Molén: ¡Hola! A todos nos ha pasado por la cabeza el tema de hoy.
Norma: ¡Hola! Me acuerdo que estaba en una fiesta, y la pareja de un conocido se acercó a mí (obvio con unas cuantas copas extra) y me dijo que siempre se ha preguntado por qué yo le tengo tanta envidia. Y bueno, antes que nada, tengan cuidado con lo que le dicen a un psicólogo, porque eso puede llegar a ser que sus palabras conozcan su verdadera personalidad.
Obviamente, lo primero que pensé, si me lo dices es porque tú me tienes ese sentimiento hacia mí, pero como no puedes soportarlo dentro de ti, porque es aceptar que el otro tiene algo que tú no tienes, entonces lo proyectas en mí, y terminas pensando que yo soy la que estoy llena de todas estas emociones de envidia.
Y es difícil aceptar todo esto, lo sé, porque lo más difícil en esta vida es admitir que uno es el ojete, que la culpa no la tiene todo el mundo y que eres tú el que provoca casi todo lo que te pasa.
Cuando piensas que él o ella piensa mal de ti, busca rebajarte, no te da su lugar, te envidia, busca presumirte, etc., etc… cuidado, antes de hablar, primero reflexiona, lo más seguro es que tú estés lleno de todos estos sentimientos agresivos hacia esa persona, y se los proyectas a ella para no sentirlos.
Les deseo una linda semana!
Molén: Gracias Norma y para cualquier duda o sugerencia los invito a que nos sigan en nuestras redes sociales. Que tengan bonita semana.
No hay elemento poderoso mas indefenso que el cerebro, poderoso por naturaleza e indefenso por procesar todo y de todo que casi siempre nada tiene que ver consigo mismo, procesar fetiches religiosos, prejuicios y verborrea de terceros acorta la subsistencia material, el cuerpo, y hace perder jerarquía; No soy creyente, pero como meditación conjugo todos los días una solicitud a la naturaleza y es la siguiente: naturaleza omnipotente, hoy al igual que ayer y espero que mañana, AYÚDAME A NO METERME EN LO QUE NO ME IMPORTA.
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