Sobre la mitología de la obesidad y retar el miedo a la grasa
Cuando hablamos de la epidemia de la obesidad, hablamos de mejorar la salud y las vidas de las personas con sobre peso. Es mucha la preocupación que expresamos por los individuos de mayor talla, como si fueran bombas a punto de estallar. Les decimos que deben esforzarse por mejorarse, por encontrar esa versión delgada que se esconde adentro, muy adentro.
Si eres gordo y tienes que ir al médico, ya sabes de qué hablo. En tu breve consulta (porque esta reportado que las consultas con pacientes con sobre peso duran menos), el médico te reprochará el peso, será lo primero que diga, aun cuando tu visita era por un quiste o por un dolor de cabeza. Tanta preocupación por el peso, y lo único que hacemos es generar vergüenza. Pero la vergüenza nunca ha sido una buena estrategia para modificar la conducta; cuando sientes que algo esta mal contigo no tomas mejores decisiones. Por el contrario, la vergüenza esta correlacionada con la depresión, la adicción, las enfermedades mentales y la violencia.
Tienes que ser flaco, es por salud. Eso dicen. Pero los estudios dicen otra cosa: delgadez y salud no son sinónimos. Por ejemplo, hasta tres cuartos de la población clasificada como obesa es metabólicamente saludable (estudio acá). La ciencia también dice que lo que realmente importa, son los hábitos y no el peso. Al ajustar hábitos, personas con sobre peso mejoran su salud, aun cuando el peso permanece elevado. De hecho, durante casi veinte años, un estudio demostró cómo las personas delgadas y sedentarias tienen el doble de riesgo de desarrollar diabetes que las personas con sobre peso, que tienen buenos hábitos de comida y movimiento.
Sé que lo que digo no es popular. Estamos acostumbrados a creer que la grasa es inaceptable. Pero la discriminación al peso es un mito que le duele a mucha gente, y no tiene un fundamento que valga la pena proteger. La gente gorda puede quedarse gorda, y vivir bien. Ser deseada y amada, así como es. Claro, hay personas con obesidad que se beneficiarían enormemente de ajustar hábitos, de comer bien y hacer ejercicio, pero eso aplica a personas de todas las tallas.
Si quieres indagar en estos temas, te recomiendo estos artículos:
https://highline.huffingtonpost.com/articles/en/everything-you-know-about-obesity-is-wrong/
Our Absurd fear of Fat, New York Times, Paul Campos.
Para más artículos de interés, visita: www.francamaravilla.com
Tanta pendejada…entre los ancianos hay gordos y hay flacos.Entonces el meollo del asunto está por otro lado.
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