Hay una frase muy famosa entre los colombianos que dice: “Hecha la Ley, hecha la trampa”, y es que en general no nos gustan las normas, nos quejamos cada vez que nos regulan una actividad y pasamos el tiempo hablando pestes de los legisladores.
Pero en estos días de navidad, me abordaron sobre una vía principal de la ciudad de Bogotá vendedores ambulantes con las famosas “chispitas mariposas” y otros elementos que contienen pólvora, claramente prohibidos por la ley. Bajé la ventana y le pregunté a una señora que tenía el canasto lleno de estos productos: ¿Mi señora sumercé porqué vende pólvora si está prohibida?, ella inmediatamente cambió su gesto amable por uno muy agresivo contestándome en otras palabras que era un metido, que no le estaba haciendo nada malo a nadie y que la situación económica la obligaba a hacerlo, además de que no le veía nada de malo. Lo peor del caso es que en medio del trancón muchos carros paraban a comprar la mercancía para hacer felices a sus familias, supongo yo. Obviamente el 24 y el 31 escucharemos pólvora a más no poder en las calles de Bogotá y Dios los guarde de las quemaduras.
Cosas como estas que claramente están restringidas, son aceptadas socialmente y me puse a pensar en otras leyes que están siendo violadas abiertamente, y nadie dice nada, por la sencilla razón de que nosotros mismos las rompemos y eso nos hace más fácil la vida. A continuación algunos ejemplos:
– LA LEY SECA. Cuando el Distrito decreta la Ley seca, me da una risita que no se me quita. Siempre veo en su mayoría jóvenes bebiendo en cualquier esquina incluso al frente de la policía que los ignora.
– VIDEOS Y LIBROS PIRATAS. ¿Quién no ha comprado un dvd o un libro en la calle copiado descaradamente por quienes no pagan un peso de “Derechos de Autor”? Creo que todos cometimos este delito y hemos disfrutado del arte robando de frente a quienes han invertido su esfuerzo y talento en producirlo. Lo más chistoso es escuchar a quienes aseguran que solo compran “pirata” si no es colombiana la película… da igual.
– EXCESO DE VELOCIDAD. En cuanto a normas de tránsito somos los número uno en pasarnos por la galleta la normatividad vigente, pero el exceso de velocidad siempre se viola, incluso hasta por las mismas autoridades. El que me diga que siempre conduce en Bogotá máximo a 60 kilómetros por hora y en carretera nunca pasa los 80, en verdad lo felicito y no creo que sea colombiano.
-VENTA AL MENUDEO DE CIGARRILLOS. Hace ya 4 años el Congreso de la República aprobó la ley que prohíbe la venta al menudeo de cigarrillos en el territorio nacional, esto con el fin de disminuir el consumo de tabaco y prevenir las enfermedades que ocasiona el fumar sin cesar, pues también da risa y nadie se esconde cuando vende y compra un cigarro.
-VENTA Y COMPRA DENTRO DEL TRANSMILENIO. No tengo idea cómo le va a hacer el nuevo alcalde Peñalosa para bajar a los miles de comerciantes, cantantes urbanos y limosneros que se suben al sistema a hacer lo de su diario. Una y otra vez se ha repetido que está completamente restringido hacerlo, pero todo sigue igual y hasta empeorando. Las estructuras que se organizaron para lucrarse dentro de Transmilenio son muy fuertes y les dio resultado porque los usuarios siempre compran y dan dinero a quienes los conmueven.
– PIQUES. Siempre me pregunté por qué la Policía no actúa si sabe dónde se realizan los famosos piques ilegales, y jamás me contestaron. Ahora hay unos piques legales que han funcionado y han mitigado la accidentalidad, pero este mal no se ha extinguido.
– TRANSPORTE ILEGAL. Gracias a la desastrosa movilidad de la que disfrutamos los bogotanos, en muchas localidades de la capital pequeñas camionetas blancas prestan servicios piratas en barrios donde los alimentadores y buses del SITP pasan cada hora o no pasan. Este transporte, que por lo general cobra mil pesos hasta la estación de Transmilenio, le ha solucionado de cierta manera la movilidad a miles de vecinos que no tenían cómo salir de sus barrios. Estas camionetas trabajan sincronizadas con un orden abrumador, pero su funcionamiento está fuera de la Ley. Nada pasa e incluso he visto policías que rumbo a su casa utilizan este servicio.
– VOLUMEN ALTO DE LOS VECINOS. He padecido en carne propia este conflicto. Con mis bebés de menos de un año, el vecino despechado todos los días ponía la música al volumen de una discoteca sin importarle las consecuencias, porque no las hay. El nuevo código de Policía supuestamente me protege de esta situación pero la verdad es que no pasa nada. Las quejas y reclamos ante las autoridades pasan desapercibidas, pues hay cosas más urgentes que resolver. Si no, pregúntenle a las personas que vivían en barrios tranquilos y arbitrariamente les pusieron discotecas al lado.
– TRADUCTOR DE LENGUAJE DE SEÑAS DE ENTIDADES PÚBLICAS Y PRIVADAS. Nos creemos muy incluyentes y tolerantes, pero estamos a años luz de serlo. Si usted tiene discapacidad auditiva o algún familiar cercano la tiene, me va a entender. Esta es una población olvidada y discriminada abiertamente por todos. Existe una ley hace 10 años que obliga a las entidades públicas y privadas que prestan servicio al cliente, a brindarle a las personas sordomudas y sordociegas la ayuda de un intérprete, y por supuesto nadie la cumple.
Estas son algunas de las leyes y normas que a diario violamos sin pudor, eso sin nombrar la venta de licor a menores de edad, lo que pasa en elecciones con el exceso de publicidad, la terrible corrupción en el sistema carcelario, etc.
Una gran razón por la que vivimos en esta “mini anarquía” es por nuestra doble moral y por la falta de autoridad, principalmente de la Policía, una institución que huele mal y que desafortunadamente se está pudriendo por dentro. Tengo amigos policías que hacen su mejor trabajo, pero la destrucción viene por la cabeza.
Esperemos que en este año 2016 y con todo lo que se nos viene encima con el acuerdo de Paz, se cumplan leyes vitales como la ley de víctimas, la de tierras, y la sociedad entienda que para convivir hay que respetar.
Y que decir de los avivatos que se desplazan a grandes velocidades por las mal llamadas ciclorutas, en vehiculos impulsados no por la fuerza humana sino por electro-motores, sin ninguma restriccion,ni placa, ni seguro obligatorio que responda por los innumerables accidentes que ocasionan, ante la mirada impavida de nuestras ineptas autoridades.
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Esa es la cultura de unas leyes y miles de leyes que heredamos de Santander el padre de las leyes más nueve millones de artículos que se desconocen en un 79%, muchos de ellos no sabemos incluso si están o lo vigentes, Colombia tiene una constitución débil es la prostituta de los gobiernos y el congreso, todos la manosean
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Es mejor que sepamos la verdad. No vivimos en un estado de derecho, en cambio vivimos en un estado de anarquia. Impunidad de los delitos la estiman en 90%. Si casos graves como homicidios quedan impunes como no van a quedar sin correccion contravenciones como volumen alto, etc. El estado colombiano es una basura y no sirve para nada. Yo como ciudadano no me sie to protegido por y yo pregunto estimado lector. Usted se siente protegido por el estado?
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¡Calumnias! Los colombianos sí respetamos las leyes; lo que pasa es que no las obedecemos, solo nos exigen respetarlas. Por lo menos yo, nunca le he dicho groserías a ninguna!!
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me sorprendio ayer como HR comunico que el acuerdo farciano ,era un acuerdo de impunidad y cuestiona al jefe del estado como implicado y le hacen saber que el esta tambien comprometido responsablemente y que HR haran justicia de acuerdo a leyes internacionales donde los pactantes responsables seran juzgados.
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por dios si el primer violador de la constitucion es el mermelado congreso corrupto que lo maneja un proxeneta en palacio.hacer leyes anticonstitucionales como la ley del 13 para revalidar el farciano pacto entre comerciantes de narcoticos es inaudito,e imposible de creer que un pais se le entregue al narcoterrorismo por las minorias.
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Miles de veces nos hemos «saltado la regla», creo que es cosa de cultura; hemos aceptado esto desde siempre conformándonos al «todo el mundo lo hace»; «eso no pasa nada» y nos escudamos en esta doble moral para seguir moviéndonos oscuramente en éste mundillo de la «pequeña ilegalidad» si asi se le podría llamar, asi que creo q debemos empezar por casa, esforzándonos en cumplir hasta lo que parezca menos relevante. Muy buen blog. Totalmente de acuerdo!.
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El columnista tiene razón, pero hay una ley que no puede transgredirse y se tiene que cumplir: Es la ley de la supervivencia. La señora de marras talvez no tiene comotro ingreso que engancharse en el tema de la pólvora por unos pocos dias al año. Todos sabemos que en Colombia no hay trabajo para la mayor parte de la gente y todos tenemos que comer y suplir las necesidades básicas., si el estado ni la sociedad las suministran.
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El problema del ruido generado por los vecinos escandalosos es gravísimo, una auténtica epidemia que demuestra el bajísimo nivel de la cultura ciudadana en esta ciudad. Es también gravísimo que las autoridades no le den la importancia que merece algo que termina deteriorando la calidad de vida de la gente al desorganizar las horas de sueño e impidiendo descansar a la gente que lo necesita luego de trabajar o estudiar, dañando el ambiente entre vecinos y desvalorizando las viviendas. En una sociedad disciplinada, donde la gente aspira a hacer las coss bien, no se permiten ese tipo de cosas. Lo peor es que esta administración suele hacer actividades todo el tiempo en las que promueve el ruido y el escándalo como algo aceptable. No se da cuenta de que eso está relacionado con la mediocridad generalizada en este país (la gente más bruta y mediocre es la que más suele hacer escándalo con música).
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las leyes en muchos casos no se cumple por desconocimiento de la misma, y aunque esto no sea una excusa para cumplirla, la ignorancia y la mal llamada «malicia indígena» no es mas que la filosofía de vida que nos tiene anclados a ser ser un país subdesarrollado.
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Además existe la premisa que un pueblo bruto es fácilmente manipulable
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Todo eso se resume en falta de educación, como decía el Prf Llinás, algunas personas se pasan su vida de rumba sin importar su desarrollo intelectual, al final eso genera sub desarrollo. La autoridad y la justicia son parte de dicha mediocridad
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Sabe porqué la Policía no actúa muchas veces? Porque a sus comandantes, por aquello de las estadísticas, les interesa mas un arma de fuego, una libra de alucinógenos. Pero hay de que un Policía le manifieste a sus Jefes que le aplicó una contravención al señor que estaba vendiendo cigarrillos al menudeo, lo menos que se gana es una vaciada y doblarlo en su servicio. Otro motivo es que no somos civilizados e irrespetamos a la Policía cuando nos llama la atención cuando por ejemplo tenemos la música a alto volumen, y así sucesivamente ocurre en otros casos, simplemente como da entender usted en su columna, nos falta mucha pero muchísima educación, cultura y civismo.
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