Paro en Colombia – foto El Tiempo
Un ingrediente adicional y negativo en este eterno paro es el papel de gran porcentaje de la prensa nacional, y por efecto búmeran, el papel de la prensa internacional que, desde la distancia, en muchos casos sin verificar fuentes, ha contribuido a desinformar.
Muchos medios de Colombia se han dedicado a replicar videos que se cuelgan en redes, en muchos casos sin corroborar su procedencia, sin confirmar su veracidad, sin comprobar si están editados o no y con la gravedad de tomar partido, haciendo comentarios anexos, inexactos, irresponsables y sesgados.
En sus entrevistas en los medios, tristemente, un gran número de periodistas unge de fiscales y de jueces y señalan, juzgan y condenan, de manera implacable, a quienes hacen parte del gobierno, piden sus cabezas, los critican por acción, por omisión, inclinan la balanza de la opinión pública en contra de los funcionarios y hasta ponen en riesgo su integridad.
Es importante diferenciar entre quienes opinan, como columnistas, blogueros, editorialistas, que plasman su punto de vista, y aquellos que tienen la labor de informar de manera objetiva.
Adicionalmente, las redes, de manera irresponsable, han suplantado el papel de los medios, aprovechando su inmediatez, su falta de legislación y de control y que en esas tribunas cualquiera es ‘periodista’ y se cree dueño de la verdad. Además, muchos manipulan lo que allí se ‘postea’ para adoctrinar e influenciar de acuerdo a su afiliación política.
Algo que siempre hemos criticado es que los periodistas que pertenecen a un medio y que no son independientes publiquen en sus redes posiciones personales que puedan comprometer el mismo medio en el que trabajan, la mayoría de la gente no diferencia y cree que es dicho medio el que toma partido. Sin duda, ese proceder es incoherente y nocivo.
Lo peor, periodistas que ni siquiera viven en Colombia, con odios políticos reconocidos, y que trabajan para medios internacionales, aprovechan sus seguidores para postear información manipulada, en clara ofensiva contra sus enemigos y llevándose por delante el país.
En estos momentos es cuando la prensa colombiana debe mostrar de qué y de quiénes está hecha, asumir un papel objetivo, responsable, sin odios, sin pasar facturas, sin cobrarle a los enemigos nada, y aunque parezca un contra sentido, que no mal informen a sus colegas internacionales porque es la institucionalidad de Colombia la que está en juego.
En ningún momento estamos diciendo que no se informe, pero que sea la realidad, que se corrobore el material, de dónde llega, cómo llega, para quien llega y por qué llega, no volvernos idiotas útiles de nadie.
Es importante verificar las fuentes, no convertir los medios de comunicación en megáfonos de las redes sociales donde casi el 90 por ciento de lo que se dice es falso. No podemos estar replicando todos esos videos sin tener autocensura, muchas veces, aunque su contenido sea cierto, debemos pensar qué consecuencias trae emitirlos.
Podría citar nombres propios de medios y de colegas, pero eso contribuiría a incendiar más y la idea es que hagamos todos un mea culpa y pensemos que nuestra labor periodística no debe impregnarse de amarillismo, sensacionalismo o del rating.
Los periodistas somos voceros del pueblo, de los que no tienen voz, pero eso no nos obliga a legitimar la violencia o la violación de los derechos de las personas.
No somos mejores comunicadores si somos los que más gritamos en cabina, o los que más pongamos contra la pared a nuestros invitados o los que más seguidores tengamos en redes, retuits y likes, somos mejores periodistas si informamos con la verdad y llamamos a la mesura y a la calma, sin hacer parte del Sistema Radial Acusatorio, ni del show de los noticieros de televisión ni del staff de columnistas intocables de los periódicos y medios digitales a ver quién opina más duro y pega primero.
¡Ayudemos a salvar a Colombia no a hundirla!
Periodista
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Ayudemos a salvar a Colombia no a hundirla.
Excelente columna, uno de los factores de desestitucionalizar a nuestro país ha sido el periodismo irresponsable, columnistas que permanentemente en una función política difaman del estado, y sobre todo cierto periodismo radial cuya posición política difamatoria es utilizada para obtener sintonía o rating !, hablamos de la W, y su amarillismo parcial izado, son los padres del bien llamado S.R.A. y condenatorio !, que dicen las escuelas de periodismo?.
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ReportarGracias Osjim Abrazo giovannetti2@hotmail.com
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ReportarGracias Michael. Abrazo. giovannetti2@hotmail.com
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ReportarFelicitaciones señor Agudelo. Lamentable el papel de la prensa en esta grave situación. El país incendiado y la W, Caracol, y columnistas de El Tiempo echando gasolina a la hoguera, se llevaron al país por delante. Muertos, destrucción, vándalos, la pandemía no da tregua, y estos incendiarios periodístas contribuyendo a destruir lo poco que nos queda. Y todavía siguen desinformando y destilando odio.
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