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Un paciente en el sistema de salud colombiano es paloma mensajera y coleccionista a la vez. Nada más cierto en el país que la obligación que tienen los pacientes de movilizarse con carpetas e historias clínicas a su citas médicas que certifican atenciones recibidas en cada institución a donde han tenido que asistir.

En un mundo donde el reporte digital global 2018 revela que ahora hay más de 4 mil millones de personas que usan Internet. Más de 3 mil millones que utilizan las redes sociales cada mes, y 9 de cada 10 de esos usuarios acceden a las plataformas elegidas a través de dispositivos móviles, todavía instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS) elaboran historias clínicas manuales. Esto último en Colombia muy a pesar de que el 63% de la población haga uso de internet.

Aún así, existe otro grupo. Los prestadores con historia clínica electrónica. En el Estudio exploratorio de la situación de la telemedicina en municipios priorizados del Ministerio de Salud y Protección Social en 2014 no solo encontró en cuanto a la recolección, almacenamiento y transmisión de la información individual clínica de los pacientes que  el 46.12% de los prestadores refieren que todo se hace sobre papel, sino que también menciona que el 35.29% la están realizando con cierto grado de automatización y el 18.58% no contestaron esta pregunta.

La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) por su parte en una investigación sobre el grado de implementación de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) con muestra de 100 hospitales registran que el 61.7% ya tienen totalmente implementada la historia clínica electrónica y un 25% está en proceso.

La historia clínica en el país por la resolución 1995, es un documento privado, obligatorio y sometido a reserva, en el cual se registran cronológicamente las condiciones de salud de un paciente, los actos médicos y los demás procedimientos ejecutados por el equipo de salud que interviene en su atención. Ya sea en versión digitalizada o manual la historia clínica en Colombia se enfrenta al dilema de no tener el control o la administración como documento único en el país por parte del Ministerio de Salud y Protección Social como si sucede en países como Perú, Uruguay, Costa Rica, Francia, entre otros.

Es que hoy, en Colombia existe la historia clínica, pero cada IPS o EPS tiene la suya. Hay una multiplicidad de historias clínicas. Un fiel retrato de un sistema de salud fragmentado. Más allá de la migración de datos en historias clínicas de lo manual a lo digital (que es importante) el tema de la una historia clínica electrónica única es una feroz necesidad. Se trata de centralizar a través de una única plataforma tecnológica la información de los usuarios que permita conocer su “data clínica” en cualquier parte del país desde el nacimiento, hasta la muerte. Sin fragmentaciones, con un hilo conductor. De eso se trata un historial clínico.

Nada más cierto en el país que la obligación que tienen los pacientes de movilizarse con carpetas e historias clínicas a su citas médicas.

Mientras esto no suceda, Colombia seguirá inmersa en el circulo de la multiplicación de datos e historias, con pacientes mensajeros, coleccionistas, y en el fondo, historias clínicas sin un seguimiento en la línea del tiempo, sin una secuencia, alimentando la llamada “multimedicación” dada por errores en la formulación al no disponer de información en cada consulta médica, omisión de datos por parte del paciente en cada historia clínica como antecedentes o alergias y desconocimiento del plan manejo de los  pacientes en otras instituciones cuando tengan que ser remitidos por mencionar algunos ejemplos.

La historia clínica electrónica única es una completa necesidad para Colombia, no solo porque va en beneficio de los pacientes quienes son el centro del sistema de salud. Sino porque también empodera a los gobiernos en la toma de decisiones. Dicen que “el que tiene la información tiene el poder”. El caos que Colombia atraviesa con las historias clínicas, permite entender que muchos de los datos en salud que tiene hoy el país en realidad son proporcionados por las EPS, quienes reciben la información de las IPS. ¿Entonces quién tiene el poder?

La rectoría en este tema digital es un asunto que el ministerio de salud debe entender y asumir, porque detrás de la historia clínica electrónica única se encuentra para el Estado la oportunidad de tener la información de primera mano que le permitirá tomar partido en las políticas públicas. Se tienen datos más exactos para vigilancia de la salud e inclusive información de coberturas. Le permitirá construir análisis y estadísticas con información real, tal como el país lo está afrontando con la prescripción de servicios y tecnologías que no se encuentran en plan de beneficios con la plataforma Mipres desde hace dos años.

Acceder a la historia clínica desde cualquier parte del país en tiempo real debe ser una realidad para Colombia, porque es un tema que le apunta a la calidad y eficiencia del servicio de salud. La ACHC ha mostrado la historia clínica electrónica única incluso como una solución que puede ser costosa pero genera eficiencia, puede ayudar a aumentar la adherencia a las guías clínicas, disminuir los errores en la medicación, soportar mejor las decisiones y aumentar la satisfacción de los pacientes.

Sobre este tema, se tramita por estos días en el congreso de la republica el proyecto de Ley 310, buscando que se implemente la Historia Clínica Electrónica Única inclusive para que ADRES no tenga que exigir la historia física de los pacientes, sino que revise y constate la historia electrónica para efectos del pago o reconocimiento a las EPS de los medicamentos, procedimientos y otros servicios que no se encuentren en el plan de beneficios, según señala el autor del proyecto, el representante a la cámara Juan Fernando Reyes Kuri.

Colombia está en mora de que las TICS sean puestas a la orden de la salud, porque la historia clínica única es una buena idea.

@AlexanderTiqueA

 

 

Por: Alexánder Tique Aguilar

 

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