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Jorge Camargo FPor: Jorge Camargo Tovar

Sin lugar a dudas, los resultados del pasado 25 de octubre anticiparon la carrera presidencial del 2018 y el panorama que se avizora, perfila grandes candidatos, pero también sonadas rupturas, entre ellas la de la Unidad Nacional.

El saldo fue el siguiente: el gran ganador fue Cambio Radical, el Partido del Vicepresidente Germán Vargas Lleras. Por su parte, los grandes derrotados, fueron los sectores de izquierda a nivel nacional, con una pérdida simbólica, la Alcaldía de Bogotá. De modo tal, que se podrían complicar puntos en la agenda de negociación de La Habana, sobre el proceso de Paz, como la posible participación en política de las FARC, pues con la debacle de la izquierda democrática en las urnas, el país está manifestando su inconformismo con los gobiernos y administraciones de esta ideología.

Pero la lista de derrotados continua, porque no se puede pasar por alto la quemada de los ex vicepresidentes Angelino Garzón, en Cali y Francisco Santos, en Bogotá, ambos ocupando los últimos lugares. Sin embargo, el ex presidente Álvaro Uribe tampoco sale bien librado, las expectativas con Centro Democrático eran mayores, y evidentemente los raseros para medir su vigencia en la política nacional, eran Antioquia y Bogotá, dos plazas decisivas a nivel nacional y por demás, sus grandes fortines electorales. Entonces, con Luis Pérez en la Gobernación de Antioquia, Enrique Peñalosa en Bogotá, y Jorge Rey en Cundinamarca, el momentum del uribismo, está quedando en el pasado.

El mapa electoral a nivel nacional quedo de la siguiente manera, Cambio Radical logró 6 Gobernaciones, sin alianzas ni coaliciones, ratificando el poder de su maquinaria en la costa y la influencia de sus caciques en esta región. No obstante, a Centro Democrático le arrebató varios departamentos uribistas, como el Huila y Vaupés, y por su parte Centro Democrático solo obtuvo la gobernación de Casanare, sus otros logros fueron en coalición con el Conservador.

Para los azules el saldo no es alentador, dado que la única gobernación conservadora fue Risaralda y en Tolima y Arauca, ganaron bajo alianzas con múltiples colectividades. Respecto al liberalismo, su gran acierto fue Antioquia, Santander, Atlántico y Bolívar, triunfos que no son de poca monta. Finalizando con la U, que sólo logro la cuestionada gobernación de Valle y el departamento de Cesar.

En suma, se atomizó la Unidad Nacional y quien quedó con mayor margen de acción fue Vargas Lleras, Gaviria y Serpa dieron la pelea quedando en segundo lugar, ahora solo les falta perfilar un buen candidato para el 2018 –entre la baraja de posibilidades están Humberto de la Calle o el delfín Simón Gaviria-, y finalmente la U se está diezmando, solo le resta terminar de pagar favores políticos, sobre todo para cumplir con el compromiso de Juan Manuel Santos de revivir el liberalismo a nivel nacional, por eso no cuenta con un líder que se perfile.

Pero mientras las Unidad Nacional se desune, posiblemente la oposición de una, debido a que al Centro Democrático y al Conservador les fue mejor en alianza que como independientes, con dicho escenario, la alternativas de Marta Lucía, Oscar Iván, Alejandro Ordoñez o el propio Carlos Holmes, aumentan, el problema ahí, es lograr consenso entre tantos egos.

Twitter: @jorgecamargo92

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