Seguramente cuando escuchamos hablar de Netflix inmediatamente vienen a nuestra cabeza series como: House of Cards, Black Mirror, Orange is the New Black o cualquiera de las más de 60 producciones de esta empresa comercial, series diseñadas para múltiples gustos e intereses, que además están generando contenido en múltiples plataformas, algunos de ellos incluso se han convertido en lecciones para quienes estudiamos o trabajamos en marketing y en política. Y es precisamente a la convergencia de medios en torno a las producciones de Netflix y a algunos ejemplos de las lecciones de política y marketing que nos está dando, a los que me referiré a lo largo de este artículo.
¿Son muchas o pocas las series que está produciendo Netflix?, no lo sé, pero como empresa comercial de entretenimiento han hecho muy bien la tarea de que aparte de su servicio de streaming, consumamos sus producciones: series o películas ¿o no?
Abro esta pregunta porque en una época donde convergen medios de comunicación tradicionales -como la televisión, la radio o la prensa-, con medios digitales –especialmente las redes sociales- nuevos jugadores han entrado a tener un papel importante en esta dinámica de la convergencia. Y no hablo sólo de políticos sui géneris como Macron, Trudeau o Trump, sino de empresas de “entretenimiento” que de una manera sutil nos están dando lecciones de marketing, aprovechando por momentos temas de la agenda setting, llamando así nuestra atención en temas coyunturales y trascendentales para nuestra sociedad, entre ellos, la política.
¿Netflix haciendo política? La respuesta es sí. La evidencia más clara de ello fue sin duda el lanzamiento de una de sus producciones top: House Of Cards. Aquel 1 de febrero de 2013 entraron al ruedo político. Por una parte, porque la producción pone en evidencia los intríngulis del ejercicio de senadores, representantes y hasta presidentes, cuya construcción ficcional es muy cercana al mundo real y a las características de ese tipo de personajes en la política tradicional americana. Y de otro lado, porque a partir de la producción se han dispuesto una serie de acciones de marketing político de las cuales hemos sido testigos en los diferentes medios digitales y a través, como decía arriba, de múltiples plataformas y formatos: vallas, videos, spot, memes, entre otros. Y esta es apenas la punta del iceberg.
Ejemplos de ello hay muchos, pero sólo traeré a colación 3 que, por lo menos en el contexto latinoamericano, caen al dedillo.
#FrankLoHizo: Si buscan en Youtube la etiqueta #FrankLoHizo seguramente encontrarán en el canal de Netflix Latinoamérica un spot anunciando la quinta temporada de House of Cards, en el que se muestra una serie de acciones poco éticas de Frank Underwood. Hasta ahí todo relativamente normal (para la razón de ser de la serie), lo poco usual, es que este vídeo de 1:04 minutos está inspirado en el spot de campaña “Menem lo hizo” que usó en 1999 el expresidente argentino Carlos Menem cuando finalizaba su segundo período presidencial. Seguramente para muchos pasó desapercibido, pero si tienes un poco de conocimiento político de la región, seguro sí lo reconociste.
Colombia, voy por ustedes ahora: Otro vídeo magistral de Netflix. En esta ocasión la protagonista es Claire Underwood, esposa de Frank y primera dama de Estados Unidos. Pero además de ella hay otro elemento que llama bastante la atención, especialmente si eres de Colombia. El tamal. Desde mi perspectiva, este vídeo, que aunque puede parecer gracioso, es una crítica a la forma como se hace política en diferentes regiones del país y esto se hace más evidente cuando lees la insignia que está en la tarjeta que acompaña a esta comida típica colombiana, “Los que verdaderamente saben, me dijeron que esto nunca fallaba. Gracias por tu apoyo, pase lo que pase”, pero ahí no termina la cosa, si ven entre líneas (lo señalo acá en rojo también), hay 4 letras que están en rojo que, si las leen juntas, encontrarán la palabra “robo”. ¡Duro! ¿Cierto?
Clases de democracia (en Netflix): ¿Cuántas veces hemos escuchado que la democracia no existe y que la política está para beneficiar a unos cuantos y no para el bienestar de la mayoría? Bueno pues ese, básicamente, es el tema central de este vídeo promocional de Netflix. En 0:44 segundos, Kate del Castillo (quien además de interpretar a la primera dama de México en la serie Ingobernable, es recordada por su cercanía con el Chapo Guzmán) nos da una pequeña clase de lo que es democracia. Una crítica a la forma como se ejerce la política en muchos territorios, no solo latinos. En Netflix la democracia sí funciona.
Entonces queda claro que Netflix se ha convertido en un actor importante no sólo en nuestra agenda diaria, sino que de una u otra forma no está “obligando” a saber, o por lo menos conocer, lo que está pasando, o ha pasado en el ejercicio político, por medio del uso del entretenimiento y participando o inmiscuyéndose (como quieran llamarlo), en las conversaciones de sus usuarios, como lo vimos en los casos anteriores.
Como lo exponía hace unos días en la Cumbre Mundial de Comunicación Política, hoy en la política convergen diferentes medios, más allá de los tradicionales, están otros espacios, algunos digitales otros offline, que se pueden leer de manera particular pero que hacen parte de un todo. Las formas de consumo de los usuarios y sus gustos han mutado y con ellos, entre otros, la política y sus actores. Ahora Netflix, una empresa de entretenimiento se ha convertido en un actor político.
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