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Cuando se supo a través de las redes sociales que sería suspendida la producción de una de las series más impactantes de los últimos años, Sense8, se levantó una ola inusitada de críticas y peticiones por parte de los miles de fans de la misma. Uno no logra entender cómo una cadena como Netflix toma una decisión de estas, especialmente por tratarse de un producto de altísima calidad y de gran aceptación por parte de los televidentes. Pero de inmediato el director de la plataforma salió a explicar que lo que querían era “No dormirse en los laureles y generar la necesidad de productos de mayor impacto” y en eso, me parece a mí, tiene la razón. Los telespectadores hemos sido testigos y partícipes de una gran cantidad de series que se han perdido en la búsqueda de continuidad y precisamente por lo mismo es necesario que se replanteen nuevos y diferentes productos. Para el agrado de los Sense-adictos, se planteó un especial de dos horas para dar fin a la historia y no dejarla simplemente en el aire. Sea o no una estrategia de mercado, en la que supuestamente se anunciaba la cancelación para generar interés, ahí ya nos tienen pendientes del final, porque de dicha manera nos hacen sentir que tenemos algo de poder sobre las decisiones que toman. Hace algunos años pasó algo con Jericó, la cual suspendieron luego de dos temporadas pero gracias a la ola gigantesca de peticiones de los fanáticos, se realizaron unos episodios extras para acabar de redondear la historia,

En el caso de Lost, por ejemplo, recordamos que de un momento a otro los escritores terminaron enredándose en su propio criterio y en la forma en que estaban contando la historia, la cual se convirtió en algo confuso y sin sentido que nos trajo uno de los finales más simplistas y burdos que se pudieran imaginar para una historia que, literalmente, se les salió de las manos. De la misma manera los productores de The walking dead han debido fijarse en lo que estaba pasando con la serie, la cual en la última temporada perdió millones de los otrora asiduos fanáticos precisamente por “perderse” y generar un producto que se estaba tornando aburrido y plano. Falta ver qué pasa con la segunda mitad de la actual temporada y en la que se tomaron, supuestamente, medidas correctivas. De ahí entonces que se justifique una decisión como la tomada por Netflix, de darle prioridad a aquellas series que tienen de donde y acabar con las que no ofrecen mayores posibilidades; sin embargo pienso que por ejemplo el proyectar una temporada más de Por doce razones, simplemente por generar ganancias, desdibuja la historia original, sobre todo en aquellos casos donde están basándose en libros que no hacen parte de una serie literaria con múltiples extensiones y desarrollos en sus tramas. De todas maneras seguiremos pendientes de todos aquellos nuevos productos que se avecinan en las plataformas digitales y que prometen seguir dando la guerra en esta nueva era de la televisión por internet.
@leonardopineda

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