A los estudiantes becados en Los Andes y La Sabana los tratan de guizos y hampones. Nada nuevo, ser snob y arribista es propio no solo de la clase alta del país, sino de toda Colombia.
Fue escándalo en los diarios y las redes sociales. Los niños ricos se quejaron de los pobres. Salieron las directivas de las universidades a decir que no, que ellos no son así. Que sus estudiantes se están preparando para la paz de Colombia y mezclarse con la clase baja es un buen comienzo. Pero cuando Gustavo Petro anunció construir casas estrato uno y dos en predios del norte ahí sí todos saltaron. Es cosa de algunos ricos, quieren a los pobres pero de lejos.
El asunto no era para tanto. Revisa uno las denuncias de los estudiantes indignados y se trata de pequeñas pérdidas: una chaqueta, un celular, la billetera. Cosas que se roban en cada esquina, restaurante y oficina de trabajo de Colombia. Yo estudié en un colegio oficial y varias veces me robaron. Eran botines pequeños pero entre nosotros entendíamos que allí se saqueaba más por necesidad que por lujo. Nadie hacía escándalo, era parte de la jornada. Es igual en un lado y el otro.
Conozco gente que estudia en Los Andes. Amigos a quienes jamás les ha faltado un peso. A los quince años estaban recorriendo el mundo o de rumba en Mónaco y al graduarse del colegio recibieron un Audi. Son personas maravillosas, que no tienen resentimientos con nada ni nadie. Y no es para menos, no han tenido que sufrir por un cupo estudiantil, pagar un crédito en el Icetex o esperar por una cita en una EPS. Pero no se puede culpar a alguien por tener más, menos en Colombia que es un país en el que estamos acostumbrados a jodernos entre todos por lo más mínimo.
Entiendo y no juzgo a mis amigos. Que Miguel Nule, Andrés Felipe Arias o Samuel Moreno se graduaran de Los Andes y El Rosario no quiere decir que todos los ricos sean malas personas. Aunque de robarse un celular de un millón de pesos a bajarse cien millones de dólares hay algo de diferencia. Pero es natural acá, cada uno araña hasta donde le alcancen las uñas.
Lo que inquieta un poco de los comentarios en las redes sociales es que los estudiantes de La Sabana crean que los únicos que roban son los pobres. De cierta forma refleja una inocencia, quizá porque son niños de 20 años que no saben de Álvaro Dávila, Fernando Botero o Daniel Ángel Rueda. Las directivas de las universidades deberían preocuparse también por mostrarles a estos chocolocos el país que les espera.
Aquí nadie se salva.
Lo que pasa es que esos niños que se creen ricos y no son sino de clase media alta no leen, viven en su mundo, miran por debajo del hombro a los de otras universidades y sobresalen por lo arribistas y superficiales….los ricos verdaderos estudian como Juan Manuel Santos en el exterior…
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Hola!
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No hay hay que olvidar que de los mas prestigiosos colegios y universidades sale la hamponeria de cuello blanco que tiene desgraciada a Colombia.
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EL MATONEO EN LA UNIVERSIDAD PRIVADA A LOS BECADOS. Imaginese que encontrarse, ahi en la U, con el hijo de la empleada del servicio, con el hijo del que me arregla el baño, con el hijo del embolador de la esquina, con el hijo de mi mecanico… y con notas mucho mas altas que las mias. ESO DUELE HERMANO, DUELE MUCHO.
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Parte del problema de las malas costumbres de niño y jóvenes que se quedad hasta viejos, en casa sus padres, parientes o tutores no enseñan a que uno no se lleva a la casa nada que no le pertenezca, así sea regalado. lógicamente los cambios culturales y generacionales hacen que la educación de un infante sea cambiante por los modos de vida de casa, pero nunca si un padre es precavido no deje que un niño llegue a su casa con algo que usted como padre no haya comprado, no deje que su hijo lo vea comiendo frutas "gratis en los supermercados". El lapicero olvidado con razón o sin razón, la devuelta de mas por la compra, un billete falso tratarlo de meter a otra persona que tu hijo se de cuenta, en fin existen muchas actitudes que un niño no debe ver o si saber que no se deben hacer para en lo posible en 15 años tener un cambio generacional y no solamente para ricos o pobres sino para seres humanos.
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Señor Jiménez buenos días. Cuando usted dice ( ser snob y arribista es propio no solo de la clase alta del país, sino de toda Colombia ) esta totalmente equivocado, algunas personas en medio de todo el lujo y el glamour tienden a bajarle bastante a ese estilo de vida y se dan cuenta de lo interesante que es cambiar un poco el paradigma social lo cual beneficia y permite que los egos sean menos atroces y el elitismo solo sea bien visto por personas que insisten en ser mas que los demás ya sea por dinero o posición social, gracias a la visión del ser humando sobre el ser humano y no sobre la visión de Dios sobre el ser humano, pues ante el, absolutamente todos somos iguales.
Cuando usted dice ( Eran botines pequeños pero entre nosotros entendíamos que allí se saqueaba más por necesidad que por lujo. ) implícitamente esta reconociendo que en cierto modo los estudiantes becados si estan cometiendo esas fechorías por necesidad, no se que clase de percepción este intentando dar con su entrada sobre el tema, pero definitivamente deja algo muy claro, usted hace afrentas sutiles al hecho de que esos estudiantes de bajos recursos estan implicados en esos robos, se dice y se contradice totalmente en todo el articulo, pues también pone casos de personas aparentemente importantes que estudiaron en universidades privadas y al día de hoy son una vergüenza tanto para dichas guarderías de alto costo, como para una sociedad que reclama a gritos la no estigmatizacion social con el monstruo separador de clases sociales mal llamado " estrato social ". Que tenga muy buen día.
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La triste realidad, lo peor es que a estas alturas en un problema cultural; ya son muchos años de sembrar estereotipos, ojala algún día entendamos la importancia de la persona y no lo que tiene puesto.
Un saludo.
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Tal vez piensan que lo de: Miguel Nule, Andrés Felipe Arias, Samuel Moreno, Álvaro Davila, o Luis Carlos Restrepo es una pilatuna digna de imitar. En cambio, los niños de provincia que llegan humildes pero con muchas neuronas -a ellos no se lo dan nada como premio de consolación, se lo ganan- imaginaran, deben ser como extraterrestres. No tienen teléfono ni juguetes de última generación, no tienen ropa de marca, no hablan con papa en la boca, no tienen papá y mamá en el club, divorciados o con amigos con derechos, etc. Les debe sorprender cómo hacen para gravar las explicaciones de clase en la memoria del disco duro de su cabeza… ya pasado de moda, pero lo hacen… … Tal vez el menosprecio no es porque sean pobres, sino porque les significa un reto, les hace sentir discapacidad emocional. (Todo me lo dan, en cambio, estos aparecidos han sido capaces de llegar aquí por sus capacidades). Esa es la verdadera diferencia.
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Seguro piensan que lo de Miguel Nule, Andrés Felipe Arias o Samuel Moreno, Álvaro Davila es una pilatuna; y lo de los niños de provincia que llegan con humildad pero con mucho en las neuronas, – porque a ellos no se lo dan como premio de consolación, ellos se lo ganan-, deben ser como extraterrestres porque no tienen teléfono de última generación. Les debe sorprender como hacen para gravar las explicaciones de clase en la memoria del disco duro de su cabeza… Tal vez el menosprecio no es porque sean pobres, sino porque les significa un reto que les hace sentir discapacidad emocional. (A mí todo me lo dan todo, en cambio, estos han sido capaces de llegar aquí por sus neuronas). Esa es la verdadera diferencia.
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http://blogs.eltiempo.com/el-radio-del-abuelo/2015/02/06/problema-de-los-estudiantes/ Que buen artículo @jimenezpress sociología lógica
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