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Me permito reiterar esa idea universal de ser perseverantes, luchar por los sueños, vencer obstáculos y perseguir ideales.

Pero cuando la vida te muestra señales que indican otra dirección y tú insistes en estar allí, jugando a la prueba y error; eso se llama ser obstinado, terco y testarudo.

Quizás el sueño siga siendo el mismo. Quizás los ideales sean muy buenos y la idea maravillosa.

De pronto el camino que elegiste no era el apropiado, o te faltó diseño y planificación.

Te recuerdo que también vale volver a empezar. Con otra forma, de otra manera, con otro vestido; con un nuevo Yo que acepta con humildad el replanteamiento.

Si ya estás en ese lugar, si ya creaste una idea para salir de la encrucijada, si dejaste de patinar en el fango y encontraste la tranquilidad en la economía y la paz en tu corazón; felicitaciones.

Estás pensando en reinventarte. Ahora tan solo te falta tomar acción. Reinventa el diseño de tu plan. Reinventa tu forma de pensar que la vida es difícil y cámbiala por el pensamiento de que eres capaz y de que sí puedes lograrlo. Adelante, toma impulso. Las puertas están abiertas.

Considera que en ese replanteamiento te van a criticar, porque ellos siempre querrán  la versión que a ellos les gusta de ti. Y en ese orden, tu idea o nueva forma de vivir la vida no encajará en sus expectativas. Pero te recuerdo que no hay ideas estúpidas. Hay estúpidos que no entienden tus ideas

Reinventarse es una necesidad que aparece en el ser humano a través de las diferentes etapas, camino a la madurez, en medio de ella, o inclusive en ese momento en el que también vale replantear tu vida con arrugas en tus manos y canas en tu cabeza.

Es la forma de experimentar nuevas emociones tras renovar motivaciones con la creación de proyectos y cambios en las diferentes áreas que conforman nuestro cuadrante de vida:

Personal – Familiar – Profesional – Espiritual.

Cada paso que damos hacia el cambio es un adelanto en dirección a descubrir nuevos talentos cuyo desarrollo nos proporciona dotes de satisfacción personal.

Cambios en tu apariencia. Por ejemplo, puedes dejarte el bigote (señoras, hacer caso omiso a esta sugerencia), hacerte un nuevo corte de pelo (calvos, hacer caso omiso), volver a los jeans, mover los muebles de tu casa, renovar la cocina, desprenderte de esa vajilla incompleta y regalarte una nueva, convertir en limpiones las toallas viejas, estrenar esa pijama que te regalaron una navidad hace un par de años, visitar paginas de chistes y aprenderte unos cuantos, aceptar a tu suegra, querer a tu nuera, volver al romanticismo con tu pareja o disfrutar al máximo tu soledad… simples ideas.

Reinventarse es evaluar los tiempos en las diferentes etapas de la vida y reconocer que cada ciclo se cumple exigiendo cambios y renovaciones.

Estos cambios traen consigo una renovación de la persona que inmediatamente se ve reflejada en su actitud y conducta.

Es que, en esa iniciativa, se recuperan las ilusiones, se recobra la alegría, se crean motivaciones y se estrena un nuevo modo de permanente luz en los ojos.

Son momentos especiales para incentivar la creatividad y probar la fuerza, el valor y la confianza que produce un verdadero auto conocimiento.

Los cambios y renovaciones a nivel personal se dan en diferentes aspectos, tomando decisiones referentes a la conducta social o modificando actividades físicas y deportivas. Buscando una vida sana y balanceada con ejercicio y alimentación. Alejando el exceso del consumo del alcohol  o la rumba con drogas.

Reinventarse en el campo personal es comenzar nuevos estudios o lecturas de interés propio, o adentrase en territorios que siempre han llamado su atención con talentos ocultos como la cocina, la pintura, el arte, la escritura, la lectura, el amor por la naturaleza o la convivencia con los animales.

En el campo familiar constantemente surgen oportunidades de cambio. Y la primera de ellas es crear espacios de pareja, volver a ser novios, pero casados. Disfrutar los hijos sin el estrés que produce pretender su perfección.

Renovar nuestra vida familiar es romper con la rutina, inventar programas divertidos para todos, propiciar conversaciones profundas con cada uno para escuchar sus ideas y conceptos, intercambiando consejos, o simplemente disfrutando con ellos su existencia y la nuestra.

A nivel profesional, reinventarse es revisar con detenimiento los tiempos en cada rol que desarrollamos y mirar nuevos horizontes, quizás buscando un ascenso o preparando el camino para la independencia empresarial.

Inventar ideas, crear proyectos, conocer nuevos métodos, estudiar tendencias, analizar mercados, encontrar oportunidades y aventurase al cambio.

Una renovación espiritual es profundizar en nuestro interior encontrando paz en la oración, incrementando nuestra fe y experimentando un crecimiento hacia la bondad, buscando cada día ser mejores personas y trascender como seres humanos.

Para todo aquello se requiere de un discernimiento preciso y, enseguida, una mezcla de conciencia y voluntad para atreverse a realizar ese viraje necesario para despertar nuevas ilusiones.  En otras palabras; atrévete a ‘re inventarte’.

De pronto termina gustándote esa nueva versión de ti.

A propósito de renovación, te invito a ver una nueva versión de mi conferencia, ahora en modo comedia.  Se llama “Ahora Todos Somos Coach”. Es una burla, una autocrítica. Una evolución a mi propia forma de contar una historia de vida, que ha pasado por tres etapas que honro como aprendizaje:  Primero, desde la victimización; luego, desde la arrogancia intelectual; y ahora, desde lo que siempre fui: un tipo divertido que se divierte con la vida.

Hakuna Matata – JMC

«Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia.» – Honoré de Balzac

 

 

 

 

 

 

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