Cerrar Menú Blogs
Las opiniones de los blogueros son de su estricta responsabilidad y no representan la opinión de este portal.
Profile image

Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Seguir este blog

Queridos lectores:

Con gran pesar debo hacerles una confesión que puede rompernos el corazón a todos: tengo la peligrosa sensación de estar madurando.

Lo sé, esto debió suceder hace mucho, mucho tiempo, pero por alguna razón que desconozco no estoy haciendo un mohín por algo que hace unos meses desencadenaría horas de drama. He dejado de envidiar a las parejas felices y de querer gritarles en la calle que el amor se acaba.

También he abandonado la mala costumbre de dar likes por compromiso y de celebrarle a cada mujer embarazada el hecho de honrarnos con el milagro de la vida cuando siento que ya no cabemos tantos en este planeta. Tal vez sea una consecuencia obvia de haber dejado de recibir mensajes subliminales de mis tías para que tenga mis propios hijos, una vida normal y ‘me realice’ como mujer, cuando mi idea de realización es ganar la batalla contra el GPS en una ciudad gringa donde reinan los automáticos, después de estar acostumbrada a conducir un carro con cambios.

Mi idea de realización es haber huido de mi propia vida para construir una nueva, y desde que eso pasó me cuesta ver las cosas como las veía antes: las personas, la comida, la televisión, las noticias, el amor, los hombres, el futuro, la familia, la estabilidad. Es verdad, no soy la primera ni la última persona en el mundo que deja atrás su casa y sus cosas para irse tras una oportunidad o un cambio, pero como para mí sí es la primera vez, todo se ha vuelto un asunto de expectativa vs. realidad que divierte y asusta en igual proporción.

En las familias tradicionales latinas es normal que los hijos solteros permanezcan en casa de los padres sin importar la edad y de hecho, prácticamente se toma como una ofensa que se busque la independencia a menos que sea para vivir con otra persona o contraer matrimonio, lo cual por supuesto, no rima de ninguna manera con la palabra independencia. Convencer a los padres que vivir separados no es sinónimo de abandono y olvido, es una de las misiones más complicadas para quienes emprenden ese camino.

Mi argumento antes de salir de casa y ahora que estoy lejos siempre fue el mismo: decidan si me quieren cerca o me quieren feliz. Y no precisamente porque viviendo con mis padres no fuera feliz, ¡Lo era! Contaba con un gran apoyo y el amor más grande que cualquier persona pudiera recibir; crecí con personas que jamás cortaron mis alas, todo lo contrario, hicieron lo imposible para que yo fuera capaz de perseguir mis sueños. No obstante, hay un punto de nuestra vida, que no podría decir exactamente cuándo ocurre o cuál sea la motivación, pero se hace inminente la necesidad de poner un alto y volar, incluso si no se tiene un rumbo fijo o un plan muy elaborado, lo importante es volar.

Podría culpar incluso al mismo reloj biológico con el que me amenazaban las tías, o simplemente decir que tengo demasiadas vísceras o demasiadas alas para conformarme con lo que la vida me estaba ofreciendo. El caso es que, con la mano en el corazón, con la frente en alto y con la certeza de que esto rompería muchos corazones (y no de una forma romántica, créanme) tomé mis cosas y me fui. Pero como yo siempre he sido muy exagerada para todo, no podía simplemente rentar un apartamento a dos cuadras o irme a vivir cerca al trabajo, o levantarme un roomie para pagar un cuartito con WiFi y servicio de lavandería.

Como yo suelo hacer las cosas drásticamente, acabé viviendo a muchos, pero muchos kilómetros de casa en un lugar completamente ajeno, sobreviviendo a la novedad de vivir con estaciones y a un idioma donde el slang marca la parada —y en esta zona no suena como Sofía Vergara en sus diversas actuaciones haciendo de ella misma: la latina voluptuosa, agradable, con sabor y con una dicción absolutamente entendible—, que dicho sea de paso, ha marcado un estándar bien curioso para nosotras ‘las demás’, que aunque tenemos nuestro encanto —porque no hay por qué darnos duro, pues—, evidentemente no encajamos en ese perfil, y mucho menos yo con mi falta de ritmo y de coordinación mano-ojo.

Sin embargo, a pesar de todo eso las cosas han salido mucho mejor de lo que yo pensaba. Al menos me reconcilié con mis talentos culinarios, aunque durante los primeros días estuve alimentándome de sopas coreanas instantáneas y ravioles enlatados, de esos que mi mamá nunca me dejó comer por estar llenos de conservantes, preservativos y fabricantes enviados por el mismísimo patas. Cuando le conté en una de nuestras interminables llamadas de WhatsApp no sabía si reír y llorar. Lo bueno es que ella también se reconcilió con la tecnología y ahora es amiga de Facebook, de FaceTime, y de todas esas cosas que antes le parecían excusas mías para perder el tiempo.

Estoy lejos, lo sé, pero cada día me siento más cerca de algo, aunque no esté segura de qué. Tal vez cerca de mí misma —bien dicen que primero hay que perderse para poder encontrarse—. Creo que eso es lo que está pasando. Por primera vez en mucho tiempo no me angustia la vida ni lo que viene, ni la estabilidad de la que tanto he oído hablar últimamente, no me asusta el fracaso o no desarrollarme como profesional, ni ‘realizarme’ como mujer. Probablemente es la adrenalina de saber que cada día me encuentro con cosas nuevas y que lo desconocido siempre tiene el 50% de probabilidad de ser algo bueno. Vivo en ese cincuenta como si fuera mi cien y colgué faroles de colores en la pared del mini estudio que improvisé —desde donde escribo estas letras— para que me iluminen y no dejen que esta incandescencia repentina con sabor a subidón de energía, se apague en el corto plazo.

Vamos a seguir desvariando. Vamos a ver cómo nos va.


Facebook: Erika Ángel Tamayo

Twitter: @eangelt

Blog Personal: Desvariando para variar…

(Visited 547 times, 1 visits today)
PERFIL
Profile image

Escritora pero financiera. Financiera pero ingeniera. Ingeniera pero escritora. Mi pasión son las letras y la carga de emociones que permiten transmitir. Me encanta compartir lo que escribo porque sé que algo bonito siembro en la vida de quienes me leen. Actualmente tengo un blog con la mayoría de mis escritos poético - romántico - dramático - trascendentales [http://eangelt.blogspot.com] y he publicado un par de libros de manera independiente: La Mujer del Vampiro (novela) y Preludio del Paraíso (poesía y narrativa).

Más posts de este Blog

  • Colombia

    En la era de la hipersensibilidad

    Recuerdo el primer día en el que un amigo me confesó que era homosexual. Digo el primer día porque(...)

  • Mundo

    El oficio de ser mamá

    Hace muchos años, en mi época de colegiala, recuerdo que me gustaba mucho una canción de un grupo argentino(...)

  • Colombia

    Lo juicios que nos tocan, los silencios que nos chocan

    El día empezó con un clásico regaño por parte de mi mamá. El próximo cinco de febrero voy a(...)

  • Colombia

    Feminismo Pop

    Hace unos días escribí en Facebook algo como “En mi escala del odio, donde cero son los videos de(...)

Ver más

Lo más leído en Blogs

1

“Las personas más felices son las que están ocupadas, porque sus(...)

2

¿Casa-logía?    Uno es lo que es. A los 15 años(...)

3

Poco se habla sobre el Jardín Botánico de Bogotá, y esta(...)

4 Comentarios
Ingresa aquí para que puedas comentar este post
  1. …incluso si no se tiene un rumbo fijo o un plan muy elaborado, lo importante es volar.

    Grandes palabras… el problema de crecer radica en afrontar esos retos que nunca hemos contemplado. Todos crecemos, tarde o temprano, y aunque parezca que no hay un destino no debemos perder el rumbo.

    Gracias por tus letras. Ánimo.

  2. laura373778

    Siempre me han gustado e inspirado tus escritos, a pesar de que no he salido de mi zona de confort, pero con la firme convicción y esperanza de algún día hacerlo y llegar a volar de la manera en la que lo quiero hacer aunque esto me asuste un poco, quisiera tener las agallas para poder realizar mis sueños sin depender de nadie mas que de mí misma. Gracias Erika.

  3. yenni292280

    Me parece super tu historia, a mi me paso algo parecido cuando decidi irme de mi casa a los 16, y aunque estaba dentro del pais estaba a muchas horas de mi tierrita… esa experiencia de sentirse libre es una de las mejores y nos hace mas responsables y consientes de la realidad, algun dia me ire del pais para volver a sentir esa libertad!

Reglamento de comentarios

ETCE no se responsabiliza por el uso y tratamiento que los usuarios le den a la información publicada en este espacio de recomendaciones, pero aclara que busca ser la sombrilla de un espacio donde el equilibrio y la tolerancia sean el eje. En ese camino, disponemos de total libertad para eliminar los contenidos que:

  1. Promuevan mensajes tipo spam.
  2. El odio ante una persona o comunidad por su condición social, racial, sexual, religiosa o de situación de discapacidad.
  3. Muestren o impulsen comportamientos o lenguajes sexualmente explícitos, violentos o dañinos.
  4. Vulneren o atenten contra los derechos de los menores de edad.

Además, tenga en cuenta que:

  • - El usuario registrado solo podrá hacer un voto y veto por comentario.
Aceptar
¿Encontraste un error?

Para EL TIEMPO las observaciones sobre su contenido son importantes. Permítenos conocerlas para, si es el caso, tomar los correctivos necesarios, o darle trámite ante las instancias pertinentes dentro de EL TIEMPO Casa Editorial.


Debes escribir el comentario
¡Gracias! Tu comentario ha sido guardado
Tu calificación ha sido registrada
Tu participación ya fue registrada
Haz tu reporte
Cerrar
Debes escribir tu reporte
Tu reporte ha sido enviado con éxito
Debes ser usuario registrado para poder reportar este comentario. Cerrar