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El año pasado escribí varios blogs sobre temas que van desde los estragos del machismo y la violencia de género, hasta el empoderamiento de la mujer, pero ninguno tuvo la resonancia que recibió Por qué no quiero un anillo.

En la BBC se interesaron por el tema y me llamaron para una entrevista en su serie 100 mujeres. La entrevista se publicó a finales del año pasado en inglés y en español y fue uno de los artículos más leídos por esos días en la BBC.

Para mi sorpresa empecé a recibir llamadas de medios de comunicación desde Londres hasta Argentina pasando por México y Colombia. Esos días me sentí la persona más buscada del mundo. Me entrevistaron en la radio BBC de Londres y BBC Escocia, también en radio Caracol Colombia y en una emisora de Rosario, Argentina. Varios diarios de América Latina reseñaron el artículo.

Algunos me caracterizaron como una feminista furibunda en guerra contra el anillo de compromiso y las tradiciones.

Todo por decir que no me interesa tener un anillo de compromiso, pues me parece que objetiviza a la mujer y que se ha convertido en una meta para muchas. Cuando lo que deberíamos estar pensando es en educarnos y salir adelante por nosotras mismas en lugar de esperar a que llegue el príncipe con el anillo al dedo.

Ha sido muy emocionante ver el impacto que logró el blog del anillo y espero seguir escribiendo regularmente mi blog. Todos los cambios grandes y pequeños surgen de una idea. Es a partir de una idea que se logra una revolución. Mi mayor motivación para continuar con este blog es despertar conciencia sobre las enormes desigualdades que existen todavía en nuestra sociedad con respecto a la mujer. Cómo el machismo y el odio contra la mujer están tan arraigados en la cultura que crecimos que no nos damos cuenta. Cómo las instituciones, las leyes, las tradiciones, la religión ayudan a perpetuar la idea de la mujer como un ser inferior, dependiente y subyugado.

Las cosas han mejorado mucho y hay que seguir en esa dirección. La clave está en la educación. Más mujeres con grados universitarios, más mujeres profesionales. Para allá vamos, pero queda mucho camino por recorrer. ¡Feliz 2019! Por un año de evolución, de más igualdad y de menos violencia contra las mujeres.

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