El mundo del baloncesto colombiano es un lavadero de chismosos, así como muchos otros contextos de nuestro país. No es un tema exclusivo, pero para un nicho que lleva tanto tiempo con casi los mismos protagonistas nunca es bueno que no exista una comunidad más consolidada y en cambio sí un montón de odios, envidias, egos y rencores mal guardados.
Hoy pensaba en escribir acerca de una de esas cagadas que indignan en redes sociales de parte de un personaje representativo, pero al final pensé en lo más básico: un error lo comete cualquier, por eso existen los borradores. Si bien este espacio no nació como un comité de aplausos, tampoco será el ojo del huracán sin tratar de encontrar argumentos de fondo. Y lo hago así porque desde la misma idea que tengo para este espacio está la unión.
Es más fácil destruir que construir pero, como en el básquet, si jugamos como equipo, ganamos como equipo. Ese es nuestro reto.
Por eso, a cada uno de ustedes los invito a mejorar su conversación diaria sobre su prójimo. Dejen de escupir ese odio con acusaciones que a la larga son prejuicios que destruyen el camino por el mismo sueño. Y es que como lo dijo Hitler: «Cuanto más grande sea la mentira, más gente la creerá». Eso no puede quedarse en el baloncesto colombiano. Y es que si bien tenemos que corregir muchas cosas a nivel dirigencial, es cierto que lo primero que debemos corregir es nuestro canal comunicativo.
La comunidad del básquet colombiano no puede seguir en medio de chismes mutuos. Así no creceremos.
Por eso les digo, no importa como sea su nombre, si es José Tapias, Jairo Romero, Jorge Armando García, Guillermo Moreno, Tomás Díaz, Hermes Becerra, Héctor Javier Arango, Jenny Pinilla, Carlos Parra, Yahir de Ávila, Yanet Arias, Camilo Londoño, Mauricio Ducuara, Stalin Ortiz, Jhon Hernández, Rodrigo Caicedo, Liliana Zapata, Jenny Capote, Michael Jackson Wright, Bernardo Fitz-González, Hernán Olaya, Alejandra Alonso o Jhon Giraldo Silva, Álvaro Teherán, Jaime Lombana, Brian Angola, Hansel Atencia, Diana Prens García, Tonny Trocha, Hanner Mosquera-Perea, Guido Mosquera y demás, entre las personas del básquet con las que he hablado y las que no, puedo decirles que no tendríamos que ni callarnos verdades ni publicarnos falsedades. Los que me han tratado saben que soy directo y que conmigo pueden serlo y a todos les agradezco por serlo siempre conmigo hasta ahora.
En este poco tiempo, puedo decir que he convivido con la comunidad del baloncesto y por eso quiero que los que queremos que esto salga adelante hagamos juntos algo serio para en un futuro verla crecer de verdad. DE VERDAD. No pasará si seguimos en un nido de chismes, mentiras y prejuicios. Insisto: para ello la comunicación honesta y transparente es la más clave de las fórmulas de cualquier proyecto serio. Eso debe ser el básquet nacional.
Eso nos hace Campeones del pueblo.
Bienvenido a esta comunidad de Campeones del pueblo.
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