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Establecer la historia del tatuaje en Bogotá no es fácil. Pues no se puede dar un lugar ni una fecha exacta donde todo este cuento empezó. Sin embargo, hay historias que suelen repetirse y según varios tatuadores de vieja guardia de la ciudad, así fue como todo inició.

 Foto: cuerpoyarte.com

La historia del tatuaje en Bogotá

El tatuaje llegó a la ciudad y a Colombia, gracias a la influencia extranjera. Pues se dice que uno de los primeros tatuadores en la capital fue Daniel Severy, más conocido como El Belga, quien creó Dany Tattoo, ubicado en el centro de Bogotá. “No se sabe con exactitud cuándo se inauguró el local, pero para 1985 ya tenía un nombre y poca  competencia“, afirmó en su momento Cartel Urbano.

Otro hecho en el que coinciden varios tatuadores -como Orlando Bossiski o Jhon Rodríguez-, que fue fundamental en el proceso del tatuaje en Bogotá, fue El Expreso del Hielo. Este tren, recorrió Colombia en 1993 gracias a una idea de la Asociación Francesa de Acción Artística en el cual se invitaron a los artistas locales a unirse y  presentar junto a La Mano Negra, los French Lovers y muchos otros artistas franceses su puesta en escena. Además de las presentaciones artísticas, “el tren tenía un vagón que ardía en llamas y que cargaba un cubo de hielo de 10 toneladas; un cubo que llegaría a Aracataca“, según explica la Revista Arcadia.

Expreso del hielo

Expreso del hielo

En su vagones, además de los artistas, viajaban cirqueros y tatuadores europeos. Y según se cuenta, Ramón Chao -padre de Manu Chao-, se hizo su primer tatuaje en el Expreso del Hielo.  Algunos de estos tatuadores se fueron instalando en Bogotá.

Pero no solo eran pocos los tatuadores y estudios que había en la ciudad por la década del 90, también la tecnología de las máquinas y la información de esta industria era precaria. Pues la mayoría de los tatuadores de la época, empezaron tatuando con máquinas hechizas. Estas se construían con agujas de coser, motores y puntos de soldadura. ¿La tinta? Tinta china o en su defecto de esfero.

Y los primeros clientes, por lo general, eran amigos que pertenecían a subculturas de rock. Así le explicó Mario Rivera de Bogotá Tattoo a Cartel Urbano: una ventaja de haber estado envuelto por ambientes subterráneos fue que al menos los rockeros estuvieron dispuestos a “probar su amistad”, es decir, permitían que practicaran sobre ellos.

 

Los primeros locales

En cuanto a los primeros locales se debe aclarar que a finales de los años 90 y principios de la década del 2000 empiezan a surgir locales exclusivos de tatuajes y perforación, como ocurrió con el centro comercial Vía Libre, teniendo a Viuda Negra como uno de los lugares más representativos del lugar.

Pues antes de la aparición de estos locales y estudios de tatuajes, lo que se veía eran peluquerías en las que además se hacían perforaciones y tatuajes. Práctica en la que fue bastante conocido Harold Stylos, y que además era permitido por la alcaldía al tener a las tiendas de tatuajes con la misma regulación que una peluquería -situación que sigue pasando hoy y que necesita una entrada diferente para analizar-.

A su vez, por Chapinero fueron surgiendo otros locales como Acid Ink y Store Tattoo; estudios de tatuaje liderados por Miguel Bautista y Julio “Store” respectivamente. También fue importante en este momento histórico, Jhon Rodríguez -tatuador desde hace 21 años- con su estudio Zone Colors ubicado al norte de la ciudad.

En esa época eran pocos los tatuadores que había, por ahí unos 5 y ninguno de ellos tenía la disposición de enseñarle a los demás, me explica mientras trabaja en las líneas y sombras de un tatuaje. Tuve que aprender solo. Viajé por Brasil, que fue donde realmente vi al tatuaje de otra manera y dónde más aprendí. También estudié ilustración y fui a la Escuela Nacional de Caricatura”, me explicó Jhon hace dos años en una entrevista para este mismo blog.

Jhon Jairo Rodríguez

Jhon Jairo Rodríguez. Tatuando en Bogotá.

Y es también en la década del 2000 cuando los tatuadores empiezan a tener acceso a revistas de tatuajes internacionales, a mejores herramientas de trabajo y a su vez a mejor información de la industria.

 

La primera convención y presente

Por el 2007, aparece la primera convención de tatuadores de Bogotá, de la mano de Alejandro Páez quien fue el encargado de su creación y es otro de los antiguos tatuadores de esta ciudad. Dicha convención, se realizó en el Centro Comercial Los Ángeles de la calle 19 . Hoy, la Convención Internacional de Tatuadores de Bogotá ha realizado once ediciones.

Finalmente, según la Revista Dinero, existen alrededor de 1.000 tatuadores en Colombia (a 2017). Sin embargo, no existe un dato certero debido a la informalidad que todavía presenta la industria. Y aunque a Bogotá en términos de industria todavía le falta solucionar algunos aspectos, no se puede negar que los mismos tatuadores son los principales preocupados e interesados por solucionar aquellos temas y por eso desde distintos frentes como la Asociación de Tatuadores de Colombia buscan regular el oficio.

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Soy Ricardo Durán Vergara, comunicador social, aficionado al fútbol y a los tatuajes. Me tatué por primera vez a los 18 años (hace 9 años). Ahora me tatúo y escribo sobre tatuajes. Me pueden seguir en @ricardoduranv.

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