Muchas conocemos la ansiedad de cerca. Es la emoción eléctrica y nerviosa que se resiste a las formas de la vida.
Es cierto: vivir puede ser desconcertante.
Sin embargo, he aprendido que mi manera cuerda de vivir es aprender la confianza, la entrega. La ansiedad es lo contrario, pretende controlar el entorno, asegurarse una garantía, encontrar un piso seguro.
Muchas mujeres en mi práctica me hablan de una ansiedad desbordada, de una mente que no se detiene, que vive en constante anticipación. Lo viven con la comida, con sus familias y trabajo, con su cuerpo.
Sé lo incómodo de vivir con la ansiedad al acecho. Sé que no podemos declararle la guerra o esperar a que se desaparezca.
Podemos conocerla y conocernos. Podemos practicar la autocompasión. Podemos entrenar nuestra mente para relajarse aun cuando las aguas mentales están turbulentas.
Para hablar de este tema, he creado un taller llamado: Círculo de Calma: navegar la turbulencia.
Si este tema te interesa, te invito a conocerlo y a entrar en este mundo agitado de la ansiedad, el cual también puede mostrarnos un camino de calma insospechado.
El taller consta de tres sesiones grupales y dos individuales.
En este link encontrarás más información.
Click acá.
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En este episodio del podcast seguimos ahondando en el poder curativo de la autocompasión en una nutrida conversación con Montserrat Sanchez, nutricionista mexicana no peso centrista.
Me gusta la manera suave como Montserrat aborda la compasión, como hace de la suavidad un eje en su trabajo, en su forma de comunicar. Montserrat facilita espacios que acogen la humanidad de sus pacientes, que visibilizan la gran necesidad que tenemos todos de ser acogidos y escuchados por los profesionales de la salud.
*Escucha el episodio «La autocompasión es un recurso disponible siempre» del podcast de Yo debería ser flaca acá.
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