No se imaginan lo que es para mí escribir sobre este tema, ya que lo tuve muy cerca, lo viví, lo vivo y de verdad espero que nadie tenga que vivirlo y que los «promotores» de esta práctica conocida como matoneo, sean descubiertos, juzgados y puestos en la cárcel… A ver si ahí son tan «bravitos».
Eran las 3:45 a.m. Ana María y yo dormíamos cuando de repente sonó el teléfono; quedé frío porque para mí una llamada a esa hora solo trae malas noticias. Ana contesta y dice «No mami» deja caer el teléfono y se lleva las manos a la cara gritando con un dolor que me dejó helado, pregunté qué pasó…
Ella comenzó a retorcerse sin quitar las manos de su cara, no entendía qué pasaba así que tomé el teléfono y solo oía gritos, pregunté gritando – ¿Qué pasó?- y no hubo respuesta… Grité al teléfono mientras Ana en estado de shock gritaba la frase «Dios mío no puede ser» «Dios Dios Dios».
Pasaron unos segundos y luego una voz afectada pero pausada me dijo… Diego vengan al apartamento. ¡Ya! «Tiqui» se mató.
«Tiqui» Era Tatiana, la hermanita menor de Ana María. Tomó lejía; tenía 14 años.
No soportó la presión de un grupo de seres sin entrañas del colegio, le decían «Gorda marrana cochina» y lo ocultaban en redes con claves para que nadie sospechara.
El infierno en la tierra y el dolor infinito para una familia buena que no le había hecho nada a nadie.
Y es que estamos tan acostumbrados al matoneo que ya lo vemos pasar derecho, confundiéndolo con bromas simples sin imaginar el daño que puede causar a las personas.
Porque todos tenemos un «amigo» muy pendejo y falto de cariño que con tal de llamar la atención de un mundo que lo ignora, se las tira de irreverente comentando lo que escribimos con groserías y burlas que nos afectan pero no lo expresamos. Ese «amigo» nos hace matoneo.
Y es que así comienza, como un chiste ramplón aparentemente sin mala intención pero con toda la mala onda y la envidia…
El matoneo se oculta en comentarios aparentemente inocentes
Porque seamos claros, la gente que matonea está llena de envidia, de tristeza y cobardía, buscan ofender con detalles físicos porque carecen de argumentos, son cobardes porque su veneno sale de cuentas falsas, no tienen valor para ir de frente. Y lo peor es que como todos los abusadores… La mayoría de las veces son conocidos de sus víctimas, es decir, puede ser alguien en quien confiamos.
En Twitter este fenómeno es prácticamente diario, hay cuentas que se dedican a matonear a las personas mientras otros lo celebran sin hacer absolutamente nada.
En mi caso personal recibo correos de dominios falsos donde me dicen, viejo, calvo, feo, anciano, pobre, muerto de hambre y otros adjetivos que prefiero no repetir.
Sin embargo pues yo ya estoy muy viejo para afectarme por eso y no les pongo mucha atención, los bloqueo y ya.
A propósito… Ya tengo pistas de quiénes son. Y sepan que si las confirmo los voy a sacar a la luz… ¡Y los voy a denunciar! Para que todos vean lo machitos que son en realidad 😉
Y es que de eso se trata este texto, de llamar a la reacción. Si se siente víctima de matoneo, reporte y bloquee, las diferentes redes sociales se toman muy serio este tema.
Y si se siente muy afectada o afectado con la situación, no lo enfrente solo, cuente con familiares y amigos de plena confianza para afrontar el tema y en cualquier caso denuncie a las autoridades pertinentes.
Ahora bien, si es usted padre, no pierda la atención de sus hijos, hable mucho con ellos, esté atento a señales como cambios de ánimo, preocupación, negación a ir al colegio etc.
Pida al colegio reuniones periódicas donde se hable del tema y exteriorice sus preocupaciones en los grupos de WhatsApp de padres.
Lo importante es reaccionar rápido en caso de que su hijo sea víctima de esta atrocidad.
Si por el contrario, la percepción de su hijo es diferente y no nota ningún cambio no deje de estar pendiente de con quién habla y con qué compañeros interactúa, hable mucho con él y no se confíe.
Porque así como puede ser afortunado y contar con buenos amigos, también puede ser quien matonea a otros. Una posición muy grave que hay que tener en cuenta para corregir rápido.
El matoneo es algo con lo que hemos lidiado toda la vida pero en esta época se ha hecho más grave y con finales cada vez más trágicos y continuos.
¡Hay que hacer algo ya!
Gracias por leer
Por
Pineda.
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