Al cierre de la segunda semana de la Vuelta a España, el título ya parece tener un dueño definitivo, quien se lo ha ganado a pulso y superando excelentemente el terreno montañoso.
Primož Roglič es un digno líder de la Vuelta a España y su favoritismo lo ratificó contundentemente a lo largo del segundo bloque de competencia. Las diferencias que tiene y sobre todo la regularidad que ha mostrado, brindan un escenario donde es muy difícil pensar en que pueda perder el liderato, claro, nada está escrito hasta cruzar la línea final en Madrid, pero el esloveno ha hecho méritos suficientes para acreditarse su primera grande. El éxito de este exsaltador de esquí radica en varios puntos, su serenidad en carrera, el gran equipo que lo respalda y su superioridad en la contrarreloj son algunos de ellos, pero hay uno en especial que redondea esta magnífica actuación: Su solidez en la montaña.
Muchas veces la consecución de un título se da porque el ciclista es capaz de defenderse en un terreno ajeno a sus condiciones que de sacar diferencias en el trazado que más le favorece, en el caso de Roglič, y más aun con el recorrido es más importante lo que ha defendido en la montaña que la misma distancia que sacó en la contrarreloj. Y ahora para ir a más profundidad, se sabía que la mayor dureza de montaña se localizaba en el final de la segunda semana en las etapas de Cantabria y Asturias, el esloveno, no solo superó esos desafíos con nota alta, sino que también les dio un mazazo a los demás escaladores arrebatándoles el tiempo que ellos tuvieron que haberle recortado, una muestra de una propuesta totalmente ambiciosa.
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Todo eso se da en primera instancia porque tiene muy buenas piernas y por qué sabe aprovecharlas. Si es cierto que en la etapa de ayer mostró una debilidad, pero fue mínima y no influyó en el resultado, ¿Va a tener algún día de crisis? Puede ser, pero por cómo se ha mostrado puede que no ponga en peligro su título. Primož ya libró su batalla, y quienes deberán librar la suya en esta tercera semana son Alejandro Valverde, Tadej Pogačar y Miguel Ángel López, quienes en principio deberían definir los dos cajones restantes del podio. Considero que lo primero que hay que evaluar con ellos tres es el objetivo, que puede ser, cerrar la conversación en definir al segundo o al tercero o abrirla hasta la posibilidad del campeonato.
Y es tan relevante esa planificación ya que definiría hasta qué punto sería capaz cada uno de sacrificar el podio en pro de destronar a Roglič, y significaría que el que arriesgue, gana o pierde todo. Sinceramente creo que entre Valverde y López podría darse ese escenario, ya que Pogačar es muy joven y para su primera grande un podio es muy significativo. Tanto español como colombiano tienen a dos grandes conjuntos dispuestos en su totalidad al beneficio de ambos, cuando tienen piernas son agresivos y tienen experiencia, la cual van a tratar de utilizar en esta tercera semana para llegar lo más lejos posible. Si hay alguna flaqueza de los eslovenos y ellos se encuentran bien, claramente una alianza en carrera puede tener mucha rentabilidad, pero eso será circunstancial.
Esta guerra no ha llegado a su fin, pero está a punto de proclamar a un campeón que convirtió su peor batalla en la mejor, porque se atrevió a librarla poniendo voluntad, ganas y fuerzas, y de paso aplaza la de sus rivales quienes tendrán que librar la suya arriesgando y siendo valientes, ¿hasta qué punto? No sabemos, pero todo dependerá de lo quieran y puedan hacer.
Alejandro Matiz
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