarse con mayor
soltura en medio del tráfico, así como aprovechar mejor algunos
difíciles huecos para estacionar.

Su vocación no es
eminentemente urbana pues por todo lo comentado, permitirá realizar
cómodos y agradables viajes rodeados de todos los elementos de
seguridad  confort e ingeniería propios de las más recientes
generaciones, con toda la tranquilidad que transmite al ser una hija
más de tan reputada compañía.

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