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Los octavos de final de la Champions League 2016-2017 han concluido. El Bayern de München dio una lección de disciplina alemana al golear por 10-2 en el global al Arsenal FC. Leicester FC hizo honor al apellido de su nuevo director técnico, Craig Shakespeare, y escribió una nueva página en su historia, digna del mejor teatro, al clasificar por primera vez a los cuartos de final de la competencia. Sergio Ramos evitó otro naufragio del Real Madrid al convertir dos goles de tiro de esquina frente al S.S.C Napoli. No corrió con la misma suerte el Paris Saint Germain, hundido al mejor estilo Titanic por la fe del Fútbol Club Barcelona, que pasará a la historia como el único equipo capaz de remontar un 4-0 en la ida en esta competición. Momentos menos llamativos, pero igual de válidos, protagonizaron los otros clasificados: Juventus de Turín, AS Monaco FC, Atlético de Madrid y Borussia Dortmund. Pero ninguno de los antes mencionados puede hacerse llamar el mejor equipo europeo de la temporada.

Ese título se lo lleva, hasta la fecha, un equipo que no clasificó a torneos internacionales. Con una táctica subestimada por otros y propia del técnico italiano, Antonio Conte, el Chelsea FC es líder de la Premier League con 10 puntos de ventaja a falta de 11 fechas y semifinalista de la FA Cup. No es infalible, pero desde que se aplicó a finales de septiembre después de la derrota contra el Arsenal, el 3-4-3 de los ‘blues’ solo ha sido superado por dos equipos: Tottenham Hotspur y West Ham.

Conte ya había aplicado este esquema en la Juventus y en la Selección Italia de mayores. El esquema 3-4-3 del italiano, que al defender se vuelve un 5-4-1, tiene dos aspectos relevantes. El primero se encuentra en las bandas. Hoy en día se ha vuelto casi un requisito doblar por bandas con un lateral y un extremo ofensivo. La alternativa obliga al contrario a sumar hombres en la defensa para no ser superado, pero deja muy descuidado el fondo del equipo atacante que, si no es meticuloso en sus movimientos, puede quedar expuesto con apenas dos hombres atrás. Con el esquema de Conte, el equipo sacrifica un hombre del medio y lo ubica en la defensa para que los laterales puedan doblar con los atacantes sin comprometer el fondo del equipo. Cuando el Chelsea pierde la pelota, los tres centrales evitan la progresión rápida del rival mientras los laterales regresan y forman un muro de cinco defensas.

Pero es usual, al sacrificar ese hombre del medio y ponerlo de central, que se pierda juego en la mitad del campo. Ahí es donde aparece la segunda clave. Conte soluciona el problema poniendo a los dos atacantes extremos a jugar más al interior del campo y colaborando con los dos mediocampistas restantes, entre los que casi siempre está el gran N’Golo Kanté. Uno de ellos es, usualmente, el belga Eden Hazard, que juega libre por el campo y enloquece a los defensas rivales. El resultado final es un equipo fuerte en el centro y en las bandas, y que no descuida su línea defensiva. El Chelsea puede, con este esquema, atacar con tantos jugadores como el Barcelona de Guardiola y defender con tantos como si de un esquema de catenaccio se tratase. Toda una pesadilla para quién lo enfrenta.

En el partido del lunes, en el que el Chelsea se enfrentó al Manchester United de José Mourinho, el luso bloqueó las bandas, pero no pudo contener a Hazard en el medio y perdió la partida de ajedrez, al igual que el partido. Todo parecía sostenerse en el esquema de los ‘Red Devils’, y el Chelsea no podía usar a sus laterales como lo hacía normalmente. Pero la presión afuera dejó huecos adentro y el belga hizo estragos. Dejó descolocadas a sus marcas y recibió tantas faltas que logró la expulsión del jugador del United Ander Herrera. A partir de entonces, la táctica de José se derrumbó y el conjunto de Londres salió victorioso.

Es una lástima que el Chelsea no juegue la Champions esta temporada, porque pocos de los clasificados a cuartos de final (me atrevo a decir que solo el Bayern) son capaces de hacer frente a este interesante esquema y a semejante nivel en el que se encuentra el equipo ‘blue’. Ojalá este sistema siga acompañado de éxitos la próxima temporada y el equipo de Londres escriba otra página en el libro de tácticas y se quede con la Champions League.

Para: Genoveva Nieto

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