Cali – Colombia. Con dos mil personas a lo sumo en los
tendidos, se realizo el festival taurino de Cañaveralejo. Con un
encierro completo de Fuentelapeña actuaron seis espadas así: Antonio Ferrera, vestido de corto café claro y pico de
gallo en la calsona. Con el primero lució con largas cambiadas, sumó
subiéndose al caballo y dejando un buen puyaso muy bueno, y tres
magníficos y variados pares de banderillas, rematados con un galleo a
cuerpo limpio.
Con la muleta rodilla en tierra inició su labor de
forma enjundiosa, en lidia inteligente templo las cortas embestidas con
las dos manos. Con la espada el estremeño redondeó su labor haciendo
acreedor a una oreja pero el «amplio» presidente le otorgó las dos.
Paco Perlaza
ataviado con un traje campero gris oscuro y calsona negra. Lanceo con
suavidad y mucha variedad. Con la pañosa rodillas en tierra y en el
centro del ruedo inició su labor frente a un incómodo toro que cada vez
se pegaba más al ruedo. Perlaza demostró entrega, inteligencia y madurez
al entender las complicaciones de su oponente. Espada completa y palmas
del respetable.
Javier Castaño vestido de
campero azul petróleo. Lanceo poco por lo parado del toro. Con la muleta
difícil labor tuvo que enfrentar. Su oficio lo ayudó para sopesar las
oleadas planteadas por el negro astado. Mató con una suerte a 7 metros,
dejando una estocada defectuosa. Oreja.
Luis Bolívar,
con traje gris y calsona negra. Laceo con una capa suave a un débil
castaño. Con la muleta en el tercio a pies juntos y por alto dio
confianza al de Fuentelapeña, luego con mucha distancia en el centro
ejecutó buenas tandas, las distancias fueron fundamentales para la
composición que sumo con las dos manos. Mucho temple y mando,
redondearon una muy buena comparecencia. Fue larga la actuación y se
complicó el entrar a matar. Recibiendo y en todo lo alto dejo una buena
estocada. Las dos orejas al esportón.
Iván Fandiño
con traje beige hizo de quinto en el festival. Con la capa trató a la
verónica pero el toro no repitió con franqueza. Con la muleta las cosas
no salieron bien, con sentido y ni un pase. Espada rápida y defectuosa.
Un aviso y descabello efectivo. Escuchó pitos injustos por parte del
público.
David Mora de gris ratón, recibió con
dos largas cambiadas al que cerró el festejo. Poca capa. Con la muleta
inició sentado en el estribo, para luego en el propio centro ejecutar
tandas templadas y cortas, entendió al toro y puso conocimiento en los
muletazos. Por el pitón izquierdo la cosa no fue clara. Con un toro a
menos. Mora buscó el acero, pinchazo y descabello. Petición y saludo.
La Ganadería de Fuentelapeña:
El
primero con trasmisión, fijo, poco fondo y muy mirón. El segundo
irregular en los andares y pegado al ruedo. El tercero con problemas al
desplazarse, brabucón y complicado. El cuarto de la noche fue noble, con
clase y bondad. El quinto del festejo sin un pase. Para cerrar el
festejo a menos y sin posibilidades.
El Palco Presidencial:
Desacertado,
orejas de más. Tercios de banderillas de dos palitroques. Retardo en el
saludo y permiso a los toreros por mero descuido.
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