Hoy Bogotá está cumpliendo 477 años. Y es bueno reflexionar un poquito de lo bueno y de lo malo. Yo que soy feliz rajando (criticar es muy fácil) voy a pasar por cada uno de sus puestos repartiendo esta reflexión. Muchas gracias al señor conductor y les ruego no botar el papelito al suelo.
Uno de nuestros grandes problemas como sociedad, si no el más grande, es el bendito individualismo. No somos capaces de pensar como comunidad. Y se nota en todo. Se nota en la niña tetona que sale ebria y agarra a cabezazos a los policías que la detienen. Se nota en el tipo que cree que puede hacer lo que quiera y grita «Usted no sabe quién soy yo» al que se le atraviese. No se me hagan los pendejos: todos somos individualistas y todos hemos hecho alguna vez algo de ese estilo. Y es que eso se pega. Hagan memoria un poquito y reconozcan que en algún momento han sido así de egoístas, sobretodo si viven en Bogotá.
Cuando sucedió el antiguo pero conocido caso de Carulla, por allá en el 2013, aquel en que una mujer aparentemente alicorada vomitó en uno de los pasillos de la sucursal de la 85, el problema se agrandó porque todos pensaron en sí mismos. Acá les dejo el video por si no se acuerdan, o simplemente lo quieren volver a ver.
https://www.youtube.com/watch?v=OacdAV8I6LU
[Mira aquí la reseña de El Espectador].
Veamos:
La señorita en cuestión, por tragos o por enferma o por lo que fuera, ensució el almacén. Lo correcto es que pidiera ayuda, le avisara a alguien del personal para que limpie. Supongo que pedirle a ella que limpie es demasiado. ¿Qué hizo? Tratar de irse: «Guaaaaaarrrrghghhhrrrghghghpff. Marica *hic* ¡vámonos antes de que nos pillen!» Y patitas para qué las quiero. Es un claro caso de Yoísmo.
El amigo de la señorita en cuestión, la agarró de la mano y «los que corren», pero no contaba con que alguien se diera cuenta y les avisara a los vigilantes que, por supuesto, no los dejaron salir. Más Yoísmo. ¿Qué debió hacer? Pues lo mismo que debió hacer la ebria: Limpiar o pedirle a alguien que limpie.
Ninguno de los dos pensó en el resto de clientes que podrían estar comprando algo en ese lugar. Solo pensaron en ellos y en que no les tocara limpiar.
El vigilante no los dejó salir del establecimiento. Creo que hizo bien en un principio. A mí me habría dado mal genio que un par de personajes se quieran pasar de vivos y dejarme el chiquero en el local para reírse con sus amigos borrachos en la plaza frente al Carulla. Donde la empezó a embarrar el señor vigilante fue en el momento en que le metió la mano al personaje de la chaqueta azul. Se dejó subir el mal genio y reaccionó (creo que a mí me habría pasado igual), pero él, como empleado, debió tratar de mantenerse en su lugar todo el tiempo, sobretodo sabiendo que tenía todas las de ganar. Pensó en sí mismo y en cómo lo estaban ofendiendo y no en el bien de su empresa o del establecimiento. Me imagino que diría «YO no me la dejo montar de este gomelito de m…» y zuákate que le metió su guamazo. Yoísmo.
Luego llega el administrador del almacén, y lo primero que hizo fue pedirle al que grabó el video que se saliera, asegurando que eso está prohibido. Me imagino que lo primero que pensó fue «mierda, ese chino está grabando una pelea acá en MI local y me va a hacer quedar mal«. Todos en coroooo: Yoísmoooo. Hasta le iba a confiscar el celular, no sé alegando qué. No, pues, el colegio. «Me hace el favor y me da ese celular y se lo regreso a final de año».¿Qué debió hacer? ¡¡Pues parar la pelea!! Obvio. Debió calmar al vigilante, debió pedirle a los personajes que se fueran (insisto, ya pedirles que limpiaran era una bobada). De pronto asustarlos diciéndoles que no podrían volver a entrar, que todo quedó en cámara, así no sea cierto. Que se vayan con el susto; pero nada de violencia. Creo que él es el único que habría podido parar esa pelea pero, como siempre, pensó en sí mismo y en el corto plazo. Yo-is-mo.
¿Y el que grabó el video?… ooootro. Creo que en ningún momento pensó en parar esa pelea. Dice que es lamentable que los clientes del local tengamos que presenciar eso. YO como cliente no debería ver estas cosas vergonzosas. ¿Y si hubiese intercedido y les pide a los vigilantes, de manera amable, que los deje salir? ¿O a los clientes pedirles que limpien o que respondan por el daño? ¿Qué hizo? Grabó su video, lo subió a Youtube y se dijo «por fin voy a ser famoso«. Hasta lo entrevistaron en radio. Yoísmo mezclado con un toque de oportunismo.
Ejemplos como ese hay muchos, ya sabemos: Los borrachos que manejan irresponsablemente y atropellan a alguien. El concejal que maneja borracho y se mete en plena Escuela Militar. El alcalde que lo único que piensa es en cómo terminar su mandato sacándole la mejor tajada al tema, sin importarle la ciudad. ¿O es que ustedes dudan que Petro en lo único que ha pensado este tiempo es en cómo salir presidenciable? Para él Bogotá no existe después de tres años. Si hasta confundió una foto de la 26 con Medellín.
¿Y los votantes? Ah, YO voto por este candidato porque me regaló un tamal, o porque me prometió nevera, como está pasando por estos días en la Costa. La siguiente imagen la encontré en El Heraldo, con el título «Lavadoras, mensualidades de colegio y cámaras de vigilancia a cambio de votos».
¿Qué me importa que el resto de la ciudad se vuelva un mugrero? Lo que me importa es MI barrio. ¿Los contratistas corruptos? A mí qué me importa que en dos años la calle se llene de huecos. Lo que me importa es la tajada que le sacaré al contrato. El resto me importa tres tiras. ¿El taxista? si va con pasajero le pita a todo el mundo y se mete en el más mínimo espacio que le den. Pero si ese taxista va solo, transita a 20 km/hora y no le importa que arme el trancón. ¿El pasajero? si va en buseta le echa la madre al taxista, pero si va en el taxi piensa «qué importa, voy de afán. Paguen más, parranganada de líchigos.»
Todos somos así. Nada nos importa mientras no nos toque. No nos duele la ciudad desde que no sea el barrio. Está en nuestra cultura criolla y subdesarrollada. El día en que pensemos a largo plazo, como sociedad, de pronto ese día prosperemos. Ojalá les enseñemos a nuestros niños a no ser tan egoístas, a no pensar en el atajo, a valorar el bien común. A ver más allá de nuestras narices. El día en que dejemos de pensar en nosotros individuos y pensemos en nosotros comunidad seremos mejores. Ojalá llegue el momento, YO sueño con verlo algún día.
Les cuento que he estado trabajando en varios proyectos que salieron por esta época, por lo que ando atareado. Por eso no les pude cumplir con el podcast. Pero ustedes me perdonan, ¿cierto? Muchos lindos, carajo. Si todo sale de acuerdo a lo planeado, la próxima semana les comparto dos blogs nuevos, uno escrito por mí, otro escrito por ustedes. Y también les compartiré un video muy bacano que hicimos de los PremiosTW 2015. Un saludo para todos, particularmente para los que me escribieron desde Bonita Springs, Viena, Nueva York, y Brisbane y Melbourne en Australia. Obvio, también para los que escriben desde toda Colombia, los bogotanos que estamos celebrando hoy cumpleaños 477.
Entradas anteriores: «Sal con alguien valiente«, «Bogotá tiene la ventana rota«, «La novia no-modelo«.
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Omar, me encanta el blog pero llevamos dos semanas sin saber de tí. Dedicanos un momento, por fis….
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Gracias Diana. Justo acabo de publicar 🙂
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Hola Omar. Una vez más, tu blog es acertado en las apreciaciones de nuestra cultura. Estamos tan acostumbrados a esa tendencia «cavernícola» en que prima la satisfacción personal antes que el pensamiento grupal, que no vemos las acciones que en la cotidianidad nos muestran el absoluto egoismo con el que vivimos.
Es necesario volver a la cultura ciudadana, esa que nos enseño el profesor Mockus y con la que más de uno aprendimos a cruzar una calle por la cebra, respetar los semáforos en rojo y exponer nuestras inconformidades respetando el criterio del otro.
Espero que en octubre no sólo aquí en Bogotá, sino en toda Colombia, la gente vote a conciencia, por la persona que tenga la hoja de vida más adecuada y las propuestas más coherentes y realistas para sacar adelante a nuestras ciudades y municipios. Bienvenido el sentido común a nuestras urnas!
Un abrazo y sigue adelante con tus proyectos, eso sí, sin abandonarnos.
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Muchas gracias Sandra por tu comentario. Ojalá sea como dices y nuestros próximos alcaldes lo hagan mejor. Espero no descuidarlos, no no. Un abrazo para ti.
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Hola Omar , llevaba días sin poder leerte y hasta ahora me vuelvo a conectar con tus historias , cosas de trabajo y eso ; en cuanto al yoismo , es parte de la idiosincracia colombiana , así que es más fácil pisar una cucaracha a que la gente te deje ese vició.
No te olvides de seguir con las historias de andres me fascinan , entre otras me lo imagino un tipo interesante , no el Man re papi , pero si uno así como bien pispo ,como decimos en medellin, o como digo yo , un feo lindo , de gafas y bien interesante , pero más de malas que yo con los hombres jajaja un abrazo
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Muchas gracias por leer. Bienvenida por acá. Y sí, supongo que ese egoísmo nuestro no parará, lamentablemente.
Y como dices, Andrés tiene su gracia 😀
Un abrazo hasta Medellín.
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Carulla no tiene servicio de limpieza y aseo? Ahi quedaron como un kulo! Y el rufian de seguridad muy machito con una mujer y depues se le fueron las luces con este man, no tenia que agredir a Los clientes. El cliente es Lo mas importante para el comerciante, se ve que Los de seguridad fueron unos autenticos kafres. No es por ser incendiario, pero en mi caso tocan y manosean a mi esposa y creo que tengo el derecho a reaccionar con TODO!!!!ojala y hechen a esos abusivos que dizque vigilantes, esos son bandidos!!!
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Gracias por comentar, Hernando. Esto sucedió en el 2013, como decía en el texto. Estamos de acuerdo en que el vigilante no actuó bien, pero los dos clientes tampoco. No por ser mujer, ni por estar borracha puede ir a vomitar a un Carulla. A mí me vomitan la casa y los enciendo a escoba y trapero.
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Muy buen blog, estoy de acuerdo en todo, solo le agregaria que en Bogota, se mezcla el Yoismo con la ignorancia, dando como resultado el tipo de sociedad que vemos, sumandole que la alcaldia de este personaje siniestro de Petro fomenta la lucha de clases y el odio, que creo era lo unico que faltaba para terminar de dañar el asunto…lo bueno es que mas al fondo no podemos caer, pero hay que hacer algo y rapido!!!
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No invoque, no invoque. Yo creo que si seguimos eligiendo alcaldes del Polo podemos caer más bajo. Dios quiera que no lo comprobemos. Gracias por el comentario. Saludos.
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Me contaron de una ciudad en donde, cuando un semáforo esta dañado, o no existe, los automovilistas que van por la calle y los que van por la carrera se miran y, tácitamente, se van turnando el paso: si acabó de pasar el que va delante mío, yo espero a que pase uno que va a cruzar, y el que le sigue al que ha cruzado, espera a que yo pase. Pero esperar a que actuemos así es una utopía, mientras o se enseñe desde los hogares y las aulas.
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Tú lo has dicho. Tuve la oportunidad de manejar en Dallas, allá es así. Todos los PARE se respetan. Hay que parar y detenerse completamente (aunque no haya nadie) y si alguien paró antes que yo, lo dejo pasar. Y no tengo ese estrés de pensar que si dejo pasar a uno se me van a pasar 20, porque allá todos respetan los turnos. Creo que para llegar a esos niveles hay que jugar un poco a lo que Mockus hizo: garrote y zanahoria. Las multas por pasarse un pare allá son altísimas, pero a la gente se le explica el por qué debe respetar esas señales (pues porque si no, se estrella, obvio). Entonces todos terminan por obedecerlas, ya sea por sentido común o por temor a la multa. Acá, en cambio, somos como esas moscas que se siguen estrellando contra el vidrio. ¿Cómo no pensamos que si me paso un semáforo en rojo me puedo estrellar? Se necesita ser muy corto de neuronas.
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hoy se esta ofreciendo creatina en los salones de belleza a las mujeres por el voto que tal estos políticos ya se metieron en el tema de la aparente belleza
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Qué sociedad tan triste 🙁
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Omar, tengo agendado los jueves leer este blog, ya le tengo cariño y consideración a Andrés. Pero a lo de hoy, en la otra publicación que hiciste sobre Bogotá opine sobre lo que hoy describe. Lo definía algo así como la pereza rola o algo parecido, que vos preguntaste que si era sólo para los que vale el gentilicio o si era algo despectivo, pero es mi forma de describir ese; mientras no sea conmigo, no me importa.
Pero creó que uno de los matices y que es una de las bases de este comportamiento capitalino es la desconfianza con la que nos autodefendemos, en todo momento nos protegemos y todo puede ser una amenaza, si alguien me habla en el bus me va a echar burundanga, si otro pregunta una dirección es para embarcarme, en el trasmi voy amenazante para que nadie se meta conmigo y así sucesivamente. Pero lo peor es que cada noticia del noctámbulo reafirma que todos seamos reacios a cambiar. Y por eso no consideramos y no tenemos empatia por el otro.
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Tienes razón, Simón. Hace varios años escribí una entrada llamada «Los rolos somos buena gente», en la que pretendo explicar esa desconfianza que nos rodea. Quizás la publique acá con las actualizaciones correspondientes. Saludos 🙂
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Comparto lo dicho por el escritor, excepto lo de petro y las casas, votar por recibir una casa es de buena fe, no tiene nada de yoismo, un mal ejemplo obligado.
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Gracias por la observación, Diego. Sí, supongo que no es el mejor ejemplo. Lo voy a cambiar por una lavadora (como está pasando en la costa por estos días).
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Adoro leer marmotazos, mucho lindo tu escribir cumplidito para nosotros con todo lo ajetreado y los proyectos que tengas
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Gracias Stephany. A veces me hago la víctima 😛
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Buena tarde.
Muy buena reflexión Omar, comparto su pensar sobre nuestro egoísmo y eso toca empezarlo a trabajar con las nuevas generaciones, muchas cosas no nos importan desde que no sean con nosotros; ese Yoismo describe a la perfección lo que muchas veces hacemos en momentos en los cuales nos dejamos llevar del afán, el egocentrismo y la ira, por no se r de pensar a largo plazo.
Muchas gracias por este blog, de verdad que lo pone a uno a pensar demasiado.
Buen día para todos.
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Muchas gracias Mauricio. Me alegra aportar un poco. Ojalá cada día seamos mejor sociedad con mejores personas 🙂
Saludos.
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