En estos días, cuando uno va por las calles de Bogotá, la sensación que producen oír palabras como ‘marcha’, ‘protesta’, ‘Esmad’ o ‘Policía’ en boca de los transeúntes es de una total ambigüedad:
– «Hay que marchar para asegurar el legado de nuestros hijos».
– «Otra vez protesta. Hoy tampoco dejarán trabajar».
– «No he salido de la casa. Los estudiantes y el Esmad se dan con toda por la universidad».
– «El Estado asesino».
Y tantas otras expresiones en las que se confunden impotencia con indolencia, pero también de un amargo hastío.
Hace un poco más de veinte años, días después de un fatídico 15 de septiembre de 1999, acompañé la primera marcha de mi vida tras abandonar mi casa. Me refiero al asesinato del catedrático de la facultad de Economía de la Universidad Nacional, Jesús Antonio Bejarano, hecho que ocurrió dentro de las instalaciones del alma máter en Bogotá y casi a un mes del homicidio del humorista Jaime Garzón.
El desconcierto por el escabroso hecho motivó que el estudiantado se congregara activamente para organizar una marcha. Era razonable: la magnitud de lo ocurrido exigía una manifestación poco más que vehemente. Entre los alumnos de Filosofía cundió el llamado, por lo que nos congregamos en la emblemática Plaza Che para iniciar el recorrido que se tomó la calle 45 hasta encontrar la carrera Séptima y de allí hasta la Plaza de Bolívar. De todas las arengas que cantamos ese día la que se me quedó grabada fue “El que no salte es paramilitar”, acompañada de una coreografía básica que contagió a todos de energía durante parte de las casi cuatro horas de caminata.
La Policía nos acompañó ese día. De vez en cuando varios uniformados sonreían ante nuestras ocurrencias, pero se mantenían en su sitio. En ese momento pensé que la protesta era un encuentro real, una suma de voluntades que podía clamar a viva voz ¡Justicia!, a la vez que permitía cierta festividad donde nos expresábamos sin cubrirnos el rostro. Sin celulares que estorbaran los abrazos. Sin egos henchidos. Sin agresiones. Vi personas salir de sus negocios para unirse a los cantos o regalar agua.
Hoy, las marchas nacen en las redes sociales. Más ambiguas de lo que uno puede imaginarse. Todos buscan sus mejores ángulos para las fotos. Todos se cubren el rostro, tanto policías como manifestantes, sean o no vándalos. Una especie de gen violento parece aflorar en ambos bandos (¿siempre se ha tratado de eso?). La calle no es una plaza pública sino un improvisado polígono de tiro, en medio de fachadas cubiertas de cartones o telas rígidas. Unos celebran que veinte personas pateen con furia a un policía que se cayó de su moto. Otros cuestionan que menores de edad salgan a protestar a las calles junto con los adultos, pero que si les pasa algo “¿quién los mandó?”, asegurando implícitamente que salir a marchar es el nuevo deporte de alto riesgo. Y lo peor del caso es que en ambos bandos todos se autodenominan “los buenos” o la “gente de bien”.
Por alguna razón el estallido social llegó a nuestro país. Los reclamos son justos, pero la movilización se desdibuja entre la desinformación y las mentiras que se multiplican en la virtualidad, un perpetuo desfile de vanidades y la insufrible soberbia. Personalmente no puedo con eso. No apoyo la muerte o la violencia en ninguna de sus formas. Menos en estas circunstancias. Se impone la teoría de que el odio es más inspiracional. Aunque suene trillado, una protesta legítima es la que una a todos en un propósito común. Pero en estos días de eso hay más bien poco.
He acompañado alguna de las manifestaciones recientes, pero las miro de lejos. Ahora, solo pienso que tenía la misma edad de Dilan Cruz cuando salí a protestar por primera vez. Quizá más romántico e ingenuo que él.
#LoMejor2010sDistractor
Volviendo a mi tema del blog, invito a todos mis lectores a elegir conjuntamente las mejores producciones de esta década que casi termina. Para ello he habilitado un pequeño formulario en el siguiente enlace donde podrán registrar el nombre de su producción favorita según la categoría. Para no hacerlo extenso solo me remito a categorías generales en Cine, Televisión e Internet y algunos géneros. En la medida en que participen bastantes personas podré sacar un top diez de cada categoría que se publicará el lunes 23 de diciembre de 2019. El plazo para inscribir a sus favoritos inicia desde ahora y hasta el viernes 20 de diciembre. Compártalo con sus familiares y amigos, hagamos quinielas y veamos si coincidimos con mi top, que saldrá publicado el mismo día. El sondeo es totalmente confidencial y pueden participar personas de todo el mundo. De pronto preparo un FB Live para revelar el top 10 ese lunes antes de Navidad. Les estaré avisando.
Estaré moviendo la conversación con el HT #LoMejor2010sDistractor para que hagan sus aportes. Gracias a todos por apoyar este listado.
Todo esto que nos esta sucediendo prueban la realidad de un pueblo enloquecido embrutecido que demuestra lo mas bajo de sus instintos y lo mas doloroso es que la prensa que deberia llamar a la cordura que ha tenido en el pasado los valores para evitar este horror que vivimos le echa leña al fuego y todo se
enardece mas y lo mas triste y doloroso cuesta vidas humanas especialmente de los que nos defienden de los que ofrecen su vida por la seguridad de todos :los policias, los soldados los del ejerctio, cuantos han muerto?cuantas viudas, cuantos huerfanos,cuantas madres colombianas, cuantos padres cuantos esposos cuantos hijos,cuyo angustia les durara hasta su muerte, cuanto desequilibrio cuanto dolor inmenso, pero a la vez cuanta indiferencia?por que llego nuestro pais hasta aqui? por que tanta rabia,insolita tanta indignacion sin motivo contra un gobierno que quiere acertar?
Califica: