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Mazda presenta una linda camioneta ubicada entre la pequeña CX3 y la suv CX5, con un planteamiento más de station Wagon por la apariencia larga, que de suv tipo CX5 con mayor altura total y aptitudes todo terreno light, aunque también se defiende por su buena altura sobre la vía.  

Mazda no se queda atrás del ritmo global de la industria donde con frecuencia se lanzan vehículos de nuevos tamaños y filosofías para seguir capturando compradores que ante tanta oferta incluso se confunden al momento de elegir. La CX-30 está construida sobre el chasís del reciente 3  -7 centímetros menos entre ejes-, y por tanto la experiencia de conducción se parece, aunque no es igual. Tiene una estampa menos 4X4 que la CX5, más bien tiende a ser una especie de station wagon alta sobre el piso, lo que la clasifica como una crossover.

CX-30 1

Foto: Fernando Santos

Partimos en un intenso viaje desde la ciudad de Bogotá, para cubrir cerca de 400 km. Cuatro personas a bordo, cada una con una maleta mediana, que a propósito logramos acomodar sin problemas, también por la forma del baúl que con 295 litros de capacidad parecían mucho más al momento de mirar la bodega (creería que hay un error en la cifra de la ficha técnica); teóricamente son 149 menos que en un 3 sedan, pero creo que son muy iguales y tiene la ventaja de que al abatir las sillas la versatilidad se aprovecha más, como en todo 5 puertas.

Cerrando lo del baúl, es importante aclarar que estamos ante el primer Mazda que tiene una llanta de repuesto de emergencia mucho más ancha de lo habitual en un rin casi del mismo diámetro lo que nos hace sentir más seguros al momento de usarla, lejos de la sensación de fragilidad que aparentan otras por lo delgadas – parecen de moto-, si sobretodo estamos lejos de la civilización y en carreteras destapadas; además al meter la pinchada que es más grande, hay espacio suficiente y el piso del baúl no queda inclinado por lo que se puede volver a acomodar de nuevo todo el equipaje.

CX-30 2

Foto: Fernando Santos

Por seguridad de todos en las pruebas, no puedo conducir a fondo en carretera durante la noche. Ésta vez, acompañado del grupo de periodistas, como piloto y pasajero, viví el día a pleno sol, el atardecer y varias horas nocturnas, donde se destacó plenamente la tecnología punta enfocada en tres importantes sistemas que asisten al conductor  y que quiero destacar porque aportan mucho al confort  y a la seguridad durante la conducción.

Primero, el display que proyecta información sobre el parabrisas, la cual se ve flotando enfrente del piloto y en lo posible, evita retirar la vista de la carretera. Realmente es muy bueno porque nos deja ver la velocidad de marcha, el crucero que queremos mantener, si se activa la ayuda para mantenernos en el carril (mueve sutilmente el volante si nos desviamos, se activa con el testigo en verde;  si soltamos el timón, en instantes pasa de naranja a rojo y suena) y la distancia que queremos mantener con el carro que nos precede que es ajustable, como parte del control crucero activo.

La información se ve muy nítida, y con pleno sol de frente es totalmente legible. En segundo lugar, el monitoreo de punto ciego con alerta de tráfico cruzado. En ciudad, sobra explicar virtudes por las motos que aparecen de repente, etc. En carretera, de noche, en paciente segunda a 20 km detrás de una tractomula, llama la atención con el testigo sobre el espejo y una alerta sonora, si al accionar la direccional para adelantar al camión, el carro de atrás pretende adelantarnos al tiempo tratando de ponerse a nuestro lado evitándonos un choque.

CX-30 3

Foto: Fernando Santos

En tercer lugar, las luces ledes inteligentes con una matriz de 20 por cada farola, sobresalientes. Cuando probé el 3 el sistema me gustó por la potencia general, en ciudad iluminaba bien los andenes y el costado derecho; ahora, en la penumbra, en curvas y curvas de montaña y algunas rectas, la iluminación es casi perfecta: alumbra todo adelante sin deslumbrar a los que vienen y nos preceden, se ve perfecto el carril en los costados, y se nota perfectamente cuando hace el cambio de bajas a altas cuando no hay nada por delante en ningún sentido, con un chorro de luz que casi transforma la noche en día por la excelente visibilidad.

Y redondeando la seguridad, hay testigos para los 5 cinturones. Si alguno no lo lleva puesto, se activa la alerta sonora, y  el lugar del velocímetro lo ocupa el texto advirtiendo de la desconexión. Que bueno poder disponer de los sistemas descritos, en las versiones Grand Touring y Grand Touring LX; la CX-30 empieza a liderar estos asuntos entre las de su tamaño y clase, y si bien no es barata, tampoco me parece costosa porque las tecnologías descritas costarían millones adicionales en las marcas alemanas de lujo.

Viajé en una 2.5 Grand Touring LX (equipada con todo) y el resumen del viaje es que fue divertido, tranquilo y cómodo. Sabiendo que es más alta en general, la sensación al volante es casi la misma que en el nuevo 3, casi, porque da la impresión de que la silla del conductor en su mínima altura está ubicada más arriba que la del reciente automóvil.

Entre 66 y 125 kilos de diferencia según el nivel de equipamiento con respecto al 3 no parecieron restarle mucho performance. Acelerando ese 2500 carente de cualquier vibración, que hace girar una caja de 6 velocidades, sobrepasa el tráfico acelerando linealmente, lejos de la moda turbo: suave, casi contundente y muy progresivo.

Con aire encendido, 4 personas y baúl full, respondía desde las 2000 revoluciones y se iba tranquila hasta 5000 – 5500, giro algo frecuente en la prueba lo que prácticamente la llevaba a 90 en segunda 140 en tercera y si no hubiera límites de velocidad y plena visibilidad, los 180 se verían en cuarta. En modo manual (ejercido desde la palanca o con levas tras el volante), el requerimiento de un cambio bajo para llegar a toda y frenar al entrar en la curva es inmediato, se siente muy segura y el murmullo del motor al reducir se deja sentir avivando la alegría en la cabina.

Enfrentamos todo tipo de superficies. En destapado nos sentimos muy seguros de no golpearla por debajo, y asimilaba los huecos y todas las imperfecciones muy, muy bien. Un leve plus con respecto al 3 porque con rines del mismo diámetro 16 y 18, según equipo, el perfil de llanta es más alto y claramente se nota.

CX-30 4

Foto: Fernando Santos

Pero no hay carro perfecto y los perfiles, con una altura superior que afectan (adivinen, ¿qué será?…..) el centro de gravedad, permiten más oscilaciones que en el 3 superado el límite de adherencia; pero es un chasís predecible porque incluso la provoqué soltando el acelerador en pleno agarre, y la zaga ayuda un poquito a cerrar y terminar la curva. También giré el timón súbitamente para poner en evidencia un balanceo contenido pero perceptible que no la descompone: siempre se siente segura y aplomada andando rápido.

Podría tener unas llantas de mayor agarre (treadwear bajo), porque atacando en curvas, duda un segundo en entrar al viraje, pero la dirección es fiel informando el límite de las llantas y está muy bien definida en el centro, cuando las ruedas apuntan hacia adelante. Es el precio a pagar por un confort acústico sobresaliente que no envidia al de ningún carro de su tamaño, y las observaciones sobre la estabilidad están a tono con lo esperado en una crossover con su altura total.

El tablero de instrumentos llama la atención cuando lo miramos en detalle, perfectamente terminado, la calidad visual con la de los instrumentos es buenísima.  Los botones, mandos, palancas son idénticos al 3, hasta que miramos la ubicación de la pantalla central. Son iguales pero en la CX-30 está emplazada en un hueco, mientras que en el 3 está totalmente descubierta en el frente; ¿será porque se viaja más alto? Puede ser.

CX-30 5

Foto: Fernando Santos

Creo que con esas líneas su aspecto exterior es inconfundible, una vez más Mazda hace un carro hermoso que se destaca en medio de tantos modelos. Así, la CX-30 es el tercer modelo de la evolución en el diseño Kodo, donde una gran cantidad de material plástico la recorre a lo largo y deja su huella redonda sobre los pasos de rueda con gran despliegue, y cubre la parte baja de las puertas y los estribos.

Mazda es una marca muy buena. En su aniversario 100, vive uno de los mejores momentos de su historia, similar al que vive Volvo en la actualidad, una especie de renacer que viene del año 2003 y que aún sigue llamando la atención. Los carros son sólidos, durables, y económicos en consumo. La nueva CX-30 será primordial con sus volúmenes, en aras de consolidar aún más la reputación de una firma con una relación precio/valor significativa.

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